Inclusión,
uno de los retos para México
si busca ser parte de la economía digital
CIUDAD
DE MÉXICO.— México es uno de los países que más ha incrementado el acceso a
Internet a su población en los últimos años. Hoy la cobertura es de 85%, y de
continuar con esta velocidad es probable que llegue a acercarse a los
estándares que marca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE); sin embargo, aún mantiene divergencias regionales, entre
grupos sociales y de género, reconoció Gabriela Ramos Patiño, directora general
de la OCDE.
En
lo que se refiere a los grupos de edad, los jóvenes mexicanos entre 16 y 24
años se ubican mejor en cuanto al uso de esta red de comunicación, pero solo
25% de las personas entre 55 y 74 años lo utilizan. “Esto es, sin duda, un
desafío porque la revolución digital no es solo para los que vienen (las nuevas
generaciones), es para todos los que tienen que estar involucrados y forman
parte del campo laboral”, destacó la maestra en políticas públicas por la
Universidad de Harvard.
Durante
la conferencia “El futuro del trabajo. Visión global OCDE”, que formó parte del
Foro Internacional 4T: Trabajo, Tecnología y Transformación para Todos, evento
realizado la semana pasada en la Ciudad de México, Ramos Patiño señaló que, en
lo referente a la automatización, y de acuerdo con el análisis que han
realizado desde la OCDE, “14% de los empleos en el mundo va a desparecer y 35%
van a ser completamente modificados, y si lo pensamos esto ya ha pasado, el
arquitecto de hace veinte años no es el mismo que el arquitecto de hoy, en la
actualidad todo es digital”.
Esta
transformación se conoce como alto riesgo o riesgo significativo de
automatización, un tema en el que también está presente la desigualdad, ya que
los empleos que están en mayor riesgo son aquellos que pueden ser codificados,
rutinarios; la directora general de la OCDE precisó que esas ocupaciones no son
las de bajas habilidades ni las de grandes aptitudes, sino las que requieren de
capacidades medias.
“Hemos
concluido que 40% de los trabajos realizados por empleados que cuentan con
educación media pueden desaparecer, en comparación del 15% de los trabajos
realizados por quienes tienen estudios universitarios. Así que tenemos que
reflexionar en cómo conseguir las habilidades necesarias para la era digital,
pero también cómo nos aseguramos de que la mayoría de la población pueda
alcanzar altos niveles educativos”, indicó Gabriela Ramos.
Agregó
que a nivel mundial los jóvenes se están insertando en trabajos en los que
pueden ser reemplazados fácilmente y que no proporcionan ninguna seguridad
social, pero a la vez se crean empleos que no existían y que son bien pagados,
lo que hace necesario que los jóvenes conozcan estos nuevos puestos, como
pueden ser: arquitecto de datos, programador en la nube y profesional en
marketing digital.
Acerca
del tema de la educación en México, Ramos Patiño destacó en su ponencia que la
inversión en este rubro ha aumentado y que se cuenta con una buena cobertura
educativa en el país, aunque recomendó poner énfasis en la calidad, en tener a
los mejores maestros y las mejores tecnologías.
“Si
no se invierte en los grupos de bajos ingresos, y no se le da prioridad
aquellos que se encuentran en desventaja (entre ellos mujeres y migrantes),
definitivamente vamos a ser menos competitivos, ya que estamos perdiendo el
potencial de todos los individuos que no se pueden conectar a Internet o
utilizar las tecnologías digitales”, estimó la especialista.
Gabriela
Ramos comentó que otro de los rubros a explorar es saber qué ocurre a nivel de
las empresas, ya que su futuro está vinculado al futuro del trabajo. De acuerdo
con la representante de la OCDE existe una alta concentración de patentes y
tecnología en unas cuantas empresas, que hace que el resto del mundo se esté
quedando atrás. “La investigación y el desarrollo se concentran en pocos países
y en pocas empresas: son 250 las que a nivel mundial generan 77% de la
investigación y se ubican en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China y
Japón”, expuso.
El
informe “Perspectivas de la OCDE sobre Economía Digital 2017” señala que en
2016 95% de las empresas de los países de la OCDE (34 en total) tenían Internet
de alta velocidad, contra 86% del año 2010; los mayores incrementos ocurrieron
en México, Letonia y Polonia. Sin embargo, hay importantes diferencias entre
las empresas grandes y las pequeñas, sobre todo en México, Grecia, Polonia y
Turquía, porque las pequeñas también están rezagadas en el uso de herramientas
modernas como el análisis de datos masivos y los servicios informáticos en la
nube.
El
desafío que presenta por tanto la revolución digital no es solo el de poder
utilizar las tecnologías, sino ser innovadores y crear tecnologías propias, y
ello implica apoyar a las empresas que están rezagadas, dotarlas de la
infraestructura digital que requieren para que, tanto como las pequeñas y
medianas empresas puedan participar en la economía digital, apuntó Ramos
Patiño.
Y
el primer paso que se debe dar para alcanzar dicho desarrollo, estimó la
directora general de la OCDE, es invertir para impulsar las habilidades
digitales de los grupos en desventaja, estimular el dinamismo empresarial con
el fin de estimular la productividad, y asegurarse de que existan regulaciones
para evitar la competencia desleal y desarrollar un mercado laboral incluyente,
entre otros aspectos. (Academia Mexicana de Ciencias).
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