Pech
sigue dividiendo a Morena
en la disputa por candidaturas
El
movimiento de reivindicación interna de Morena busca recuperar el partido y
frenar la ambición de José Luis Pech Várguez, quien continúa amenazando a la
militancia, al tiempo que promueve a sus amigos priistas y a algunos panistas y
perredistas, a quienes ofrece candidaturas a cambio de prebendas y aportaciones
económicas, en efectivo y en especie.
Militantes
ignorados, abandonados y ofendidos en todo Quintana Roo han emprendido un
movimiento para recuperar el partido, pues señalan a Pech Várguez de mantenerlo
secuestrado.
La
gestión de poco más de un año del actual delegado estatal ha dado como
resultado una división interna que pone en riesgo el triunfo electoral para el
instituto político en Quintana Roo, ante la preferencia del delegado estatal
para promover a sus amigos priistas y uno que otro panista y perredista a
cargos de elección popular por sobre los militantes de Morena, lo que ha
provocado gran inconformidad. Ante ello los “protagonistas del cambio verdadero”,
como son llamados en sus estatutos, se han organizado con la intención de
recuperar lo que con tiempo, trabajo y recursos económicos les costó a los
verdaderos morenos en el estado.
En
ocho de los once municipios se han integrado comités de protagonistas del
cambio verdadero, para que desde la base partidista se organicen los equipos de
trabajo para defender el voto en el proceso electoral 2018, debido a que, de
acuerdo a militantes de Morena, los comités que han presentado los
coordinadores distritales, avalados por Pech Várguez, al Comité Ejecutivo
Nacional, en su mayoría son formatos solamente, pues quienes aparecen nombrados
desconocen pertenecer al partido y a los comités.
Para
Pech Várguez y sus aliados como Omar Sánchez Cutis esto significaría perder el
poder de Morena y con ello la oportunidad de seguir medrando con las
aspiraciones de muchos y la ambición de unos cuantos, a quienes les han
ofrecido candidaturas a cambio de prebendas y aportaciones económicas, en
efectivo y en especie. Y es que tanto estiraron la liga de la buena voluntad de
sus militantes que éstos llegaron al hartazgo y esos mismos que han dado su
tiempo, esfuerzo y hasta su dinero, manifiestan estar cansados de la
explotación, amenazas, desprecio y autoritarismo del delegado y sus
coordinadores, y siguiendo el mensaje de Andrés Manuel López Obrador de que “sólo
el pueblo organizado puede salvar al pueblo”, han emprendido las acciones que
les permitan recuperar al partido en Quintana Roo.
Ante
esta situación continúan las llamadas telefónicas para advertir a los militantes
sobre el riesgo que corren de ser expulsados del partido si continúan con la
creación de comités municipales para promover el crecimiento y fortalecimiento
de Morena, así como del Proyecto Alternativo de Nación, muchas veces sin
percibir salario, por compromiso personal con Andrés Manuel López Obrador.
El
nerviosismo prevalece en el ánimo del delegado estatal de Morena y sus cuatro
coordinadores distritales, tan es así que entre ellos se han empezado a
dividir, al grado de que la coordinadora del Distrito 2, Yensuni Martínez, ya
fue destituida por Pech Várguez y con ello las aspiraciones de la candidatura a
la diputación federal se esfuman para ella.
Por
otra parte, el más cercano aliado de Pech, Omar Sánchez Cutis, enfrenta un
proceso legal ante el Tribunal Electoral de la Federación con sede en Xalapa,
Veracruz, por actos anticipados de campaña, promoción ilegal de su imagen y por
explotación de menores, situación que pone en riesgo la ambición y los
compromisos que adquirieron Pech y Sánchez Cutis en el municipio de
Solidaridad.
En
cuanto a los coordinadores de los Distritos 3 y 4, Anahí González y Juan Ríos, sus
únicos méritos son estar a las órdenes de la ambición de Pech y Sánchez Cutis.
Ante
este panorama el resultado electoral de Morena en Quintana Roo en el 2018 luce incierto.
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