Carta
del Padre Pablo
Pérez Guajardo al Papa Francisco
Al Papa
Francisco. Obispo de Roma:
Soy
un sacerdote dedicado a la gente pobre en el magnífico escenario del Caribe
mexicano. El próximo enero de 2016 cumpliré 25 años de sacerdote, 60 de edad y
42 de haber ingresado en la congregación de Legionarios de Cristo.
Mi
situación refleja la realidad de la llamada reforma de los Legionarios
de Cristo. Al darse por concluido el procedimiento de investigación y de
reajustes, se pasa a silenciar todo lo que recuerde la vida criminal del
fundador, Marcial
Maciel. Se pasa a un ajuste de cuentas para "neutralizar" a
quienes han informado sobre hechos y complicidades.
La
Prelatura legionaria de Cancún,
desde 1969 ha operado como lugar de destierro para legionarios indeseables y
gran caja de recaudación de fondos con pretexto de misiones mayas. Es emblemático
que tras 45 años no hay un legionario que hable lengua maya.
Por
mi labor con los pobres, contraria al "carisma legionario" y por mis
denuncias sobre el encubrimiento de sacerdotes legionarios pederastas en la
Prelatura legionaria de Cancún, el Obispo legionario de Cancún y los superiores
mayores legionarios han desplegado acciones para impedirme el ejercicio del
ministerio sacerdotal. Ni por los contenidos de fe ni por lo relativo a la
moral me obstaculizan servir a los pobres, es simple y llanamente por anunciar
a los pobres y denunciar a los pederastas.
Dada
la falta de autocritica dentro de la Legión y la nula práctica del diálogo
entre los legionarios, mis escritos fueron para algunos en extremo molestos.
Con toda seguridad podría haber empleado términos más suaves. Mi intento de ser
claro y preciso fue calificado como "dividir a la Iglesia".
Papa Francisco. |
El
ajuste de cuentas implica el envío de informes negativos sobre mi persona a los
obispos, de modo que no aparezca un obispo que me reciba. Al mismo tiempo, con
pretexto de "no vivir en comunidad", buscan mi expulsión de la congregación
de los Legionarios. Con estas dos movidas buscan dejarme como clérigo vago.
Solo
usted, como Pastor Universal puede ayudarme. Ya conoce los procedimientos de la
Curia y el poder efectivo de los superiores legionarios.
Dada
la hábil campaña orquestada en mi contra, mi única posibilidad real es permanecer
en Playa del Carmen, donde la gente
conoce mi trayectoria y aprecia el servicio a la comunidad que durante años he
desarrollado.
Por
ejemplo he conseguido terrenos para construir la iglesia de San José, ahí con el apoyo de la comunidad parroquial
levante un campanario de 30 metros de altura. También conseguí el terreno para
la capilla del Divino Nino y el área para la capilla de Cristo Rey. Abrí una escuela
popular que hoy cuenta con más de 200 alumnos. Va muy adelantada la
apertura de otra escuela de apoyo popular en una nueva y enorme colonia
marginal. Los médicos y enfermeras de los dos hospitales públicos agradecen mis
diarias visitas a los enfermos. En las funerarias saben que pueden llamarme
para acompañar con la oración a quienes pasan por la pena de haber perdido a un
ser amado.
Nunca
he frecuentado los magníficos hoteles que dan fama a Cancún y la Riviera Maya.
No he sido capellán de esos complejos hoteleros ni me he ocupado de las bodas glamur
que se celebran a la orilla del mar. En casi ocho años nunca he paseado en los
yates o dedicado tiempo al buceo o al recorrido de los escenarios turísticos
mas celebres.
He
procurado no salir de la ciudad para estar siempre al servicio de la comunidad.
Solo, tras el terremoto de Haití, fui una semana para ayudar a la gente. Estuve
en la zona atendida por médicos cubanos.
Monseñor Pedro Pablo Elizondo. |
Conozco
y me conocen en las colonias populares porque ahí vivo y las recorro en
bicicleta. Por las mañanas me coloco cerca de las puertas de las escuelas públicas
para saludar a las familias, esa es mi oficina, ahí atiendo muchas de las
consultas de la gente que no tiene otro modo de acceder al sacerdote porque
pasa más de doce horas trabajando en los hoteles de lujo y a eso hay que añadir
otras dos o tres horas de transporte.
Usted
conoce la opción preferencial de los Legionarios, y por tanto comprenderá el
abandono pastoral en que se encuentran los poblados mayas y las colonias
marginales de Cancún y Playa del Carmen.
No
sé de Derecho Canónico. Pero tengo la certeza de que usted con el Evangelio en
la mano encontrara una opción para que yo pueda seguir atendiendo a los pobres
de Playa del Carmen.
En
Roma estuve más de 20 años en la Casa General de los Legionarios. Lo que debía
declarar o denunciar, ya está dicho. La reforma de la Legión está fuera de discusión.
Demos vuelta a la pagina, y que el pueblo de Dios no sufra por las diferencias
que haya entre nosotros.
Solo
pido que me dejen ejercer el ministerio sacerdotal, para poder llevar jóvenes
adictos al alcohol y la droga a los centros de rehabilitación. Para buscar los
caminos legales para liberar de la cárcel a pequeños delincuentes que tienen
esposa e hijos. Para seguir apoyando a los grupos que aplican las pruebas rápidas
para detección oportuna de VIH-Sida. Para impartir la pláticas pre bautismales.
Celebrar las misas dominicales en las comunidades que carecen de iglesias. Para
promover la preparación para la confirmación y la primera comunión. Para
impulsar las bodas colectivas gratuitas. Para trasmitir la alegría del
Evangelio a la gente asfixiada por los problemas que genera una sociedad
viciada por la ganancia económica.
Por
amor a Dios y a Su Pueblo, le suplico que como María, usted desate los nudos
que amenazan mi ministerio e identidad sacerdotal.
Servidor
en Cristo sacerdote
Pablo
PEREZ GUAJARDO
Correo
electrónico: padrepabloperez@gmail.com
Celular
(52) 984 100 06 37
Playa del Carmen (Caribe
Mexicano)
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