La
mamografía es el único estudio que ha demostrado reducir la mortalidad por
cáncer de mama
CIUDAD
DE MÉXICO.— El cáncer de mama se origina en la glándula mamaria de los humanos,
siendo en las mujeres más frecuente. En México, 5 mil 500 de ellas mueren cada
año, 15 cada 24 horas por lo que representa la primera causa de muerte por
cáncer entre las mujeres. El cáncer es una enfermedad que se caracteriza por la
división no controlada de las células con la capacidad de diseminarse a otros
tejidos.
La
detección temprana de este padecimiento (antes de la presencia de síntomas) es
muy importante, porque se podría reducir la mortalidad y las pacientes podrían
contar con una mejor probabilidad de curación. Por estas razones es
trascendental informar a las mujeres que “la mamografía es la única técnica que
ha demostrado ser capaz de detección temprana”, sostuvo María Ester Brandan,
investigadora del Instituto de Física de la UNAM.
La
Sociedad Americana de Cáncer señala que las ventajas de esta técnica radican en
que un cáncer de mama detectado en una mamografía probablemente sea de tamaño
pequeño y esté confinado a la glándula mamaria permitiendo mayor probabilidad
de curación.
La
especialista en física médica e integrante del Consejo Directivo de la Academia
Mexicana de Ciencias aclaró que la detección no es igual al diagnóstico y que
éste se consigue únicamente a través de una biopsia, la cual se realiza luego
detectarse señales “de sospecha”, entre ellas las microcalcificaciones (con
ciertas características de forma y distribución espacial), masas (con ciertas
características de forma), o cambio en la arquitectura del tejido
fibroglandular y estas señales se observan en la imagen radiológica de la
glándula (mamografía).
Dijo
que esta información debe llegar al mayor número de personas posible, porque en
2017 y a principios de este año se detectó, en diferentes medios de
comunicación, la publicación sobre el desarrollo de técnicas alternativas y
novedosas para la detección temprana de cáncer de mama. Lo alternativo y
novedoso que promueven es su bajo costo, facilidad de uso, ausencia de uso de
rayos X, y la no compresión del seno para obtener la imagen.
Sin
embargo, algunas de las técnicas publicitadas recientemente en México no han
demostrado la capacidad de detectar el cáncer de manera temprana. Es el caso de
la basada en la termografía, un procedimiento que utiliza sensores para
detectar patrones de calor y flujo sanguíneo en la superficie del cuerpo y
regiones cercanas bajo la piel, que es lo que proponen dos grupos
independientes de investigadores (y empresarios) asociados con el diseño y
elaboración de brasieres (sostenes) capaces de construir un mapa térmico de la
glándula mamaria, como herramienta de detección temprana de cáncer. También se
ha promovido un aparato comercial que mide la electroimpedancia del tejido
mamario, con el mismo objetivo, y también sin la esperada validación previa de
la técnica.
¿Cómo se detecta
(y cómo no se detecta) el cáncer de mama? Técnicas validadas y técnicas en
etapa de investigación
No
es posible evitar el cáncer de mama, pero sí se puede reducir el riesgo de
padecerlo. Un estilo de vida saludable, limitación en el consumo de alcohol,
una alimentación equilibrada y actividad física regular se consideran acciones
importantes para aminorar los riegos.
La
gran diferencia epidemiológica entre países industrializados y países con
ingresos bajos o medios (como México) es el grado de avance de la enfermedad en
el momento de ser detectada: en nuestro país las lesiones se detectan tardíamente,
consecuentemente son de mayor tamaño y posiblemente hayan desarrollado
metástasis, lo que conlleva un peor pronóstico de curación.
Es
bien conocido que la detección temprana, seguida por la aplicación de terapias
apropiadas, disminuye la mortalidad por cáncer. Por esto, se invierte esfuerzo
y dinero para mejorar las técnicas de detección y tratamiento del cáncer
mientras se encuentra en etapas iniciales. Muchos países industrializados han
conseguido cambiar la tendencia de la tasa de mortandad. Hace tres décadas, en
ellos la mortalidad aumentaba año con año, pero desde los años noventa del
siglo pasado la tendencia es la opuesta, mientras que en México se mantiene en
aumento.
Se
han diseñado e implementado cuidadosos y rigurosos programas de tamizaje. Para
cáncer de mama, el tamizaje se enfoca en mujeres —sólo el 1% del cáncer de mama
afecta a varones— con edades entre 40 y 75 años, en términos generales. Los
programas de tamizaje hacen uso de la mamografía y todos se basan en la
aplicación de mamografías regulares (anuales, cada dos o tres años) de acuerdo
con el grupo poblacional. La normativa mexicana (NOM 041‐SSA2‐2011) contempla
la realización de una mamografía cada 2 años en mujeres entre 40 y 69 años.
Detectar o no
detectar
La
mamografía es un estudio radiológico de la glándula mamaria, su sensibilidad o
su capacidad promedio de ver un cáncer es de 80%. La ciencia trata de que estos
números sean mayores. Como desventaja podría señalarse que esta técnica no es
de utilidad para mujeres jóvenes y su sensibilidad es menor que el promedio
para mamas compuestas de tejido fibroglandular denso. “Es el estudio
radiológico más exigente en términos de calidad de imagen, razón que ha llevado
a los físicos a interesarnos, porque la ciencia y tecnología asociadas son
exquisitas debido a que la glándula está hecha de dos tipos de tejido blando
muy similares que se deben visualizar con alto contraste y resolución. La
desventaja es que usa radiación, aunque la dosis es muy baja, explicó María
Ester Brandan.
Hay
dos técnicas complementarias a la mamografía: una es el ultrasonido mamario y
la resonancia magnética mamaria. El primero usa ondas sonoras para crear una
imagen computarizada de la parte interna del seno, es útil para observar
algunos cambios en los senos, como masas —especialmente aquellas que se pueden
palpar, pero que no se pueden ver en un mamograma— más que calcios o cambios en
mujeres con tejido mamario denso. También puede utilizarse para analizar un
cambio que se observó en un mamograma. Es útil porque a menudo puede indicar la
diferencia entre quistes llenos de líquido y masas sólidas, además, está
ampliamente disponible, es relativamente fácil de hacer, y no expone a la
persona a radiación.
La
resonancia magnética mamaria es una tecnología que usa campos magnéticos para
producir imágenes detalladas del interior del cuerpo, no usa rayos X, por lo
que no conlleva exposición a radiación ionizante. Se usa para las mujeres en
general con el riesgo promedio sin condiciones especiales que las haga un grupo
de riesgo, su sensibilidad y especificidad son menores que la de una
mamografía.
Técnicas en etapa
experimental
Existen
otras técnicas con rayos X, imágenes moleculares, termografía, impedancia
electromagnética, entre otras, que se encuentran aún en etapas de desarrollo y
que a la fecha no pueden reemplazar a la mamografía como prueba de tamizaje.
Las técnicas presentadas como emergentes podrían llegar a ser útiles en el
futuro, aunque lo cierto es que todas estas requieren más investigación, y su
evaluación definitiva en ensayos clínicos, detalló la especialista.
Para
más información consultar: http://www.fisica.unam.mx/comentario_cancerdemama.pdf
(Academia Mexicana de Ciencias).
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