Ciencia
maravillosa en el universo de Stan Lee
CIUDAD
DE MÉXICO.— Stan Lee ha muerto. Durante sus casi 95 años de vida fecundó en
gran medida, junto con Steve Ditko y Jack Kirby como parte de un super equipo
digno de los Avengers o de los X-Men (aunque con la creciente y cambiante
participación de muchos otros artistas) el Universo 616, número con el que está
etiquetado el universo canónico, el principal de los innumerables que forman el
multiverso de los cómics de Marvel, señala Luis Javier Plata Rosas.
“Ha
muerto Stan Lee y ya no habrá más de sus cameos (salvo aquellos que filmó para
las películas a estrenarse en 2019) a los que el público estaba acostumbrado no
sólo en sus creaciones sino, inclusive, en películas de su principal
competencia (al menos en términos de éxito en los cómics, ya que no en el
cine), porque su versión de caricatura aparece en la cinta animada de Jóvenes
Titanes en acción”, agrega el profesor-investigador en charla con la Academia
Mexicana de Ciencias (AMC), con relación a la perspectiva que tenía el afamado
editor de cómics estadounidense sobre la ciencia y de la manera en que recurrió
a ella para alimentar su creatividad, la cual quedó plasmada en su trabajo.
Stan Lee murió el pasado 12 de noviembre de 2018.
Plata
Rosas destaca que entre las innovaciones que, sobre todo en sus inicios —en los
años sesenta—, distinguieron a Spider-Man, Los cuatro fantásticos y otros
protagonistas de Marvel Comics de la legión de superhéroes ya existentes en esa
época hay una que no pocas veces pasa desapercibida, y precisa:
“Cada
vez que Superman, toda vez que Batman, siempre que el Capitán Marvel (ahora
llamado Shazam, para no confundir con la Capitana Marvel de la compañía
homónima) se enfrentaban con algún supervillano o con alguna tecnología que
requiriese entender o usar algo de ciencia, consultaban a algún científico
vestido, para reconocimiento inmediato del lector, no con mallas ni capa, por
supuesto, sino con una estereotípica bata blanca.
“Como
personaje de apoyo ni siquiera secundario, el científico no merecía siquiera un
nombre, dado que podía intercambiarse sin mayor problema por cualquier otro
dibujo de alguien con bata blanca en otra de las aventuras del superhéroe
protagonista. Pero algo muy diferente
comenzaba a ocurrir en el universo Marvel”.
Es
así como Plata Rosas describe que en 1961 se publicó el primer número de Los
cuatro fantásticos y para todos sus lectores quedaba claro que el líder del
grupo era Reed Richards… ¡un científico!, recalca el investigador, un
científico, cuya inteligencia y conocimientos eran tan o más necesarios que sus
superpoderes para triunfar al enfrentarse a amenazas cósmicas como la de
Galactus, el Devorador de mundos.
“Y
el Dr. Richards no fue una anomalía, pues el universo Marvel comenzó a reclutar
a nerds como Peter Parker/Spiderman —destinados antes a ser, valga la
redundancia, el comic relief de los cómics—, ingenieros como Tony
Stark/Iron-Man, físicos como Bruce Banner/Hulk y bioquímicos como Hank
Pym/Ant-Man, genetista. Cierto es que, al igual que con los Premio Nobel, las
científicas estaban subrepresentadas en esta lista de los héroes más poderosos
de la Tierra”, reconoce Luis Javier Plata Rosas.
Sin
la menor duda, para el doctor en oceanografía por la Universidad de Guadalajara
y conferencista de Domingos en la Ciencia —programa de la AMC—, Marvel está
viendo el surgimiento de una nueva generación de científicas con, entre otras
mujeres que no necesitan ningún superpoder para empoderarse y salvar al mundo:
“Valeria Richards, hija de Mr. Fantastic; Lunella Lafayette/Moon Girl, experta
en ingeniería y la persona más inteligente del Universo Marvel; Nadia Van
Dyne/Avispa, hija de Hank Pym y fundadora de G.I.R.L. (siglas en inglés de
Laboratorio de Investigación para Genios en Acción), organización que recluta
mujeres sobresalientes en ciencia y tecnología; Riri Williams/Ironheart,
estudiante de ingeniería del Instituto Tecnológico de Massachussets, y Shuri,
hermana de la Pantera Negra y científica de alto nivel de Wakanda”, resalta el
investigador y divulgador Luis Javier Plata. (Academia Mexicana de Ciencias).
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