El
PAN, convertido en
campo de batalla fratricida
Konaté
Hernández
La
sucesión de Gustavo
Madero Muñoz en la dirigencia nacional del Partido
Acción Nacional (PAN) ha provocado que los grupos que apoyan a los
aspirantes Javier
Corral y Ricardo Anaya se dediquen a la descalificación, hostigamiento y a etiquetar
a los opositores para desacreditar a uno y otro grupo, lo que ha convertido a
este partido en un campo de guerra fratricida en Quintana Roo.
Militantes
panistas no están de acuerdo con las estrategias hostiles que se llevan a cabo
en este proceso interno, pues argumentan que hostigar no le hace ningún bien al
partido, por el contrario lo debilita más.
“Si
no estás conmigo, estas con el Diablo”, dicen unos y otros, situación que sólo
genera división y malestar entre sus miembros, al no haber respeto a la
secrecía e individualidad de quienes no quieren ser etiquetados al no
manifestar preferencia alguna por uno u otro candidato, sin embargo sí tienen
el deseo de participar en una contienda que dista mucho de ser democrática.
Se
ha comentado que hay un hostigamiento verbal para dividir al blanquiazul en dos
o más grupos, lo cual consideran incorrecto, debido a que de esta forma no
llegarán fortalecidos a una contienda externa, la más próxima las elecciones
locales de 2016, en las que se elegirá gobernador, se renovarán las 10
presidencias municipales, así como el Congreso de Quintana Roo.
Y
es que aún está fresca en la conciencia de algunos panistas quintanarroenses,
sobre todo de Cancún, que hubo personas que realizaron una mala operación
política, plagada de hostigamiento hacia la militancia para que llegara a la
dirigencia municipal en Benito Juárez el ahora ex panista Víctor Alberto Sumohano Ballados, quien durante su gestión dejó
mucho que desear al alejar a los militantes del partido, sobre todo cuando
quiso darle un toque más elitista a la institución, negando el acceso al
partido a las bases, aunado a tratarlos con la punta del pie, sólo por no andar
vestidos correctamente, según decía.
Eduardo Martínez Arcila, sin credibilidad alguna tras los fracasos electorales del PAN. |
Ante
esta triste situación del pasado, los panistas no quieren volver a repetirla,
pues sólo generan división al interior del mismo, además de hacer que muchos se
muestren apáticos a participar en las contiendas externas, aunque muchos
panistas en la actualidad reconocen que es difícil que Acción Nacional vuelva a
ocupar cargos de relevancia por la decepción y el descontento de la sociedad
cuando estuvo en el poder.
Por
tal motivo los operadores políticos que se han dedicado a favorecer a ambos
bandos, tanto de Ricardo Anaya como de Javier Corral, a pesar de que se les ha
criticado y muchos miembros de esta institución ya están hartos, continúan con
el hostigamiento hacia las bases, y es que si no consiguen su apoyo empiezan a
etiquetarlos como parte del equipo de Gustavo
Madero y Eduardo
Martínez Arcila, dirigente estatal blanquiazul, quien por cierto ha perdido
toda credibilidad y confianza entre los militantes en Quintana Roo debido a los
pésimos resultados obtenidos por el PAN en las últimas elecciones locales de
2013 y, sobre todo, en la reciente elección federal de este año.
Así
pues, los panistas califican de injusta esta situación porque les coartan su
libertad a decidir por sí mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario