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Quintanar huele hueso en Morena

El ex perredista Rafael Quintanar González se siente indispensable y la salvación de Morena, al dar a conocer que aspira a dirigir a este partido, al tiempo que desacreditó al ex candidato a la gubernatura José Luis Pech Várguez para este puesto, al afirmar que se requiere de un líder activo y no de un burócrata.

Con los dimes y diretes del también ex regidor de Benito Juárez no se sabe si ya sentó cabeza y se definió políticamente, pues durante el reciente proceso electoral se la pasó despotricando en contra del ex rector de la Universidad de Quintana Roo, quien contaba y sigue contando con la “bendición” del líder máximo de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que logró un discreto pero decoroso papel para el partido, dado el limitado presupuesto que tuvo en campaña, al obtener 12 regidurías en nueve de los 11 municipios de Quintana Roo, así como dos diputaciones plurinominales.

Quintanar González también es recordado por haber escenificado “pataletas” y rabietas al no haber sido designado candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez. Primero descalificó a Mara Lezama, quien fue la primera opción por indicación directa de López Obrador, pero al renunciar de último momento se le otorgó la candidatura a Julián Ramírez Florescano, a quien también rechazó el ex perredista, pues él quería a toda costa ser el “ungido”, sabiendo que así aseguraría una regiduría, y tras manifestar públicamente que no aceptaba y que tampoco apoyaría ni a Pech ni a Ramírez Florescano, amenazó con abandonar el partido e incluso declaró que se tomaría la libertad de trabajar a favor de alguno de los demás candidatos.

Quintanar, quien militó en el PRD y fue diputado local por ese partido, ha amagado en más de una ocasión con irse de Morena, pero ahora, cuando el partido prepara para agosto su cambio de dirigencia, vuelve a cambiar de idea para vestir de nuevo la camiseta morenista al dar a conocer que no se descarta para contender, al tiempo que volvió a desacreditar a José Luis Pech Várguez, afirmando que Morena necesita a un líder activo y no a un burócrata.

Incluso dijo que otros líderes del partido se han acercado a él para buscar su apoyo, pero les ha dicho que se debe hacer un análisis a fondo sobre lo que más conviene a Morena. Y claro, ahora que ve de nuevo el “hueso”, siente que él es el indicado para guiar los destinos de este partido, que con sus fuertes divisiones internas y el origen de muchos de sus integrantes, se parece cada vez más a su “hermano” el PRD.