martes, 3 de octubre de 2017

EU aprieta tuercas desdeñando diplomacia y respeto; Cuba responde con mesura
  
Bruno Rodríguez Parrilla, canciller de Cuba.

N. Mario Rizzo M.

LA HABANA.— En anunciada conferencia de prensa, a pocas horas de conocerse las nuevas medidas adoptadas por EEUU que atentan contra el normal funcionamiento de las embajadas en ambos países y entorpecen las relaciones bilaterales, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla leyó en español e inglés una declaración oficial del MINREX y respondió preguntas formuladas por agencias cubanas y norteamericanas.

Exactamente a las 3 PM en los salones de la cancillería, ante nutrido grupo de periodistas, el jefe de la diplomacia de la isla inició sus palabras ofreciendo condolencias al pueblo norteamericano por la masacre ocurrida en Las Vegas, así como reiteró que Cuba espera la respuesta de Puerto Rico para enviar a esa isla un hospital de campaña, decenas de médicos especializados en atención a desastres, los materiales necesarios para que los mismos puedan desarrollar su labor, y dos brigadas de trabajadores del sector eléctrico destinados a coadyuvar a la recuperación energética.
Hizo Rodríguez Parrilla mención a la medida adoptada por el Departamento de Estado el pasado 29 de septiembre mediante la cual se reduce el personal diplomático norteamericano de su embajada en La Habana, reduciendo grandemente los servicios que ésta presta, incluyendo los consulares. De inmediato expuso que en la mañana de esta fecha concedió 7 días para que abandonen los EEUU un total de 15 diplomáticos cubanos acreditados en Washington DC.
¿A qué dan respuesta tales medidas?
Este hecho da continuidad a la expulsión de otros dos diplomáticos el pasado 2 de mayo, y constituye prueba de que un supuesto “ataque sónico” contra personal norteamericano en la isla ocurrido, según aseveran las autoridades norteñas, en noviembre de 2016, ha sido politizado don el claro objetivo de entorpecer y hacer retroceder los avances anteriores en materia del restablecimiento de relaciones normales.
Las argumentadas afectaciones a la salud presentadas por diplomáticos y familiares no fueron informadas a Cuba hasta febrero de 2017, y el 21 de ese propio mes el presidente Raúl Castro en conversación con el encargado de Negocios mostró la total disposición de llevar a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer totalmente los hechos.
Cuba nombró una amplia y calificada comisión que no ha tenido acceso a los lugares donde supuestamente ocurrieron los hechos, ni ha podido entrevistar a los afectados, ni ha recibido datos fiables y precisos que la parte norteamericana haya podido obtener.
La Isla reforzó desde entonces la seguridad de diplomáticos y familiares, estableció una línea directa entre la embajada y el cuerpo de Seguridad Diplomática, y permitió la visita al país de expertos de diferentes agencias de seguridad e inteligencia norteamericanas en junio y septiembre, los cuales incluso trajeron al país sofisticados equipos para apoyar sus investigaciones.
Los expertos extranjeros reconocieron la alta calificación de la comisión cubana y también concluyeron que no existen evidencias de las posibles causas de los supuestos hechos.
Las medidas adoptadas por la parte norteamericana, según el canciller Rodríguez Parrilla, sólo buscan politizar el suceso y tomarlo como excusa para retroceder en cuanto a la normalización de relaciones, lo cual resulta obvio dada la negativa a facilitar acceso a Cuba de las informaciones que de primera mano los investigadores norteamericanos hubiesen podido recabar.
Respuestas a la prensa
Respondiendo a una pregunta de la corresponsal de AP, el Canciller dejó claro que las medidas adoptadas por EEUU no dan respuesta a ninguna medida tomada por Cuba, puesto que no han existido tales; también que indudablemente marcan un serio retroceso de las relaciones. Expuso además que con las autoridades canadienses, dado que entre los afectados hay personas de esa nacionalidad, hay permanente contacto y cooperación.
A una pregunta de periodista cubano, respondió el canciller que por primera vez el pasado 29 de septiembre se tildó de ataque lo ocurrido a las personas afectadas, reconociendo que no se han podido determinar ni responsables ni causa. Expuso que la directiva emitida en la mañana de hoy por el Departamento de Estado mediante la cual se pide a 15 funcionarios cubanos abandonen los EEUU es carente de razones lógicas y ajena a las adecuadas prácticas diplomáticas.
Dijo también Rodríguez Parrilla que en forma anónima un funcionario del Departamento de Estado había emitido declaraciones que lejos de aclarar o precisar las intenciones de tal medida deja aún más en entredicho su carácter pues más bien, y así lo calificó, en lenguaje propio de Cantinflas ni aporta, ni aclara. Precisó además que quedará solamente un funcionario consular en Washington DC por lo que indiscutiblemente se afectarán las labores propias de esa dependencia.
El periodista acreditado por la CNN sugirió que tal vez tales actos de agresión hayan podido haber sido realizados por terroristas internacionales, a lo cual el Canciller respondió diciendo que los únicos ataques terroristas realizados en Cuba han sido organizados y dirigidos desde territorio norteamericano.
A pregunta de una periodista cubana respondió el Canciller que reiteraba que los médicos cubanos no han podido entrevistarse con los afectados y que tampoco la comisión isleña ha recibido la información solicitada; que para colmo de pronto la prensa estadounidense ha comenzado a “informar” que muchos de los funcionarios expulsados son oficiales de inteligencia, reiterando que esto es absolutamente falso.

Concluida la conferencia los asistentes recibieron copias en español e inglés de las declaraciones, y no es de dudar que así haya sido para evitar citas ficticias o facilitar a la prensa disponer de un material que sí respetó las normas diplomáticas aún cuando mantuvo posiciones firmes. 

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