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Partidos políticos: representantes de

sus intereses, no de los ciudadanos

Konaté Hernández

Algo sucede en los partidos políticos que los ciudadanos ya no se sienten identificados con quienes resultan electos en los comicios. Corrupción, derroche de recursos provenientes de los mismos ciudadanos de parte de legisladores federales y estatales han desgastado la imagen de institutos políticos y personajes que han dejado de ser representantes populares para convertirse en representantes de sus propios intereses.

En el caso del PRI una de las principales críticas se las llevó recientemente el aún diputado federal Raymundo King de la Rosa, por los recursos destinados a la promoción de su reciente informe legislativo.

De acuerdo al dirigente estatal panista Eduardo Martínez Arcila, tan solo los espectaculares colocados en todo el estado rebasan los 240, lo que equivale a un gasto de casi 4 millones de pesos, pero si se toma en cuenta que su sueldo y presupuesto para gestión pública alcanza los 150 mil pesos mensuales, ni aunque hubiera ahorrado durante sus casi tres años de sueldo como diputado le alcanzaría para pagar lo que gastó en su imagen.

Raymundo King de la Rosa.

En la Legislatura que está por terminar King de la Rosa aprobó nueve iniciativas y tres le fueron rechazadas, asimismo propuso ocho adecuaciones a iniciativas propias a las leyes, de las que le fueron denegadas por irrelevantes, carentes de sustento y pésima redacción, lo que consta en las gacetas parlamentarias, según expuso la secretaria de Equidad y Género del Consejo Ejecutivo Estatal del PRD, Marcela Rojas.

Ha sido criticado también por haber aprobado el incremento del IVA en Quintana Roo, que pasó del 11 al 16 por ciento, de lo cual por cierto no presume en su spot de televisión.

Además el diputado federal priista no dio a conocer su declaración patrimonial y tampoco aclaró los fondos de su campaña durante su gestión legislativa, indicó.

A los panistas se les critica por practicar la doble moral al abusar del cargo, pues pese a haber sido electos para hacer contrapeso, a la hora de la verdad hacen todo lo contrario.

Entre los hechos más polémicos se encuentran el derroche de recursos en juergas y prostíbulos en lujosos apartamentos rentados ex profeso, por lo que ya no generan confianza alguna entre la ciudadanía, a quienes han decepcionado con sus excesos.

Los perredistas han perdido militantes y votos a niveles insospechados, lo que ha hecho tambalear a este partido en Quintana Roo, a tal punto que en este año ha sufrido una desbandada catastrófica, principalmente hacia Morena, que se ha convertido en el receptáculo de ex perredistas que ambicionan seguir obteniendo espacios en la política.

El sol azteca ha dejado de ser una real oposición para convertirse en un partido sumiso; muchos cuadros carecen de una auténtica formación política que no les permite ser propositivos, pues cuando llegan a oponerse a iniciativas lo hacen sin verdaderos argumentos que sustenten su posición.

Todo esto provoca inconformidad y molestia en la ciudadanía, que a veces no encuentra las vías para decir todo que quiere, además de que muchos desconocen a qué autoridad recurrir para manifestar su inconformidad, sobre todo la gente humilde, mientras que la clase media hace uso principalmente de las redes sociales, donde se expresa en forma de textos y principalmente de los famosos “memes” para criticar las acciones de políticos, gobernantes y todo tipo de pseudo representantes populares que en la práctica no lo son.