lunes, 13 de agosto de 2018


El significado de la oración

Konaté Hernández

Es impresionante como algunas personas, en el afán de profundizar más en sus creencias espirituales y por desconocimiento e ignorancia distorsionan la manera tradicional de rezar un Padre Nuestro, un Ave María, el rezo de Santo Rosario, incluso la Santa Biblia, al interpretarla incorrectamente.
Si bien la oración es una forma de dialogar con Dios tal cual lo haríamos con un buen amigo, está debe de ser siempre sincera, sin tanta palabrería, ni palabras rebuscadas, ni contaminada por cuestiones económicas o políticas, sino salidas de las profundidades del corazón humano inmerso en el Corazón Misericordioso del Señor.

Orar es dialogar con el Señor, en un lenguaje ameno, sencillo y humano, el dialogo es escuchar pero también observar, a nuestro interlocutor, por lo que tiene que haber transmisor y receptor. En tanto que rezar, clamar al Padre con la oración por excelencia, enseñanza de Cristo dirigida a los hombres para que estos clamen al Padre, en nombre de la Santísima Trinidad y por intercesión de la siempre Virgen María, solo tiene una forma de decirse sin distorsionar el mensaje en su contexto teológico, religioso y espiritual.
Es muy hermoso decir un Padre Nuestro en la manera humana que cae en la mundanidad de la ignorancia que distorsiona la oración, sumiendo a la persona en creencias equívocas, erróneas y supersticiosas.
Las cadenas de oración donde se pide reenviar, compartir a cambio de obtener favores o milagros de Dios, no es otra cosa que condicionar el amor misericordioso del Señor a simples caprichos humanos, “el Señor obra como quiere, donde quiere, con quien quiere y cuando quiere sin condicionamiento alguno”.
Cabe destacar que los milagros suceden todos los días, como el milagro de nacer, el milagro de vivir y despertar cada mañana con buena salud, ¿no es está la más hermosa manifestación del amor de Dios para con nosotros, repito: no es la vida misma, la más clara manifestación de amor de Dios al hombre?, entonces ¿por qué esa obstinación por continuar creyendo y compartiendo esas cadenas que solo confunden y condicionan el amor misericordioso de Dios?, ¿por qué y para que distorsionar la oración por excelencia y de amor como el Padre Nuestro?
Finalmente la Santa Biblia que es la Santa Palabra de Dios, escrita por hombres (hagiógrafos) bajo la inspiración del Espíritu Santo debe de ser entendida e interpretada con el mismo Espíritu con que se escribió por la exégesis con la debida aprobación del Magisterio de la Iglesia Católica, esto según San Mateo capítulo 16, versículos 13 al 19. (Publicado en la edición de agosto 2018 en el Periódico Sagrada Familia).

No hay comentarios:

Publicar un comentario