Proceso
electoral: entre la confusión y la incertidumbre
Konaté
Hernández
La
jornada electoral que se desarrollará durante los comicios del domingo 1 de
julio, donde se elegirán los diferentes cargos de elección popular así como de
quien llevará las riendas del país es una decisión que compete a todos los
mexicanos y que lo único que ha generado es desconcierto, confusión e
incertidumbre en todos los sectores de la sociedad civil, desde la clase
política hasta empresarial y las clases trabajadoras y vulnerables.
Lo que prevalece principalmente
entre la población es el gran desconcierto e ignorancia generado por las
principales fuerzas políticas, como de las alianzas partidistas y de las
propias autoridades electorales estatales y federales, en torno a los
presidenciales que solo se han dedicado a desacreditarse entre unos y otros en
la llamada guerra sucia, que se da principalmente cada que hay una jornada
electoral, pero además está la incertidumbre del sector empresarial muchos de
los cuales han dejado de invertir en la adquisición de equipo y material para
sus productos así como de contratar personal hasta en tanto no se tenga la
certeza del presidencial que llevara las riendas del país.
Por
este motivo representantes ejecutivos empresariales han emitido alarmantes
mensajes al personal a su cargo con la finalidad de orientarlos al momento de
sufragar, pero tan alarmantes llamados en una situación delicada solo ha
generado caos entre amplios sectores de la población de manera principal en las
clases obreras y campesinas y los grupos más vulnerables.
No
obstante es importante recalcar que esta situación caótica de información,
noticias falsas y descalificaciones en todos los sentidos y colores e
intensidades ha generado desconcierto, confusión e incertidumbre, se le puede
agregar la incapacidad de dialogo y falta de respeto de los presidenciales
hacia el electorado, en virtud de lo anterior quienes acudirán a emitir su voto
a las urnas lo harán enardecidos más por el furor y el enojo de una sociedad
enardecida, situación que hará que muchos ciudadanos sin haber investigado,
razonado e investigado emitirán un voto de castigo que dista mucho de ser un
voto en conciencia y que es provocado por el enojo y el apasionamiento hacia
las principales fuerzas políticas.
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