La
violencia contra las mujeres en México
El aumento de la violencia en general en el país ha repercutido en
el incremento de la violencia contra las mujeres. Los investigadores Roberto
Castro Pérez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM)
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Florinda Riquer
Columba, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), llevan a cabo
un nuevo diagnóstico con las cifras más recientes sobre el tema, uno que toma
relevancia y atrae la atención en el marco del Día Internacional de la Mujer,
este 8 de marzo.
Los
académicos observaron que de 2016 a la fecha la presencia del crimen organizado
incrementa la prevalencia de mujeres víctimas de homicidio, particularmente en
la zona del Golfo de México, así como en los estados de Guerrero y Chiapas.
Este fenómeno responde a que suelen ser presas de sus actividades criminales
como secuestro, extorsión, robo con violencia, violación, y en menor medida
porque desempeñan actividades logísticas al servicio del crimen organizado
(como venta o fungir como informantes).
Las
mujeres víctimas de delitos sexuales, en condición migrante estatal, en un
rango de edad entre 12 y 44 años, separadas o divorciadas y bajos niveles
educativos, son más susceptibles a ser víctimas de homicidio por violencia
intrafamiliar, de pareja, violencia patrimonial y discriminación laboral,
además de parte de grupos criminales.
Castro
Pérez, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, señaló que los
homicidios en general y en especial contra las mujeres iban al alza desde el
periodo 2008-2011, pero en el año 2013 se empezó a registrar un descenso hasta
2015, y a partir de ese año la incidencia de nuevo se ha incrementado.
“Cuando
bajan los homicidios en general también baja la cifra de homicidios contra las
mujeres, pero en menor medida que en la de los hombres. Las estadísticas hablan
de un núcleo duro de violencia contra las mujeres que no se explica por el
crimen organizado, sino por una lógica patriarcal de dominación masculina que
tiene a las mujeres como objeto de disputas o como el lugar donde se expresan
las distintas formas de dominación. En parte se explica por la violencia
intrafamiliar, pero también existe la violencia laboral y de pareja”, indicó.
La
violencia contra las mujeres se define como cualquier acción u omisión, basada
en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico,
patrimonial, económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como en
el público. Los tipos son psicológica, física, patrimonial, económica, sexual o
cualquier otra que dañe su dignidad, integridad y libertad, de acuerdo con la
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Desaparición,
violación y extorsión
Los
principales factores de riesgo en el caso de las desapariciones son la
presencia de grupos criminales —al igual que en los casos de extorsión—,
residir en localidades urbanas, ser migrante nacional y ser estudiante. En
cuanto a las víctimas de violación y otros delitos sexuales tienen que ver con
el robo a casa habitación y robo de vehículo; las mujeres en mayor riesgo son
las que residen en zonas turísticas, asisten a la escuela, son migrantes
nacionales o internacionales, y son hablantes de alguna lengua indígena.
Tipo de lesiones
Algunos
resultados relevantes de las estadísticas de egresos hospitalarios de mujeres
por lesiones debidas a violencia del periodo 2005 a 2015 son que hubo 28 mil 51
egresos hospitalarios, de los cuales 26.85% fueron por ataques con arma
cortante o punzante; 23.60% por golpes sin armas y 5.73% por violación. La
media de edad de víctimas de alguna agresión fue de 30.2 años.
“En
forma global se presentan más agresiones en hombres que en mujeres. Sin
embargo, la violación se presenta cinco veces más en mujeres que en hombres; la
negligencia y maltrato se presentan 1.3 veces más en mujeres que en
hombres", destacaron Castro Pérez y Riquer Columba en el informe “La
situación de la violencia contra las mujeres en México”.
El
Estado de México, la entidad más poblada del país, es la de mayor número de
egresos hospitalarios. No obstante, Guanajuato es la sexta entidad más poblada,
pero la segunda en egresos hospitalarios.
Nuevo
León, Jalisco y Colima presentaron las mayores proporciones de egresos
hospitalarios “por defunción” debidas a violencia. Los estados con la menor
proporción de egresos por esta causa son Campeche y Tlaxcala.
Fortalecimiento de
las instituciones
La
segunda parte del diagnóstico —que aún se encuentra en proceso— es el
establecimiento de lazos con las instituciones responsables de combatir la
violencia contra las mujeres. Se ha detectado que muchos municipios del país
carecen de políticas públicas que permitan a las mujeres exigir una vida libre
de violencia; y de existir la legislación, no se contempla ninguna consecuencia
jurídica, los esfuerzos se enfocan en la prevención, atención, sanción y
erradicación de la violencia en contra de niños, niñas y mujeres.
Se
revisará cómo se está construyendo y haciendo funcionar a las instituciones,
“porque el problema se ha agravado a tal nivel que las mismas instituciones
empiezan a pasar por etapas de debilitamiento, ya sea porque las corporaciones
policíacas están infiltradas, por la enorme rotación de personal, porque no se
ha dado capacitación adecuada a los responsables, etcétera. Las políticas
públicas tienen que pensarse con un fuerte componente de fortalecimiento institucional”,
comentó el investigador del CRIM.
Roberto
Castro Pérez y Florinda Riquer Columba realizan este proyecto con apoyos del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología mediante la convocatoria Problemas
Nacionales. (Academia Mexicana de Ciencias).
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