El
pasado priista persigue a José Luis Pech
El
pasado priista persigue como una sombra incómoda a José Luis Pech Várguez. Reconocido
discípulo de Félix González Canto, empleado fiel en las antes famosas Redes de
Ovando, así como cómplice en algunos saqueos de Roberto Borge, José Pech Várguez
fue favorecido por los gobiernos priistas con puestos de dirección en empresas
como Deturin, Duelas y Lambrines de Quintana Roo y Maderas Industrializadas de
Quintana Roo (Miqroo), hasta terminar como rector de la Uqroo, de donde fue
cesado en junio de 2011, al oponerse a que Miguel Martínez Cabrera, un
borgista, fungiera como responsable de la administración y finanzas de la
Universidad.
La
relación de Pech con los gobiernos priistas estatales inició con Miguel Borge
Martín, quien lo hizo secretario de Turismo; en la administración de Mario
Villanueva estuvo ausente de cargos públicos, pero Joaquín Hendricks Díaz lo
revivió e hizo secretario de Gobierno y de Hacienda, mientras que con Félix
González Canto fue secretario de Educación.
Ahora,
con la estafeta de opositor y abanderado de Morena, ha convertido al seno de
este partido en una arena de enfrentamientos internos y se ha ganado críticas y
enemistades por desdeñar el trabajo de las bases y de quienes “picaron piedra”
en el partido, además de pretender favorecer a sus incondicionales, haciendo a
un lado a la verdadera militancia.
Reparto del
“botín”
En
diferentes entrevistas el delegado estatal de Morena se ha negado a dar los
nombres de quienes ha propuesto como candidatos para el proceso electoral 2018,
pero su misma gente se ha encargado de filtrar la información para tratar de
imponer sus intereses personales.
En
Othón P. Blanco está promoviendo a Fernando Protonotario, un personaje gris que
llegó de las filas del PAN, quien tiene como único mérito la amistad de años
con la familia de Pech Várguez. Asimismo en días pasados se supo que la
coordinadora de distrito Yensuni Martínez Hernández, quien ya se sentía
candidata a la diputación federal por el Distrito 2, fue eliminada de la lista
de su delegado estatal, quien inmediatamente se reunió con Hernán Villatoro y
Manuel Aguilar para acordar a quién le cederá dicho espacio.
La
salida de Martínez Hernández debió ser negociada con la afectada, ya que en
Carrillo Puerto dos miembros de la familia política de la coordinadora de
distrito se promueven como candidatos en el municipio, David Hernández
Hernández y María Hernández Solís, padre y hermana de su pareja sentimental,
David Hernández Solís.
En
Tulum la situación no es muy diferente, David “Fili” Tah Balam, quien fuera
candidato a diputado por el Distrito Local IX en 2016 ha sido designado como
candidato para la presidencia municipal, siendo sus méritos el haberse rendido
a la familia Toledo Medina para facilitar la llegada de Carlos al Congreso del
Estado, así como ser parte de los promotores de la invasión a la que dieron por
nombre Colonia 2 de Octubre.
Otro
municipio en el que la amistad familiar de Pech Várguez determinó la
designación es Cozumel, donde Juanita Alonso Marrufo hace su promoción personal
gracias a ser prima de Ericka Leticia Alonso Flores, quien es esposa del José
Luis Pech Galera, hijo del delegado estatal de Morena.
Una
muestra más de la falta de visión política y organización de Morena en Quintana
Roo es la manipulación total que Omar Sánchez Cutis hace en Solidaridad,
promoviendo a Laura Corrales Navarrete como candidata a la presidencia
municipal, siendo sus méritos perder el juicio mercantil 362/2015 ante Banco
Invex S.A. por el cual perdió su casa la recepcionista hotelera, por lo que
para mantener su campaña de promoción personal recurrió al apoyo de Francisco
“Pocho” Cardeña, quien obtiene recursos vía su esposa, quien es parte del
equipo de trabajo de Cinthya Osorio de Góngora, donadora de las famosas
playeras rosadas, las cuales fueron impresas, sin costo, en la empresa de
serigrafía y bordados, propiedad de Orlando Muñoz Gómez, actual director de
Protección Civil en Solidaridad, a quien Sánchez Cutis ya integró como
patrocinador de su campaña anticipada a la diputación federal del Distrito I
federal.
Todo
ello indica que los principios de Morena en Quintana Roo no son respetados por
el delegado estatal y mucho menos por sus coordinadores, por lo que el reto a
enfrentar es mayúsculo en 2018, con integrantes que estén bien capacitados y
que privilegien el proyecto de su líder nacional por sobre las aspiraciones
personales.
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