Cuba:
ordenar y controlar el régimen
de trabajo por cuenta propia
LA
HABANA.— El 10 de julio se anunció que la Gaceta de Cuba en su edición digital,
pues la impresa no estará disponible hasta fines de mes o inicios de agosto,
había publicado nuevas medidas que ordenan y amplían el trabajo por cuenta
propia en Cuba.
Toda
la prensa escrita, digital, televisiva y radial, inició la presentación de la
noticia con un resumen que expresa:
“La
voluntad del gobierno cubano favorece hoy la flexibilización y el ordenamiento
del trabajo por cuenta propia (TCP), reveló la viceministra de Trabajo y
Seguridad Social, Marta Elena Feitó.
En
declaraciones realizadas en conferencia de prensa en la sede del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, la funcionaria destacó que, en pos de propiciar un
avance en el desarrollo del TCP, el Consejo de Ministros aprobó un conjunto de
decisiones a tono con esta política refrendada en la conceptualización del
modelo cubano.
Las
normas, publicadas hoy en la Gaceta Oficial extraordinaria número 35 en su
sitio web, perfeccionan las disposiciones para esta forma de gestión y su
sistema de control, aseveró.
El
nuevo marco regulatorio, detalló la viceministra, incluye cinco decretos-leyes,
un decreto y 14 resoluciones en los que intervienen disimiles organismos del
estado como los ministerios de Transporte, Salud Pública, Industria, Cultura,
Finanzas y Precios y el Instituto de Planificación Física.
Las
medidas, declaró Feitó, además de satisfacer demandas de los propios
trabajadores del sector, establecen regulaciones para fortalecer el control en
los niveles municipal, provincial y nacional.
Según
refirió la funcionaria, con el reordenamiento, las 201 modalidades para el TCP
se reagrupan en 123 lo que permite reducir el trámite burocrático y nuclear en
una sola licencia varias actividades afines.
Todo
ello, acotó, sin que aumente la carga impositiva para el trabajador o se
elimine ninguna de las actividades ya aprobadas.
Al
contrario, y para dar respuesta a varias solicitudes dentro del sector, se
crean nuevas figuras dentro de esta forma de gestión como es la actividad de
bares y recreación, la figura del panadero-dulcero y el arrendador de
vehículos, ejemplificó.
Como
parte de las novedades más significativas, Feitó mencionó la posibilidad de
rentar a personas jurídicas por parte de los arrendadores de viviendas y la facultad
de estos de ofertar alimentos previo permiso de las autoridades sanitarias.
Asimismo,
se faculta a los titulares de negocios para delegar sus funciones en un
trabajador contratado ante una ausencia prolongada; y se aumentan las causales
y las actividades con derecho a solicitar una suspensión temporal de la
actividad.
La
aplicación de las nuevas disposiciones, cuya entrada en vigor acontecerá 150
días después de su divulgación en la Gaceta Oficial, entraña un proceso de
capacitación para los organismos encargados de su implementación y para los
actores del TCP, informó Feitó.
Transcurrido
ese tiempo, añadió, se reiniciará la entrega de las 27 modalidades de esta
forma de gestión ahora suspendidas. En Cuba existen actualmente 591 mil 456
trabajadores por cuenta.”
En
los espacios digitales, donde de inmediato pueden aparecer opiniones de la
población y que muchos consideran inexistentes en este país, comenzaron a
aparecer diversas opiniones.
Es
cierto que las nuevas regulaciones satisfacen algunas solicitudes de los
cuentapropistas, como por ejemplo unificar en una sola licencia actividades que
son afines y para las cuales las personas tenían que obtener más de una.
Cierto
es también que se enfocan los esfuerzos por responder a demandas de la
población como los excesivos precios que aplican vendedores ambulantes de
frutas, vegetales y viandas, o las elevadas tarifas de los transportistas
privados.
Que
se profundiza en temas como los del control sanitario para los que brindan
servicios gastronómicos resulta del agrado de todos, como resulta del agrado de
los cuentapropistas que se controle a quienes controlan para que desaparezcan
las constantes visitas de funcionarios e inspectores, para hacerlas más
eficientes, puesto que hasta ahora por esa vía no se ha logrado ni organizar ni
controlar.
Al
fin los que esperan hace meses por adquirir una licencia para algunas de las 27
actividades suspendidas saben que en diciembre podrán iniciar trámites, y los
dueños de bares camuflados como restaurantes podrán ajustar su licencia a lo
que realmente ofrecen.
Quienes
no ven avances en el llamado ordenamiento en curso insisten en que mientras los
cuentapropistas no puedan importar o comprar suministros, a precios lógicos,
tendrán que continuar adquiriendo los mismos por vías no muy legales y
manteniendo precios elevados.
Para
los transportistas privados se anuncia que tendrán que pertenecer a una
piquera, tener recorridos y precios fijos, y por ello podrán adquirir
combustible a precios diferenciados así como acceder a la compra de repuestos
de manera legal y a precios “normales”.
Dado
que no es interés del Estado suprimir esta forma de inserción laboral, entre
otras cosas porque durante décadas fue incapaz de garantizar estos servicios
por la vía estatal y porque luego del llamado Período Especial de los años 90
del pasado siglo se pudo absorber los miles de trabajadores que quedaban sin
empleo facilitándoles esta opción, cabe esperar que todos los esfuerzos se
dirijan objetivamente a su perfeccionamiento.
Obstáculos
habrá muchos. Se anuncia que los gastos de los cuentapropistas deberán hacerse
a través del empleo de cuentas bancarias, donde además irán a parar sus
ingresos, pero para esto indiscutiblemente el país no está preparado.
Cuba,
cuyo PIB ha crecido muy menguadamente en los últimos años, no puede ni debe
dedicar sus mayores esfuerzos a fortalecer un sector que no es esencial. Las
inversiones extranjeras que no llegan en la cantidad y calidad requerida, la
recuperación de las capacidades productivas de industrias como el azúcar y el
níquel, el crecimiento de la producción de ron y tabaco, la ampliación de la
prometedora industria biotecnológica y de medicamentos, encontrar nuevos
productos para exportar, producir para evitar importaciones, acelerar el
ambicioso y eficiente programa de ampliación de la generación eléctrica o la
extracción de petróleo y gas, y garantizar una industria turística que ofrezca
servicios de calidad a la par que crezca, esas sí son y deben ser las
principales tareas en el centro de la atención de las autoridades de todos los
organismos del país.
La
población ha recibido con mucho interés el accionar de quienes han asumido las
riendas del Gobierno hace pocos días. El joven Presidente parece incansable y
muy accesible, se ha referido con rigor a la lucha contra la corrupción y se
han visto resultados al respecto, también su preocupación por la solución de
los problemas de vivienda y obras sociales es destacada.
Pero
lo cierto es que quienes han recibido del soberano la tarea de dirigir la
nación deben hacerlo todo, y todo bien, y eso esperan quienes en breve
discutirán y aprobarán o no una nueva Constitución cuyo proyecto no será sólo
discutido por la Asamblea Nacional o una Constituyente, sino por todo el
pueblo.
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