Trabajar
con un mal jefe es
un riesgo para la salud
Trabajar
en un ambiente agradable con personas amigables es una de las mejores
experiencias. Sin embargo, no todos tienen esa suerte y deben lidiar con grupos
hostiles y jefes que propician los malos tratos. Estos últimos son señalados
por varias investigaciones como un factor estresante y perjudicial para la
salud.
Según
el análisis de un compilado de más de 200 estudios sobre ambientes laborales
reallizado por un equipo de la Harvard Business School y la Universidad de
Stanford, publicado en la revista Behavioral Science & Policy Association,
el estrés provocado por el trabajo puede generar un daño equiparable a ser un
fumador pasivo.
Los
riesgos de ser fumador pasivo incluyen alteraciones en los niveles de
triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre, lo que conlleva a una
reducción del colesterol bueno (HDL) y a una propensión a enfermedades
cardíacas.
De
acuerdo con la investigación, el daño se configura de esta forma porque este
tipo de ambientes laborales no contribuyen a la salud de sus trabajadores ni
incentivan las interacciones sociales entre compañeros.
Otra
investigación, desarrollada por la Asociación de Psicología de Estados Unidos,
indica que la mayor causa del estrés de los trabajadores está relacionada con
el comportamiento de sus superiores. Para el 75 por ciento de los
estadounidenses, tener un mal jefe es la principal causa de su estrés.
Además,
de acuerdo con un estudio de la Universidad de Manchester en el Reino Unido,
tener un jefe abusivo puede propiciar el desarrollo de cuadros depresivos en
trabajador que es víctima de los abusos.
A
pesar de los riesgos para la salud y la carga de estrés que ocasiona un clima
laboral tóxico, las personas no siempre pueden dejar sus trabajos porque los
necesitan para mantenerse o incluso porque no logra identificar las señales de
la relación a la que están sometidos.
Sin
embargo, existen algunas señales en el comportamiento que pueden ayudar a
identificar una relación tóxica trabajador-patrón. de acuerdo con el psicólogo
Travis Bradberry.
Retroalimentación
siempre negativa
Recibir
devoluciones de los jefes es importante para el desarrollo como trabajador en
la empresa. De acuerdo con esas evaluaciones, se informan los cambios a
realizar. No obstante, algunos jefes suelen hacer solo críticas negativas y
desmotivadoras.
Tiranía
Los
jefes también tienen días complicados y deben lidiar con la presión constante
del trabajo. Eso no significa que puedan descargar su estrés en los
trabajadores con actos de tranía o temperamento explosivo.
Es
frecuente que los trabajadores se retraigan por miedo a la reacción de su jefe,
que puede “explotar” ante cualquier sugerencia o situación que le pueda
desagradar.
Expectativas poco
realistas
Algunos
jefes ven a los trabajadores como extensiones de sí mismos o como alumnos que
aprenderán lo que ellos consideran como correcto. De esta forma, se crea una
expectativa del comportamiento de los empleados.
Si
sientes que, aunque lo intentes, no logras cumplir con las expectativas de tu
jefe, entonces el ambiente no es muy saludable.
Falta de
admiración por el jefe
Es
muy difícil trabajar con un jefe que no te inspira, en especial cuando la
persona que debería liderar el equipo no lo hace, lo que genera caos entre los
empleados. (Noticieros Televisa).
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