El
PAN ha perdido identidad e ideología
Eduardo Martínez Arcila. |
Desde
que ascendió al poder presidencial, en el año 2000, el Partido Acción Nacional
comenzó un gradual y constante proceso de cambio que lo alejó de las bases, de
esa militancia que creía en la democracia interna y en el cambio producto del
voto universal, de una ideología humanista que le dio identidad desde su
fundación, en 1939.
Actualmente
el panorama en el PAN es totalmente distinto y Quintana Roo no es la excepción.
Se vive una etapa de indiferencia hacia las bases. Los que hoy tienen el poder
en el partido, en puestos de elección y que ejercen liderazgos, como Eduardo
Martínez Arcila, Patricia Sánchez Carrillo, Alicia Ricalde Magaña, Sergio Bolio,
Trinidad García Argüelles, entre otros, se sienten iluminados; han convertido a
Acción Nacional en una camarilla de capos que controlan sus respectivos
territorios, que ponen y disponen de candidaturas para ellos y sus
incondicionales que les aseguran continuar ejerciendo la toma de decisiones al
interior.
Ha
sido tal el cambio que la democracia interna ha cambiado por el “dedazo”,
decisiones cupulares, compra de votos y
conciencias en las elecciones de los comités municipales y el estatal. El PAN
se ha convertido en lo que siempre criticó, en un PRI pintado de azul, con
todos los vicios del tricolor.
José Ynés Peraza Azueta (QEPD). |
Lejos
están los días cuando el blanquiazul ejercía una oposición verdadera, cuando
era un contrapeso con ideología en el Congreso local y en los municipios. En
este sentido es necesario recordar a uno de aquellos panistas, que si bien
decidió renunciar al partido por cuestiones muy particulares, fue una de las
piedras angulares de la lucha que llevó a cabo Acción Nacional en años en los
que ser oposición era algo realmente serio y difícil: José Ynés Peraza Azueta,
fallecido este fin de semana.
Peraza
Azueta fue un hombre con defectos y virtudes. En sus tiempos fue un gran
luchador, representante del panismo y de la oposición verdadera en Quintana
Roo, cuando en el partido se trabajaba sin recursos, sin sueldo, buscando
resultados y objetivos. En esas circunstancias el panismo floreció y tuvo
presencia en el estado, en los tiempos en los que Quintana Roo era gobernado
por un mandatario incluso más represivo que Roberto Borge, Mario Villanueva Madrid,
quien ejerció una gran represión y hostigamiento hacia la oposición.
Fue
persona de profunda convicción y valores morales, destacado por proyectar
siempre la mística del panismo.
Sin
embargo esa lucha dentro del PAN terminó cuando siendo su dirigente nacional
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, le asestó el primer golpe a su propio
partido en Quintana Roo.
Alicia Ricalde Magaña. |
Felipe
Calderón, siendo presidente del partido durante el periodo 1994-1997 y diputado
federal, envió una comisión encabezada por el ex diputado federal Víctor
Alejandro Vázquez Cuevas (Pipo), quien en su calidad de delegado del CEN
destituyó a José Ynés, quien en ese momento buscaba ser candidato del PAN a la
presidencia municipal de Othón P. Blanco, con amplias ventajas de triunfo. Pero
al ser expulsado buscó refugio en el Partido del Trabajo.
José
Ynés y un numeroso grupo de panistas se negaban a entregar las instalaciones
del Comité Directivo Estatal del PAN, que en ese entonces se ubicaba en la
Calzada Veracruz, en Chetumal. Durante días estuvieron apostados a fin de no
ceder y no dejar el partido en manos de Calderón Hinojosa, que a través de su
delfín ex diputado federal “Pipo” logró arrebatar la dirección del partido a
José Ynés Peraza e imponer a sus candidatos empresarios a la presidencia
municipal de Benito Juárez, Mercedes Hernández Rojas, y Francisco López Mena a
la gubernatura, en 1999.
Uno
de los grandes logros fue cuando en el periodo 1996-1999 se logró por primera y
única vez colocar a siete panistas en aquella VIII Legislatura local, por la
vía plurinominal. Mario Baeza Cruz fue el primer “gestor” panista, lo que hoy
llaman “operador político”, a la usanza priista, donde Antonio Rico Lomelí fue
el único diputado panista por la vía mayoritaria.
Patricia Sánchez Carrillo. |
Sin
embargo Baeza Cruz comenzó una trayectoria gris, tras realizar maniobras no tan
rectas para negociar y apoyar a todo el grupo donde queda incrustada su madrina
política como diputada, la polémica Alicia Concepción Ricalde Magaña, desde
entonces hubo cierta empatía política entre empleado y empleadora, pues Baeza
fue quien coordinó la campaña 2008-2011 de la ex alcaldesa isleña y después
operar a favor de Rogelio Márquez Valdivia, otro oscuro personaje del PAN en
ese tiempo, afín a Alicia Ricalde.
Por
último cabe recordar que durante el periodo en que Peraza Azueta fue presidente
estatal del PAN se impartieron cursos de capacitación para los militantes, como
el CICOPAN (Curso Inicial para panistas) o el Diplomado en Administración Pública
(para funcionarios o futuros funcionarios panistas).
Es
cierto que al final de su periodo José Ynés Peraza perdió el piso y al querer
seguir en el poder estableció amistades y alianzas que le costaron el
descredito y salida del partido, pero representó en su tiempo la esencia del
panismo con ideología, que luchó por abrir espacios dentro de la política local.
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