EU
aprieta tuercas desdeñando diplomacia y respeto; Cuba responde con mesura
Bruno Rodríguez Parrilla, canciller de Cuba. |
N.
Mario Rizzo M.
LA
HABANA.— En anunciada conferencia de prensa, a pocas horas de conocerse las
nuevas medidas adoptadas por EEUU que atentan contra el normal funcionamiento
de las embajadas en ambos países y entorpecen las relaciones bilaterales, el canciller
Bruno Rodríguez Parrilla leyó en español e inglés una declaración oficial del
MINREX y respondió preguntas formuladas por agencias cubanas y norteamericanas.
Exactamente
a las 3 PM en los salones de la cancillería, ante nutrido grupo de periodistas,
el jefe de la diplomacia de la isla inició sus palabras ofreciendo condolencias
al pueblo norteamericano por la masacre ocurrida en Las Vegas, así como reiteró
que Cuba espera la respuesta de Puerto Rico para enviar a esa isla un hospital
de campaña, decenas de médicos especializados en atención a desastres, los
materiales necesarios para que los mismos puedan desarrollar su labor, y dos
brigadas de trabajadores del sector eléctrico destinados a coadyuvar a la
recuperación energética.
Hizo
Rodríguez Parrilla mención a la medida adoptada por el Departamento de Estado
el pasado 29 de septiembre mediante la cual se reduce el personal diplomático
norteamericano de su embajada en La Habana, reduciendo grandemente los
servicios que ésta presta, incluyendo los consulares. De inmediato expuso que
en la mañana de esta fecha concedió 7 días para que abandonen los EEUU un total
de 15 diplomáticos cubanos acreditados en Washington DC.
¿A qué dan
respuesta tales medidas?
Este
hecho da continuidad a la expulsión de otros dos diplomáticos el pasado 2 de
mayo, y constituye prueba de que un supuesto “ataque sónico” contra personal
norteamericano en la isla ocurrido, según aseveran las autoridades norteñas, en
noviembre de 2016, ha sido politizado don el claro objetivo de entorpecer y
hacer retroceder los avances anteriores en materia del restablecimiento de
relaciones normales.
Las
argumentadas afectaciones a la salud presentadas por diplomáticos y familiares
no fueron informadas a Cuba hasta febrero de 2017, y el 21 de ese propio mes el presidente Raúl Castro en conversación con el encargado de Negocios mostró la
total disposición de llevar a cabo las investigaciones necesarias para
esclarecer totalmente los hechos.
Cuba
nombró una amplia y calificada comisión que no ha tenido acceso a los lugares
donde supuestamente ocurrieron los hechos, ni ha podido entrevistar a los
afectados, ni ha recibido datos fiables y precisos que la parte norteamericana
haya podido obtener.
La
Isla reforzó desde entonces la seguridad de diplomáticos y familiares,
estableció una línea directa entre la embajada y el cuerpo de Seguridad
Diplomática, y permitió la visita al país de expertos de diferentes agencias de
seguridad e inteligencia norteamericanas en junio y septiembre, los cuales
incluso trajeron al país sofisticados equipos para apoyar sus investigaciones.
Los
expertos extranjeros reconocieron la alta calificación de la comisión cubana y
también concluyeron que no existen evidencias de las posibles causas de los
supuestos hechos.
Las
medidas adoptadas por la parte norteamericana, según el canciller Rodríguez
Parrilla, sólo buscan politizar el suceso y tomarlo como excusa para retroceder
en cuanto a la normalización de relaciones, lo cual resulta obvio dada la
negativa a facilitar acceso a Cuba de las informaciones que de primera mano los
investigadores norteamericanos hubiesen podido recabar.
Respuestas a la
prensa
Respondiendo
a una pregunta de la corresponsal de AP, el Canciller dejó claro que las
medidas adoptadas por EEUU no dan respuesta a ninguna medida tomada por Cuba,
puesto que no han existido tales; también que indudablemente marcan un serio
retroceso de las relaciones. Expuso además que con las autoridades canadienses,
dado que entre los afectados hay personas de esa nacionalidad, hay permanente
contacto y cooperación.
A
una pregunta de periodista cubano, respondió el canciller que por primera vez
el pasado 29 de septiembre se tildó de ataque lo ocurrido a las personas
afectadas, reconociendo que no se han podido determinar ni responsables ni
causa. Expuso que la directiva emitida en la mañana de hoy por el Departamento
de Estado mediante la cual se pide a 15 funcionarios cubanos abandonen los EEUU
es carente de razones lógicas y ajena a las adecuadas prácticas diplomáticas.
Dijo
también Rodríguez Parrilla que en forma anónima un funcionario del Departamento
de Estado había emitido declaraciones que lejos de aclarar o precisar las
intenciones de tal medida deja aún más en entredicho su carácter pues más bien,
y así lo calificó, en lenguaje propio de Cantinflas ni aporta, ni aclara.
Precisó además que quedará solamente un funcionario consular en Washington DC
por lo que indiscutiblemente se afectarán las labores propias de esa
dependencia.
El
periodista acreditado por la CNN sugirió que tal vez tales actos de agresión
hayan podido haber sido realizados por terroristas internacionales, a lo cual
el Canciller respondió diciendo que los únicos ataques terroristas realizados
en Cuba han sido organizados y dirigidos desde territorio norteamericano.
A
pregunta de una periodista cubana respondió el Canciller que reiteraba que los
médicos cubanos no han podido entrevistarse con los afectados y que tampoco la
comisión isleña ha recibido la información solicitada; que para colmo de pronto
la prensa estadounidense ha comenzado a “informar” que muchos de los
funcionarios expulsados son oficiales de inteligencia, reiterando que esto es
absolutamente falso.
Concluida
la conferencia los asistentes recibieron copias en español e inglés de las
declaraciones, y no es de dudar que así haya sido para evitar citas ficticias o
facilitar a la prensa disponer de un material que sí respetó las normas
diplomáticas aún cuando mantuvo posiciones firmes.
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