miércoles, 11 de octubre de 2017

Pech sigue dividiendo a Morena
en la disputa por candidaturas

El movimiento de reivindicación interna de Morena busca recuperar el partido y frenar la ambición de José Luis Pech Várguez, quien continúa amenazando a la militancia, al tiempo que promueve a sus amigos priistas y a algunos panistas y perredistas, a quienes ofrece candidaturas a cambio de prebendas y aportaciones económicas, en efectivo y en especie.
Militantes ignorados, abandonados y ofendidos en todo Quintana Roo han emprendido un movimiento para recuperar el partido, pues señalan a Pech Várguez de mantenerlo secuestrado.

La gestión de poco más de un año del actual delegado estatal ha dado como resultado una división interna que pone en riesgo el triunfo electoral para el instituto político en Quintana Roo, ante la preferencia del delegado estatal para promover a sus amigos priistas y uno que otro panista y perredista a cargos de elección popular por sobre los militantes de Morena, lo que ha provocado gran inconformidad. Ante ello los “protagonistas del cambio verdadero”, como son llamados en sus estatutos, se han organizado con la intención de recuperar lo que con tiempo, trabajo y recursos económicos les costó a los verdaderos morenos en el estado.
En ocho de los once municipios se han integrado comités de protagonistas del cambio verdadero, para que desde la base partidista se organicen los equipos de trabajo para defender el voto en el proceso electoral 2018, debido a que, de acuerdo a militantes de Morena, los comités que han presentado los coordinadores distritales, avalados por Pech Várguez, al Comité Ejecutivo Nacional, en su mayoría son formatos solamente, pues quienes aparecen nombrados desconocen pertenecer al partido y a los comités.
Para Pech Várguez y sus aliados como Omar Sánchez Cutis esto significaría perder el poder de Morena y con ello la oportunidad de seguir medrando con las aspiraciones de muchos y la ambición de unos cuantos, a quienes les han ofrecido candidaturas a cambio de prebendas y aportaciones económicas, en efectivo y en especie. Y es que tanto estiraron la liga de la buena voluntad de sus militantes que éstos llegaron al hartazgo y esos mismos que han dado su tiempo, esfuerzo y hasta su dinero, manifiestan estar cansados de la explotación, amenazas, desprecio y autoritarismo del delegado y sus coordinadores, y siguiendo el mensaje de Andrés Manuel López Obrador de que “sólo el pueblo organizado puede salvar al pueblo”, han emprendido las acciones que les permitan recuperar al partido en Quintana Roo.
Ante esta situación continúan las llamadas telefónicas para advertir a los militantes sobre el riesgo que corren de ser expulsados del partido si continúan con la creación de comités municipales para promover el crecimiento y fortalecimiento de Morena, así como del Proyecto Alternativo de Nación, muchas veces sin percibir salario, por compromiso personal con Andrés Manuel López Obrador.
El nerviosismo prevalece en el ánimo del delegado estatal de Morena y sus cuatro coordinadores distritales, tan es así que entre ellos se han empezado a dividir, al grado de que la coordinadora del Distrito 2, Yensuni Martínez, ya fue destituida por Pech Várguez y con ello las aspiraciones de la candidatura a la diputación federal se esfuman para ella.
Por otra parte, el más cercano aliado de Pech, Omar Sánchez Cutis, enfrenta un proceso legal ante el Tribunal Electoral de la Federación con sede en Xalapa, Veracruz, por actos anticipados de campaña, promoción ilegal de su imagen y por explotación de menores, situación que pone en riesgo la ambición y los compromisos que adquirieron Pech y Sánchez Cutis en el municipio de Solidaridad.
En cuanto a los coordinadores de los Distritos 3 y 4, Anahí González y Juan Ríos, sus únicos méritos son estar a las órdenes de la ambición de Pech y Sánchez Cutis.
Ante este panorama el resultado electoral de Morena en Quintana Roo en el 2018 luce incierto.

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