Obispo
Pedro Pablo acumula
11 años de impunidad
Tras
11 años de ordenación episcopal Monseñor Pedro
Pablo Elizondo Cárdenas sólo se ha enfocado a la zona del estado donde
obtiene cuantiosas ganancias económicas, prácticamente no hay nada que celebrar
en la curia quintanarroense, donde lo único que prevalece es la impunidad y la
desfachatez de sacerdotes encabezados por un obispo fácilmente manipulado por
unos cuantos de la orden Legionarios de Cristo, como Luis Alberto Chavarría y José Antonio Blanco Ortega, quienes gozan
de impunidad eclesial.
Por
su búsqueda de poder y riquezas a los Legionarios
de Cristo se les ha considerado como un grupo conservador de extrema
derecha y radicales.
Áreas
protegidas han sido invadidas para construir capillas, parroquias y hasta la misma
catedral ubicada en el Ombligo Verde de
Cancún, así como contubernios entre las mafias política y religiosa,
gracias a los cuales se han obtenido terrenos al amparo de la impunidad, como
el Centro de Retiro Espiritual Jesús Misericordia, ubicado en la parte
continental de Isla Mujeres, mejor conocida por Rancho Viejo, en este caso hubo
un despojo indiscriminado de los legítimos propietarios y de manera ilegal
fueron regularizados por la entonces titular del Registro Agrario Nacional (RAN), Alicia Ricalde Magaña, para favorecer a unos cuantos ejidatarios con
miras a la alcaldía municipal de Isla Mujeres, cuyo periodo fue del 2008 al
2011, sucediéndole en el cargo Hugo Sánchez
Montalvo del 2011 al 2014, quien favoreció con una regiduría a Enrique Tejero Bacab, propietario de
varios terrenos producto del despojo, todo ello con la bendición episcopal de
Elizondo Cárdenas.
Asimismo
el prelado quintanarroense, con tal de engrosar las arcas de su pederasta
fundador Marcial
Maciel, ha sido cómplice de empresarios como el hotelero Fernando García Zalvidea (Q.E.P.D) con
la adquisición terrenos para construir y/o remodelar iglesias, como sucedió con
el terreno en Malecón Tajamar, donde
se pretende construir la mal llamada Basílica
Santa María del Mar, y otros proyectos personales que tiene el obispo en
dicha zona, además de su “monumento a la impunidad sacerdotal”, el Seminario
Mayor, donde los jóvenes no tienen garantía alguna de salvaguardar su
integridad física contra los sacerdotes pederastas.
En el poblado de Chemuyil, mientras la parroquia carece de techo y está protegida con un toldo, la casa cural está completamente terminada para comodidad del obispo. |
Tal
situación ha llevado a la Prelatura Legionaria a obtener terrenos y recursos
por todos lados, pero principalmente a través de las parroquias que más
recursos le dejan, que son la Iglesia de Cristo Resucitado donde hasta hace
poco se encontraba el ecónomo Luis Alberto Chavarría, removido del sitio para
protegerlo de las acusaciones que se le imputan, recursos económicos que son
utilizados para solventar los gastos del prelado; mientras que la Iglesia de
Cristo Rey, donde se encuentra como encargado el Sacerdote José Antonio Blanco
Ortega, caracterizado por su déspota forma de tratar a la feligresía, motivo
por el cual muchos se han alejado, quien tiene por misión especial la
recaudación de recursos económicos para el sostenimiento solo de la Casa Cural ubicada
en la avenida Bonampak entre las avenidas Uxmal y Coba, donde sólo viven los
sacerdotes afines al obispo con todos los lujos, mientras que los incómodos son
enviados a la Casa Cural de Bonfil o a cualquier otro municipio o comunidad
rural, o se les retira el permiso para ejercer su ministerio, como es el caso
del presbítero de Playa de Carmen, Pablo
Pérez Guajardo.
Mientras
las comunidades rurales ubicadas en su mayoría en la Zona Maya del estado, como
es el caso de Ciudad Chemuyil, lugar donde Elizondo Cárdenas no va de visita
desde que colocara la primera piedra para que la población tuviera una Iglesia
de material sólido, esto hace seis años, es decir desde el 2009, situación que
ha enardecido a la población por el abandono en que los tiene su pastor, pero
mientras la Iglesia de esta comunidad no está concluida, lo que sí se puede
apreciar totalmente concluida es la casa que se construyó para uso exclusivo
del prelado.
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