Cuaresma,
tiempo de reflexión
para vencer a los “demonios”
Padre José Antonio Barco Villanueva L.C. |
Konaté
Hernández
CANCÚN.—
La cuaresma inicia con el miércoles de Ceniza y es un tiempo para detenerse a
contemplar el rostro del Amor Crucificado, como la invitación esperanzadora de
vencer los demonios de la desconfianza, la apatía y la resignación, para poder
llegar unidos a la Pascua de Resurrección.
A
este respecto entrevistado después de la Santa Misa dominical que oficiara a la
6 de la tarde en la céntrica parroquia de Cristo Rey de esta ciudad de Cancún,
el padre José Antonio Barco Villanueva, L. C., explicó que la Cuaresma inicia
con el Miércoles de Ceniza, es además un tiempo de renovación que coincide con
algunas fiestas litúrgicas y otras que no lo son, por lo que en ocasiones se
olvida que es tiempo de Oración, Limosna y Ayuno, pero que sin embargo la
cuaresma está inmersa en dichas festividades.
Recordó
a los fieles católicos que participan de estas fiestas carnestolendas, que el
demonio, el mundo y la carne no descansan ni en cuaresma ni el resto del año
por lo que es necesario tenerlos a raya y controlar los impulsos como el comer
y beber demasiado, debido a que en eso consiste precisamente este tiempo
cuaresmal, en mortificar un poquito todo lo que sea terreno, para hacerse más
celestiales, aficionados al crucifijo, donde está la verdad de esta vida, de
nuestro origen y nuestro destino, es necesario pedir al Señor nos enseñe a
amarlo, asemejarnos a Él y vivir como Él, debido a que la cuaresma refleja los
40 días que Jesús pasó en el desierto, donde hoy en día es indispensable
acompañarle para sacar fuerzas y cumplir nuestra misión para la vida en
oración, y alcanzar la Santidad para las Pascuas de Resurrección.
Por
tal motivo es necesario dar especial relevancia y comenzar una serie de hábitos
normales que consisten en ponernos en la presencia de Dios y valorar esas tres
practicas cuaresmales como la Oración, la Limosna y el Ayuno, así como evitar
quejarnos de los demás, ayudándonos aun cuando no nos remuneren, en virtud de
que Dios se da cuenta de nuestros esfuerzos, e incluso es indispensable tratar
de prescindir del celular, del internet, las redes sociales, la televisión, de
manera que nos sintamos lo suficientemente libres y concentrados para poder
escuchar a Dios en nuestro interior.
Finalmente
pidió a los fieles no olvidarse de las periferias, donde el fervor de las
familias está bien arraigado en estos lugares, esto porque lo ha palpado entre
la población que es asidua a asistir a la parroquia de San Miguel Arcángel que
se encuentra en la región 220 de esta ciudad de Cancún, donde es vicario,
subrayó, Barco Villanueva, L. C.
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