AMLO
atrajo a simpatizantes, militantes
y curiosos movidos por el morbo
Con
una asistencia de poco más de 5 mil personas, más simpatizantes que militantes
del Proyecto Alternativo de Nación y de la alianza Juntos Haremos Historia,
conformada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del
Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) encabezada por Andrés Manuel López
Obrador; ciudadanos cansados de las mismas promesas de siempre, se dieron cita el
viernes en el campo deportivo que se ubica sobre la avenida 30, al final de la
colonia Luis Donaldo Colosio de la ciudad de Playa del Carmen, para escuchar y
aplaudir al aspirante presidencial, que ha empezado a perder popularidad al
repetir durante 12 años, palabras más, palabras menos, que acabará con la mafia
del poder, sin explicar ni dar propuestas concretas a los diversos problemas
que aquejan y repercuten a la sociedad de lo que será su plataforma política
para gobernar al país.
Entre
la algarabía de la gente enaltecida por la visita de su líder nacional,
perdidos entre la muchedumbre algunas personas solo asistieron para palpar de
qué tanta popularidad goza López Obrador, la que se logró constatar porque los
únicos que gritaban eran personas que estaban al frente, mientras que los más
alejados murmuraban entre risas y cuchicheos las incongruencias del tabasqueño,
el cual como ya es costumbre llegó con bastante retraso, es decir a las 7:20 de
la noche, al sitio donde ya lo esperaban algunos seguidores desde las 4 y media
de la tarde y a partir de ahí, arribaron a cuenta gotas ciudadanos con la
finalidad de escuchar de viva voz el mensaje del candidato, que en esencia no
ha cambiado a lo largo de 12 años: Se dejaba entrever un cansancio crónico, quizá
debido a su edad, así como por sus constantes viajes a lo largo y ancho del
país, así como sus visitas previas el mismo día, a Progreso y Valladolid,
Yucatán, o como las que visitará este el sábado 5 de mayo, Neza, Matehuala y
Linares por la noche, situación que es si es difícil sostener para una persona
de 50 años, con mucho mayor razón para alguien cercano a la década de los 70.
Sin
embargo López Obrador destacó que le ha ido de maravillas durante este proceso
que se vive en el país, sobre todo en Quintana Roo, donde ya no es ninguna
novedad que la población participe en esta campaña, pues dijo tener la certeza
de que siempre ha contado como el apoyo de esta entidad federativa, tal cual
sucedió en 2006 y 2012, donde aseguró haber ganado y que sin lugar a dudas este
2018 le dará una paliza a la mafia del poder, como ya es costumbre escuchar decir
al eterno aspirante presidencial, al repetir que acabará con la corrupción
porque es un cáncer que corroe a la sociedad entera y a las instituciones y que
acaba con la vida de todo un país.
Para
finalizar y ante el temor e inseguridad que lo atormenta a volver a perder la
elección presidencial, aseguró estar por lo menos 40 puntos arriba de sus
opositores, motivo por el cual instó a sus seguidores quintanarroenses a cuidar
el voto con la finalidad que nadie compre las conciencias de un electorado
sumiso y hundido en la ignorancia y en la pobreza, sin visualizar que él se ha
dedicado a hacer lo mismo que tanto ha repetido, como la cuestión que no se
reeligiera al considerarse una persona con principios, que trabajará en el
cargo más de ocho horas, labor que sin lugar a dudas terminará por agobiar
siendo que él podría acabar de esta manera con su propia vida, esto es porque a
leguas se le ve un cansancio crónico que lo agobia, según expresaron asistentes
al evento que no simpatizan con AMLO y que aseguran que dejar el poder en manos
de una persona que además está enferma sería un suicidio para todo un país,
debido a que sólo ha demostrado con sus palabras, gestos y ademanes un odio
hacia diversos sectores de la sociedad y a las instituciones de México.
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