Nuestra
Señora de Guadalupe: Emperatriz de América
Mesoamérica,
el Nuevo Mundo, 1521: la capital del Imperio Azteca cae ante las fuerzas del
español Cortés. Menos de 20 años más tarde 9 millones de los habitantes, que
profesaron por siglos una religión politeísta que incluía sacrificios humanos,
habían adoptado en masa el Cristianismo. ¿Qué ocurrió en esos tiempos que
produjo conversión tan increíble e históricamente sin precedentes?
En
1531 una Señora del Cielo se apareció a un pobre indio en un cerro al noroeste
de la actual ciudad de México; se identificó como la siempre-virgen María,
Madre del verdadero Dios por quien se vive: del Creador de todas las cosas:
Señor del cielo y de la tierra. Le manifestó que era su deseo que una iglesia
le fuera construida en ese lugar, y le encargó que vaya a transmitirle su deseo
al Obispo local. Cuando el Obispo dudó sobre la autenticidad del mensaje y le
pidió una prueba, Ella, la Madre de Dios, obedeció prontamente al pedido del
obispo y envió a su humilde mensajero a la cima del cerro a recoger, en medio
del invierno, un ramo de rosas de Castilla para el Obispo.
Luego
de que las flores le fueran entregadas al Obispo, dejó una imagen de sí misma
impresa milagrosamente en su tilma, un tejido de cactus de poca calidad que se
debió haber deteriorado en 20 años pero que no muestra señales de corrupción
480 años después y aún desafía toda explicación científica sobre su origen.
Inclusive
parece aún reflejar en sus ojos lo que tenía frente a ella en 1531. Su mensaje
universal de compasión y amor, y su promesa de ayuda y protección para toda la
humanidad, se encuentra relatado en el “Nican Mopohua”, documento escrito en el
siglo 16 en el lenguaje nativo, Nahuatl.
Hay
razones para creer que en el cerro Tepeyac María vino en su cuerpo glorificado,
siendo sus manos físicas las que acomodaron las rosas en la tilma de Juan
Diego, lo que hace a esta aparición muy especial. Una increíble lista de
milagros, curas e intervenciones se le atribuyen. Es estimado que cada año
entre 18 y 20 millones visitan su Basílica, haciendo de su casa en la ciudad de
Mexico el Santuario Mariano más popular, al igual que el santuario cristiano más
visitado del mundo.
En
total 25 Papas han honrado en alguna forma oficial a Nuestra Señora de Guadalupe.
Su Santidad Juan Pablo II visitó su Basílica en cuatro oportunidades: en su
primer viaje al extranjero como Papa en 1979 y nuevamente en 1990, 1999 y 2002.
La
Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe es celebrada el 12 de Diciembre. En 1999,
su santidad Juan Pablo II, en su homilía durante la Misa Solemne en la Basílica
de Guadalupe durante su tercer visita al santuario, declaró la fecha del 12 de
Diciembre con el rango litúrgico de Fiesta para todo el continente de las
Américas.
Durante
la misma visita el Papa Juan Pablo II confió la causa de la vida a su
protección, y encomendó a su cuidado maternal las vidas inocentes de los niños,
especialmente aquellos que se encuentran en peligro de no nacer.
Oración a Nuestra
Señora de Guadalupe
Préstame
Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro, nunca
volveré a pecar.
Préstame
Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me
podrá escuchar.
Préstame
Madre tu lengua, para poder comulgar,
pues
es tu lengua patena de amor y santidad.
Préstame
Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil
veces más.
Préstame
Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al Cielo he
de llegar.
Préstame
Madre a tu Hijo, para poder yo amar.
Si
tu me das a Jesús, qué más puedo yo desear
y
ésta será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.
(Aleteia.org/Artículo
publicado originalmente por Santopedia).
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