Las
palabras taínas que usas
todos los días sin darte cuenta
LA
HABANA.— El exterminio de la conquista española en el Caribe casi borró la
presencia Taína de la región, sin embargo, su idioma y raíces culturales han
resistido el paso del tiempo.
Según
los expertos, el idioma taíno es el que más presencia tiene en el Español de
todos los dialectos de las Américas anteriores a 1492.
Decía
Bartolomé de las Casas que la “lengua de los indios” era “la más elegante y más
copiosa de vocablos, y la más dulce en sonidos”.
A
lo que se refería el historiador en sus crónicas desde América era en realidad
al taíno, la primera lengua nativa del continente con la que se encontraron los
españoles cuando llegaron en 1492.
Fue
en La Española (la isla que comparten Haití y República Dominicana) y luego en Cuba, donde los conquistadores
europeos se toparon con esa nueva realidad lingüística que, poco sospechaban
entonces, acabaría marcando profundamente su propio idioma.
“Al
ser la primera lengua con la que se encuentran, es la que deja mayor huella en
el español general, convirtiéndose en la más antigua y abundante en nuestro
idioma”, destaca María José Rincón, miembro de la Academia Dominicana de la
Lengua.
Con
“español general” la experta se refiere al idioma que se habla en común en
todos los países hispanohablantes, ya que como reconoce, la influencia de otras
lenguas indígenas en países específicos como el caso del náhuatl en México es
mayor.
Sin
embargo, los conquistadores adoptaron palabras taínas para denominar nuevas realidades
que no conocían —sobre todo relacionadas con la naturaleza— y se las llevaron
en sus viajes posteriores por otros territorios.
Esto
hizo que muchos países de la América continental abandonaran incluso sus
propios indigenismos para adoptar palabras tainas llevadas por los españoles
desde República Dominicana, Puerto Rico o Cuba, entre otros.
Según
Rincón, “el 30% de los indigenismos recogidos en las crónicas de Indias es de
origen taíno”, lo cual es “muchísimo” teniendo en cuenta que La Española fue
solo la puerta de entrada a América para los españoles, que acabaron por
asimilar al pueblo taíno que sobrevivió a las enfermedades europeas o al
tráfico de esclavos.
Palabras
que quizás no sabías que eran taínas:
Según
la lexicógrafa, el Diccionario de la lengua española recoge hoy unas 70 voces
de origen taíno. Pero en el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico son
más de 800.
Barbacoa:
En taíno, se utilizaba para denominar al armazón que sostiene una planta
trepadora o a un entramado elevado del suelo donde se coloca la comida para no
ser alcanzada por los animales.
De
ahí, pasó al español y después a otros idiomas como el inglés o el francés
(barbecue) cambiando su significado al de la parrilla utilizada para asar o del
asado de carne en sí.
En
países como República Dominicana se mantuvo el significado original taíno para
“barbacoa”, por lo que para referirse a la otra realidad utilizan “parrillada”
o “barbecue” (BBQ), como en inglés.
Es
decir, que este término fue tomado por lenguas extranjeras para regresar
finalmente al Caribe, donde se adoptó la palabra inglesa pese a que su origen
era taíno. Es lo que los expertos llaman “una palabra bumerán”.
Y
no hay que olvidarse de Cuba, donde también usan “barbacoa” con ingenio para
llamar a una plataforma de madera o concreto utilizada para dividir la altura
de una habitación y ganar así otro espacio.
Canoa:
La embarcación tallada en una pieza a partir del tronco de un solo árbol, tiene
el honor de ser el americanismo más antiguo en ser reconocido oficialmente en
la lengua española.
Así,
fue la primera palabra indígena americana reflejada en un diccionario español,
concretamente en el primer “Vocabulario español-latino” de Antonio de Nebrija
publicado en 1494 o 1495.
Es
decir, que hay palabras taínas que se convirtieron tan importantes para nuestro
idioma que muy poco después de la llegada de los españoles a América en 1492 ya
se tuvo que “oficializar” su uso en un manual de lengua. También llegaron
después al inglés y francés (canoe y canoë).
En
las primeras crónicas de Indias, sin embargo, los españoles tenían que añadir
una explicación al utilizarla para asegurarse de que en su país lo
entenderían:“viajan en canoas o almadías”, que era la palabra de origen árabe
usada entonces para denominar embarcaciones similares y que hoy está
prácticamente en desuso.
Hamaca:
Es uno de tantos préstamos que los españoles tuvieron que adoptar del taíno
para denominar una realidad que les era desconocida hasta entonces: esa especie
de “cama colgante donde dormían los indios” que conocieron en América.
Dado
que el taíno no era una lengua escrita, los españoles reflejaban estas palabras
en sus crónicas de la manera que a ellos les parecía escucharlas de boca de los
nativos.
Por
ejemplo, con muchas de las “h” que añadieron a estas nuevas palabras trataban
de reflejar una pronunciación aspirada suave ([h]), algo similar a la “h” del
inglés, que sería como las decían los taínos.
Piragua:
Hay palabras que los taínos regalaron al español para que se hicieran populares
en la mayoría de países hispanohablantes pero que, curiosamente, no
permanecieron en la zona del Caribe en la que nacieron.
Es
el caso de la palabra “piragua”, la palabra que denomina una embarcación larga
y estrecha pero que en Puerto Rico se usa para referirse a un granizado de
hielo con sirope.
Papaya:
O también está el caso de “papaya“, la fruta que sin embargo es llamada
“lechosa” en República Dominicana o Venezuela o “mamón” en Paraguay, entre
otros diferentes nombres y países.
Pero
no siempre los españoles adoptaron palabras taínas para llamar a las nuevas
realidades que descubrían en América, sino que a veces utilizaban palabras ya
existentes en su idioma si le encontraban alguna similitud.
Es
lo que ocurrió cuando descubrieron la piña tropical, a la que vieron cierto
parecido con el fruto del pino que ya conocían y por ello decidieron darle otra
acepción a esa misma palabra.
Ají:
Algunas palabras taínas se extendieron desde el Caribe a más países
hispanohablantes pero no se impusieron a otras palabras indígenas que ya
existían en esos lugares para referirse a una misma realidad.
Es
el caso del “ají”, que se sigue utilizando en Sudamérica y el Caribe de la
misma manera que el “chile” de origen náhuatl se quedó en México y
Centroamérica (o “pimiento” en España).
O
el “maní” de origen taíno, pero que tampoco desbancó al “cacahuate” (o
“cacahuete”) náhuatl que se sigue usando en México, España y parte de
Centroamérica.
Guayaba:
O también la “guayaba”, que además de como fruta se utiliza como sinónimo de
“mentira” en muchos países de América Latina y que mutó incluso hasta
convertirse en “guayabera”, esa clásica camisa ligera tan habitual en México,
el Caribe, Brasil o incluso las islas Canarias en España.
Cohiba:
Por último, es probable que conozcas la famosa marca de puros habanos Cohiba,
pero ¿sabes de dónde tomó su nombre?
Lo
cierto es que aunque esta marca comercial nació en Cuba en los años 60, su
nombre es mucho más antiguo.
Cuando
los españoles llegaron a la isla, se encontraron con que sus pobladores taínos
fumaban unas hojas de tabaco enrolladas.
El
nombre que le daban no era otro que cojiba.
Pero
hay muchas otras palabras de origen taíno: maíz, yuca, huracán, caimán, ceiba,
iguana, tiburón, bohío… por no hablar de las que solo son utilizadas en los
países hispanohablantes del Caribe.
¿Conoces
alguna otra que se use en Cuba y que no esté en esta lista? Compártela en los
comentarios. (Con información de BBC) (Tomado de Cubadebate).
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