Preside
el obispo Pedro Pablo la
Consagración de Quintana Roo
CANCÚN.—
Este fin de semana se realizó la Consagración de Quintana Roo, de Cancún y de
los hogares al Sacratísimo Corazón de la Virgen María y al Sagrado Corazón de
Jesús, por lo que cientos de fieles católicos de las diferentes comunidades
parroquiales se congregaron en el estadio de fútbol Andrés Quintana Roo, que se
ubica en la avenida Rodrigo Gómez (Kabah), donde recibieron un Rosario y otros
objetos religiosos que fueron bendecidos por Monseñor Pedro Pablo Elizondo
Cárdenas, L. C., Obispo de la Prelatura Cancún Chetumal, durante la
consagración en la adoración al Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Por
tal motivo las comunidades parroquiales empezaron a congregarse desde las
cuatro y media de la tarde, donde disfrutaron hermosos cánticos de alabanzas
dedicados al Señor y a su Madre, para después iniciar un desfile de las
diferentes advocaciones de la Santísima Virgen María, así como de los dogmas
definidos por la Iglesia Católica que todo católico está obligado a creer,
porque Ella es inmune al pecado desde el momento de su concepción. Luego se
hizo un breve recorrido con el Santísimo Sacramento y los diferentes vestidos
de María, para luego continuar con la música del grupo Galed y finalmente
participar de la Celebración Eucarística que oficio Monseñor con el apoyo de
varios sacerdotes, que estuvieron confesando durante el evento.
A
este respecto Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C., invitó a los
católicos a encender una velita y unirse en oración antes de acostarse y al
levantarse al día siguiente para rezar el Santo Rosario debido a que este es el
arma más poderosa para lograr la paz de Cancún y de Quintana Roo, por las familias,
por la santidad de los sacerdotes y por el derecho a la vida, lo que consideró
urgente en estos momentos que se viven en nuestro estado, ya sea que recen un
ave María, un misterio o un Rosario, aprovechando este tiempo de adviento que
es el mejor momento para mantenerse en oración y esperar el nacimiento de
Nuestro Señor Jesucristo, por tal motivo se realizó dicha consagración de
Quintana Roo, de la ciudad y de los hogares al Sacratísimo Corazón de María,
para que la Virgen tome posesión de cada uno y se entreguen a Ella, para que
los cuide y proteja, tal cual dicen los textos más antiguos, como el Nican
Mopomua, ¿no estás en el cruce de mis brazos?, ¿no estás en el huevo de mis
manos?, que no te angustie, que no te preocupe cosa alguna, ¿no estoy yo aquí,
que soy tu madre?, no te angusties, no te preocupes, porque yo te voy a cuidar,
te voy a consolar, en todas tus penas y dificultades.
Y
finalmente con respecto a los dogmas indicó que solo hay cuatro a saber: la
Inmaculada Concepción, la Maternidad de María, la Virginidad Perpetua y la
Asunción a los cielos, considerados y definidos por la Iglesia Católica como
una obligación que todo católico debe de creer, en virtud de que Ella es
preservada desde el primer instante de su concepción e inmune al pecado, al
igual que la Maternidad, la Virginidad y la Asunción; en cuanto a las
advocaciones estas dependen de los lugares donde se ha aparecido y de los
milagros que ha realizado, por ejemplo: la Medalla Milagrosa, la Desatadora de
Nudos, la de San Juan de los Lagos en Jalisco, la Virgen de Fátima en Portugal,
la Lourdes en Francia o la de Guadalupe en México; esta es la diferencia entre
un dogma y las advocaciones donde se aparece y de estas últimas hay muchísimas.
Y para concluir recomendó a todos los católicos encender una vela y rezar el
Santo Rosario para que se preparen para la Navidad, sea rezar un Ave María, un
Misterio o el Rosario completo en sus hogares, y enseñar a sus hijos a rezar el
Santo Rosario, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.
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