Playa
Delfines, escenario de la
Primera Navidad frente al azul turquesa
Konaté
Hernández
CANCÚN.—
Para la víspera de las posadas, que van del 16 al 24 de diciembre, se realizó el
pasado sábado la Primera Navidad en la Playa, para dar el mensaje de abrir las
puertas de nuestros corazones a Jesús y no dejarlo solo en el pesebre, por lo
que los participantes que son los mismos del tradicional viacrucis en Playa
Delfines (Mirador de Cancún), tienen por misión, evangelizar a través de los
pasajes de la vida de Jesús, plasmada en los Santos Evangelios, como el de San
Lucas, es una labor que hacen con amor y gratuidad.
A
este respecto el director Ricardo Rubalcaba, explicó que fueron seis meses de
muchos y arduos ensayos para llevar a cabo esta Primera Navidad en la Playa,
donde participaron un total de 100 personas entre las que se encontraban
familias, niños, universitarios, chicos de prepa, empresarios y empleados,
labor que hicieran de buena fe, en el sentido de evangelizar a la comunidad,
motivo por el cual invitó a quienes deseen unirse en posteriores
representaciones, pues como continuo Jesús es el mejor regalo, y que como
indica el Evangelio de San Juan “tanto
amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo Unigénito, para que el mundo sea
salvo”; recordó cuando los Ángeles se aparecen a los pastores, para anunciarles
la gran alegría que les había nacido un Salvador, y este es el mensaje central
de abrirle las puertas de nuestros corazones al Señor Jesús y no dejar que
nazca en el tradicional pesebre de Belén, como hace 2018 años.
Detalló
que el Nacimiento es una bella historia a la que han titulado la Primera
Navidad en la Playa, que tiene por escenario el mismo del viacrucis viviente
que en 2019 llegará a su décima edición, en este sentido representan ahora el
Nacimiento del Hijo que habla con el Padre y manifestarle su decisión de
hacerse hombre para salvar a la humanidad del pecado, a través de la
Anunciación, Concepción de María quien estaba comprometida con San José para
aceptar la maternidad de su amada esposa, así como la adoración de los Reyes
Magos que junto con los pastores acuden a Belén a ver al Niño Dios, sin dejar
pasar la cruel matanza de los santos inocentes, ordenada por el rey Herodes, y
la huída a Egipto, como narra el evangelista; se recordó el pasaje cuando a los
12 años se pierde y es hallado en el templo, y el paso de Jesús niño a la
adolescencia y de ahí a la edad de 30 años, considerada la vida oculta, y
finalmente cuando a los 30 años, se despide de su madre para iniciar con su
misión, subrayó Ricardo Rubalcaba.
Por
su parte Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C., dijo que el escenario
es espectacular, porque la arena combina con lo que fue el desierto donde esta
Belén, además de que conjuga con el mar, es sin lugar a dudas el mejor cuadro
para representar algo tan hermoso y trascendente para los creyentes, como lo es
la venida de Jesús al mundo para traer paz y amor, lo que es significativo es
además una enseñanza para cuidar y hacer más bella nuestra tierra, así pues la
sociedad tiene que ser como la arena, el mar: un paraíso importante formado por
los valores, la fe, el amor, la paz, la felicidad que trae la Navidad que nos
ayude a vivirla, que además de natural sea, más humana y social con un aspecto
espiritual y religioso para el bienestar y la unión de las familias, es además
sumar y ayudar a lograr que este destino turístico sea en realidad aprovechado
al máximo en el aspecto natural y humano.
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