¿Cómo
se prepara una cena
de Fin de Año en Cuba?
Chef
Jorge Fernández Prendes
Las
comidas y bebidas que hemos consumido los cubanos durante las fiestas de fin de
año constituyen una larga tradición que se ha conservado a través del tiempo, con
diferentes variantes según el momento histórico que se ha vivido, pero que ha
mantenido la esencia de esta vieja tradición.
Platos
típicamente cubanos no han faltado nunca en la mesa de cada familia cubana y de
éstos les brindamos algunas recetas de las que siempre hemos disfrutado, además
de algunos consejos para su elaboración y para una dieta sana.
En
Cuba se consideran Fiestas Navideñas las comprendidas entre el fin del año y el
comienzo del año venidero pasando por Nochebuena, Fin de Año, Año Nuevo y Día
de Reyes, todas con una connotación religiosa. Estas celebraciones tienen la
característica de agrupar a toda la familia y desde antaño se hicieron una
costumbre muy popular.
En
estas festividades existe un tradicional menú de comidas y bebidas típicas, en
el cual se destaca el lechón asado, acompañado según la región de: congrí
elaborado principalmente en el oriente de Cuba o de arroz moro mucho más
elaborado en la región occidental, la yuca con mojo, los tostones, ensalada de
vegetales y postres caseros, en especial los buñuelos de Navidad, aunque
también son típicos el dulce de coco, mermeladas y frutas en almíbar con queso.
La cerveza y los vinos actualmente son las bebidas que más se consumen. En
épocas pasadas y aún en la actualidad; pero en menor escala, el pavo relleno,
el agualoja y el ponche de leche, elaborados en casa, son de la preferencia de
muchos. También a la usanza española turrones, cidras, dátiles, nueces,
avellanas, manzanas e higos. A las doce de la noche del 31 de diciembre era tradición
comer 12 uvas en espera del nuevo año.
También
para estas fechas han surgido exquisitos platos que han enriquecido nuestro
espectro culinario, tales como el Cubitey, que no es más que una mezcla de
elementos del Congrí y de la Paella, o como la ensalada Yumurí, donde la
decoración estará acorde con la festividad; la receta original plantea colocar
el pimiento rojo, previamente cortado, formando flores de pascua en el centro
se coloca una zanahoria cortada y cocida y luego los tomates y los pimientos
rellenos se ubican bordeando la flor de pascua, decorada con ramitas de berro.
Platos más
frecuentes en nuestras fiestas
Hablaremos
entonces de los platos más consumidos en estas celebraciones. Es muy típico en
la cocina cubana, especialmente en las festividades como la cena de Fin de Año,
que el plato principal sea el cerdo asado, en torno al cual giran los demás
alimentos, la técnica de asarlo varía según la región del país, por ejemplo en
la región oriental se asa en una púa, que lo atraviesa de un lado a otro, esta
púa va sujeta a una estaca clavada en la tierra, que tiene varios niveles, para
a través de la altura, regular el calor transmitido por el carbón o leña que se
deposita en un hoyo hecho en la tierra. Mientras se asa el cerdo se le va dando
vueltas a la púa para que se cocine por todos lados; también es costumbre
rellenarlo en su interior con congrí oriental, y a medida que se asa el cerdo
se va cocinando el congrí. En el occidente del país se asa el cerdo a la
parrilla o barbacoa, técnica de origen indio, que según el tipo de leña
utilizada cambia el sabor del asado, es muy común utilizar la de mangle rojo y
las ramas de guayaba.
En
el centro del país se asa el cerdo al pincho, se le clava el pincho al animal
desde la parte trasera saliendo por la boca y se coloca el pincho entre dos
palos o tubos, con los cuales se le puede ir regulando la altura que se quiera,
debajo en un depósito u hoyo en la tierra, tendremos el carbón o la leña. En la
provincia de Pinar del Río se estila mucho cuando se asa el cerdo a la parrilla
taparlo con hojas de plátano.
En
La Habana, la forma más común de asar es al horno. El asado en cazuela es
empleado a lo largo de todo el país. Lo que es prácticamente común en casi
todas las regiones son los condimentos con que se adoba el cerdo, el mojo
criollo y el rociarlo a medida que se cocina. La nomenclatura del cerdo varía
por toda la isla, se le llama de diferentes formas: cerdo, cochino, marrano,
macho, puerco, lechón e incluso se le llama indistintamente. En muchas regiones
el lechón asado de Fin de Año da origen a otro plato que se consume ya para el
Año Nuevo, le llaman montería y consiste en las masitas sobrantes del lechón
asado, cortadas se rehogan en un sofrito y se enriquecen con pimentón y vino
seco. Este es un plato donde se aprovechan los subproductos, puede consumirse
con casabe (preparación aborigen), hidratado con la salsa y encima la montería.
Aún en algunas regiones, sobre todo en la parte oriental del país, se sigue
consumiendo el casabe en las festividades de Fin de Año.
Los
intestinos del cerdo llamados en Cuba “mondongos” lavados con hojas de guayaba,
las vísceras llamadas “gandinga” y los sesos del cerdo con los que se hacen
frituritas, se consumen principalmente en el almuerzo del día 31 en espera del
lechón asado, aunque en muchos lugares se consumían en los días venideros a
esta fecha.
El cerdo asado, plato principal en la cena de Fin de Año en Cuba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate. |
Otro
de los platos más característicos de la cena cubana de Fin de Año lo es sin
lugar a dudas la yuca con mojo, que consiste en la yuca blanda con un mojo
criollo por encima y en muchas ocasiones se le adiciona chicharrones de cerdo.
El mojo criollo es ampliamente utilizado en la cocina cubana, se emplea en piezas
durante y después de la cocción, sobre todo, ejemplo: la yuca con mojo, a la
que nos referíamos, malanga con mojo, calabaza con mojo, el ya mencionado,
adobo de mojo criollo para el lechón y otras carnes asadas. Esta preparación es
muy representativa de la cocina cubana y en especial de la cocina campesina. Es
importante tener en cuenta que este mojo le da el nombre de “a la criolla” a
infinidades de platos.
La
cena de Fin de Año va acompañada de plátanos verdes, los cuales son cortados en
rodajas y fritos en dos tiempos, primero se doran por ambos lados y luego se
vuelven a freír pero esta vez aplastados. Este plato tiene origen africano y es
llamado de diversas formas, dependiendo la región del país, en occidente es más
común llamarlo “plátanos a puñetazos” o “tostones”, aunque en Pinar del Río es
más frecuente llamarle “ambuilas”; en Oriente y Centro son llamados “plátanos
chatinos”, también se le conoce como “patacón pisa’o”.
Joya
de la gastronomía caribeña lo es sin duda alguna el congrí, esa mezcla del
arroz blanco guisado junto a los frijoles colorados. Nuestro sabio Don Fernando
Ortiz, tercer descubridor de Cuba, nos refiere su posible, pero no probado
origen africano y nos da el vocablo venido a Cuba, procedente de Haití, donde a
los frijoles colorados le llaman congó y al arroz riz, al igual que en el
idioma francés, por lo tanto plantea que significa en creole (criollo) congos
con arroz, no debe confundirse este plato con el arroz moro, pues en el congrí
se utilizan frijoles colorados y en el arroz moro se sustituyen estos por
frijoles negros, los cuales dan origen al nombre. Popularmente se conoce al
arroz moro como moros y cristianos, pero en la cocina profesional e
internacional los moros y cristianos, se cocinan de un modo diferente, también
se elaboran con frijoles negros y con los mismos ingredientes que el arroz
moro, con la diferencia de que el arroz se cocina aparte con los condimentos
blancos (ajo y cebolla) y los frijoles se cocinan con el resto de los
ingredientes, luego se cuelan y saltean, se presentan de forma separada
artísticamente y es el cliente quién hace la mezcla. Es conocido que la unión
del arroz con los frijoles es muy beneficiosa para el organismo humano, pues
ambos mejoran la calidad de proteínas vegetales presentes, puesto que ambos
contienen aminoácidos esenciales, uno posee los aminoácidos de que carece el
otro, formando un complemento ideal desde el punto de vista nutricional, de
este modo se obtiene una proteína de un valor biológico similar a la que
contienen las carnes.
Típico
en estas fechas, lo es la ensalada de vegetales. Generalmente se emplean
vegetales de la estación, principalmente tomates, lechuga y rábanos. Para el
aderezo de la misma se utiliza una vinagreta clásica, aceite, vinagre, sal y
pimienta, esta última empleada más bien en la actualidad y en muchas ocasiones
se le añaden anillas de cebolla. Práctica de suma importancia por el aporte de
fibra dietética y vitaminas, que actúan como antioxidantes, vitamina C, E,
betacarotenos, y otras sustancias con igual acción, tales como los polifenoles
y fitoquímicos, imprescindibles para contrarrestar la producción de sustancias
nocivas por el consumo excesivo de grasas y “carnes”.
Y
para finalizar esta suculenta cena “el postre”, indiscutible compañero de la
mesa cubana. Muchos cubanos, me atrevería a decir que la gran mayoría, piensan
que “si no han comido postre no han comido”, hábito nacido en los monasterios y
conventos andaluces, y fortalecido en los barracones de esclavos africanos,
pues los esclavos africanos eran confinados mayoritariamente a los ingenios
azucareros, y se sabe que su dieta era elevada en azúcar, de ahí la preferencia
del cubano por el dulce; costumbre que es bien sabido lo perjudicial y nocivo
que es para nuestra salud, a pesar de que los dulces son fuentes de glucosa y
nos ofrecen energía y fuerza, el consumo excesivo de azúcares provoca una
cantidad de energía adicional a la necesaria, que se almacena en forma de
grasa, con el consiguiente sobrepeso u obesidad, y por ende, riesgos a contraer
enfermedades crónicas.
La yuca con mojo, un plato que no puede faltar en la mesa del cubano. Foto: CubaAhora. |
El
más tradicional postre consumido en las fechas de fin de año es sin dudas los
buñuelos de Navidad, con una clara influencia católica, pero elaborados
principalmente con los productos de nuestra tierra, también en la santería este
postre es ofrendado a los orichas. Este postre tan tradicional tiene algunas
variantes dependiendo de la región, en algunos lugares, emplean un poco de
calabaza en vez del boniato y en otros lo hacen sin el boniato, también rallan
la yuca para extraerle la catibía, la ponen a secar al sol durante 10 o 12
horas; una vez seca la pasan por el jibe, para obtener la harina, luego le
añaden el anís y lo amasan en forma de bola y la ponen a hervir. Una vez
cocinada la rompen en el mortero y es cuando le agregan la malanga, el boniato
y los huevos, y terminan el procedimiento de igual forma. En algunos casos le
incorporan harina de trigo para trabajar la masa en la mesa.
Una dieta sana
para felices fiestas
Debemos
tener en cuenta que el cubano es gran consumidor de grasas y si analizamos con
detenimiento el menú tradicional de Fin de Año, veremos la gran cantidad de
grasas que se consumen, por ejemplo, el cerdo asado, los chicharrones de cerdo
que acompañan a la yuca con mojo, los tostones que se fríen en dos ocasiones, y
el tocino o los chicharrones, en dependencia del congrí o del arroz moro, etc.
Las
grasas son nutrimentos importantes de la dieta, constituyen una fuente de
energía y son elementos esenciales para las funciones vitales del organismo,
además favorecen la absorción de las vitaminas liposolubles, pero debemos tener
en cuenta la calidad, la cantidad y la forma de consumirlas. El consumo
excesivo de estas grasas saturadas presentes en el cerdo, entre otros
alimentos, atentan contra la salud, promoviendo el desarrollo de enfermedades
principalmente cardiovasculares y otras asociadas, como la hipertensión y la
obesidad.
Es
importante tener en cuenta que el sobrecalentamiento de las grasas también es nocivo
para la salud, puesto que, cuando estas se sobrecalientan se liberan sustancias
tóxicas como la acroleína, las que están asociadas con el deterioro y
envejecimiento celular. Por todo esto se recomienda no dejar de disfrutar de
nuestra suculenta y tradicional cena de fin de año, pero al hacerlo debe ser de
forma sana y así quedan a la vez satisfechos nuestro paladar y nuestro cuerpo.
Aperitivos de Fin
de Año
Según
la definición de la Real Academia de la Lengua, una de las acepciones de
“aperitivo” es la de aquello que “sirve para abrir el apetito”. Se trata de
pequeñas cantidades de comida y su objetivo es provocar el apetito, no
saciarlo. En algunos países, como en Cuba, es costumbre brindarse en fechas
festivas, como las celebraciones por el fin de año, pues no es común hacerse a
diario.
En
el siglo XVII no se conocía esta palabra en castellano con la acepción moderna;
en aquella época un aperitivo era “una cosa que abre y limpia las vías”, un
término empleado solo por médicos y farmacéuticos. Posiblemente la palabra
“apetito” (del latín: aperitīvus – abrir el apetito) influyera en esta nueva y
moderna denominación.
¿Cómo se emplea?
Los
aperitivos son algo característico y clásico a la vez, pues se emplean para
amenizar un momento agradable entre dos o más personas. Las raciones de un
aperitivo generalmente son pequeñas. No siempre sucede así, pues hay aperitivos
de larga duración; después de ingeridos es difícil pasar a la mesa a cosas
mayores.
Berenjenas fritas con miel, sorprendentemente deliciosas y saludables. |
Son
múltiples los aperitivos, pues en la variedad está el gusto. Puede servirse
como tales panes integrales con tomate, frutos secos, pescados, mariscos, en
fin, todo un mundo por descubrir. Siempre con la inclinación en la mente de
ofrecer alimentos saludables para “picar”. Los aperitivos deben contener
ciertos principios amargos; se les atribuye la propiedad de ser estimulantes
del apetito, tónicos y estimulantes del sistema digestivo.
Aperitivos
poco recomendables
Los
embutidos callejeros, las masitas de puerco fritas, el jamón, los chicharrones
y los quesos no son los alimentos más indicados para el aperitivo, por la gran
cantidad de grasas saturadas, colesterol y calorías contenidos en ellos.
Quienes desean mantener una alimentación saludable e inofensiva, a veces no
saben qué comer como aperitivo o las mejores bebidas cuando salen a tomar algo.
Dejan de comer cualquier cosa por temor a sumar más calorías y echar por tierra
el cuidadoso esfuerzo de toda la semana.
Algunos
no son para nada recomendables, pues contienen mucha grasa y almidón en su
elaboración, quitan apetito para la comida posterior y aportan demasiadas
calorías en un volumen tan pequeño.
Aperitivos
recomendables
De
los muchos alimentos ofrecidos como aperitivo, se deben seleccionar aquellos
particularmente recomendables como tónicos y estimulantes del sistema
digestivo, por su cualidad para abrir el apetito siendo a la vez ligeros en
cuanto a la cantidad de caloría en ellos contenidas. Su ingestión favorece la
secreción de jugos gástricos y condiciona al estómago para la mejor digestión
del plato fuerte. Es el caso de las aceitunas, los encurtidos, los vegetales
fermentados, los canapés de atún, huevo duro cubiertos con un poco de mayonesa
casera o de cebolleta picada y vinagreta o bebidas como el agua tónica o los
refrescos sin calorías, entre otros.
Es
bueno seguir con la costumbre de los días festivos de consumir algo ligero
antes de comer aun estando a dieta. Consiste en un momento de encuentro entre
amigos, amantes o familiares, muy placentero y para nada conviene dejarlo de
lado.
En La Habana, la forma más común de asar es al horno.
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Sugerencias
saludables
Un
aperitivo, sustituto perfecto de las papitas fritas y similares, pueden ser las
palomitas o rositas de maíz hechas en casa. Las industriales ya envasadas y
listas para cocinar en el microondas tienen más cantidad de aceite de origen
desconocido y son abundantes en sal. Por eso no son muy recomendables. Incluso
se puede hacer una buena fritura añadiendo los alimentos cuando el aceite, de
calidad como el de oliva y no recalentado, esté bien caliente. De esta manera,
se forma una costra externa tostada e impide la entrada de un exceso de aceite
al interior del alimento. Si la fritura no está bien hecha, además de su
elevado contenido en calorías, es muy indigesto y se nota cuando el alimento
desprende un aroma no agradable a aceite recalentado.
En
algunas zonas, a determinados aperitivos se les conocen con el nombre de
“montaditos” o “banderillas”, pues los ingredientes, siempre saludables, se
colocan uno encima del otro y suelen ir pinchados en un palillo de dientes. Los
aperitivos saludables son alternativas más ligeras y digestivas cuando se debe
cuidar las cantidades de grasa y las calorías de la dieta. Y siempre queda la
posibilidad de pedir una ración de encurtidos, donde suelen estar combinados
pepinillos y cebolletas en vinagre con o sin aceitunas.
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