El
Mundial de Futbol y su uso en la política
CIUDAD
DE MÉXICO.— El Mundial de Futbol que se celebra a partir de hoy en Rusia, es un
evento deportivo que sirve al presidente de esa nación, Vladimir Putin, para
legitimar su gobierno, “aunque es difícil decir que el torneo podrá ayudarle en
su diálogo con los países occidentales”, sostuvo Dmitry Shmidko, profesor en
Humanidades de la Universidad Estatal Rusa desde 2014, quien realizó una
estancia de investigación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM.
El
9 de mayo pasado se celebró en Rusia el desfile por el Día la Victoria para
conmemorar el triunfo de la Unión Soviética y los aliados sobre los alemanes
nazis en la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la ex Unión de Repúblicas
Soviéticas Socialistas perdió alrededor de 27 millones de ciudadanos y hasta la
fecha persisten muchos problemas demográficos derivados de este conflicto.
En
este contexto, el investigador señaló que el futbol es muy popular en su país,
incluso existen fotografías de futbolistas jugando en Stalingrado 40 días
después del inicio del bloqueo alemán, el cual duró tres años. “Estaban en
pleno juego cuando hubo un bombardeo, uno de los ataques más sangrientos, sin
embargo, una vez que terminó la agresión se continuó el juego”, narró.
Sin
embargo, la edición número 21 de la Copa del Mundo, la primera en la historia
de Europa Oriental, destapó una serie de actos de corrupción que hizo pensar
que ya no se realizaría el Mundial en esta sede, no obstante, una anulación de
esta competencia hubiese provocado mayores investigaciones a la Federación
Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y generado una serie de problemáticas,
como por ejemplo, resolver una eventual devolución de miles de boletos ya
vendidos.
Algunos
sucesos que ya marcaron este Mundial de Futbol, dijo Dmitry Shmidko, tienen que
ver con el dopaje. “A principios de este año Grigory Rodchenkov, exdirector del
Laboratorio Antidopaje de Moscú, sacó a la luz el tema de dopaje de Estado ruso
y afirmó tener información que implicaba a futbolistas nacionales, pero
denunció que la FIFA lo ignoró. Esto ha
sido parte del contexto antes del Mundial”.
Para
Dmitry Shmidko, que participó el mes pasado en el Congreso Interuniversitario
Pensar el futbol: desde el aula, la cancha y la grada, que se realizó en la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de
la UNAM, Rusia es un país competitivo en la industria, en la
construcción de aviones y en una variedad de áreas más, y Putin necesitaba
encontrar una forma de presentar al país a nivel mundial y vio en los deportes
una vitrina, una justa deportiva para ponerse en paz con los países occidentales.
Así
que se habrán gastado “14 mil millones de dólares para imagen. Los rusos saben
que este evento no dará ningún impacto para el desarrollo económico. El
ciudadano se pregunta por qué fue tan necesario organizar el Mundial en un país
donde alrededor del 14% de la población vive en pobreza”.
Los
estadios del Mundial de Rusia son 12, repartidos en 11 ciudades. En Moscú, la
capital, hay dos recintos remodelados para la Copa del Mundo. Estas son las
sedes del Mundial de Rusia: Luzhnikí (Moscú), Krestovski (San Petersburgo),
Otkrytie Arena (Moscú), Volgogrado Arena (Volgogrado), Estadio Central
(Ekaterimburgo), Fisht (Sochi), Kazán Arena (Kazán), Estadio de Nizhny Nóvgorod
(Nizhny Nóvgorod), Samara Arena (Samara), Rostov Arena (Rostov), Estadio de Kaliningrado
(Kaliningrado), Mordovia Arena (Saransk).
Shmidko
comentó que el estadio Krestovski, ubicado en San Petersburgo, inició su
construcción en 2007, y a partir de entonces tuvo diez años de obras que
parecían interminables, acusaciones de corrupción, problemas de pagos y un
desorbitado costo que lo convirtieron en el estadio más caro del planeta, por
encima del Wembley, en Londres, Inglaterra.
Aunado
a ello, Rusia, tras sufrir en 2009 la mayor recesión desde la caída del bloque
soviético, y a pesar de la recuperación de los años siguientes, atravesó otra
recesión, entre 2015 y 2016, debido a la fuga de capitales, la caída del rublo
ruso, la reducción del precio del petróleo y las sanciones comerciales de
Occidente que siguieron al estallido de la crisis ucraniana. En definitiva,
para el profesor en Humanidades de la Universidad Estatal Rusa el Mundial de
Rusia 2018, “no servirá a los rusos”. (Academia Mexicana de Ciencias).
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