miércoles, 29 de abril de 2015

Carta del Padre Pablo
Pérez Guajardo al Papa Francisco


Al Papa Francisco. Obispo de Roma:
Soy un sacerdote dedicado a la gente pobre en el magnífico escenario del Caribe mexicano. El próximo enero de 2016 cumpliré 25 años de sacerdote, 60 de edad y 42 de haber ingresado en la congregación de Legionarios de Cristo.
Mi situación refleja la realidad de la llamada reforma de los Legionarios de Cristo. Al darse por concluido el procedimiento de investigación y de reajustes, se pasa a silenciar todo lo que recuerde la vida criminal del fundador, Marcial Maciel. Se pasa a un ajuste de cuentas para "neutralizar" a quienes han informado sobre hechos y complicidades.

La Prelatura legionaria de Cancún, desde 1969 ha operado como lugar de destierro para legionarios indeseables y gran caja de recaudación de fondos con pretexto de misiones mayas. Es emblemático que tras 45 años no hay un legionario que hable lengua maya.
Por mi labor con los pobres, contraria al "carisma legionario" y por mis denuncias sobre el encubrimiento de sacerdotes legionarios pederastas en la Prelatura legionaria de Cancún, el Obispo legionario de Cancún y los superiores mayores legionarios han desplegado acciones para impedirme el ejercicio del ministerio sacerdotal. Ni por los contenidos de fe ni por lo relativo a la moral me obstaculizan servir a los pobres, es simple y llanamente por anunciar a los pobres y denunciar a los pederastas.
Dada la falta de autocritica dentro de la Legión y la nula práctica del diálogo entre los legionarios, mis escritos fueron para algunos en extremo molestos. Con toda seguridad podría haber empleado términos más suaves. Mi intento de ser claro y preciso fue calificado como "dividir a la Iglesia".
Papa Francisco.
El ajuste de cuentas implica el envío de informes negativos sobre mi persona a los obispos, de modo que no aparezca un obispo que me reciba. Al mismo tiempo, con pretexto de "no vivir en comunidad", buscan mi expulsión de la congregación de los Legionarios. Con estas dos movidas buscan dejarme como clérigo vago.
Solo usted, como Pastor Universal puede ayudarme. Ya conoce los procedimientos de la Curia y el poder efectivo de los superiores legionarios.
Dada la hábil campaña orquestada en mi contra, mi única posibilidad real es permanecer en Playa del Carmen, donde la gente conoce mi trayectoria y aprecia el servicio a la comunidad que durante años he desarrollado.
Por ejemplo he conseguido terrenos para construir la iglesia de San José, ahí con el apoyo de la comunidad parroquial levante un campanario de 30 metros de altura. También conseguí el terreno para la capilla del Divino Nino y el área para la capilla de Cristo Rey. Abrí una escuela popular que hoy cuenta con más de 200 alumnos. Va muy adelantada la apertura de otra escuela de apoyo popular en una nueva y enorme colonia marginal. Los médicos y enfermeras de los dos hospitales públicos agradecen mis diarias visitas a los enfermos. En las funerarias saben que pueden llamarme para acompañar con la oración a quienes pasan por la pena de haber perdido a un ser amado.
Nunca he frecuentado los magníficos hoteles que dan fama a Cancún y la Riviera Maya. No he sido capellán de esos complejos hoteleros ni me he ocupado de las bodas glamur que se celebran a la orilla del mar. En casi ocho años nunca he paseado en los yates o dedicado tiempo al buceo o al recorrido de los escenarios turísticos mas celebres.
He procurado no salir de la ciudad para estar siempre al servicio de la comunidad. Solo, tras el terremoto de Haití, fui una semana para ayudar a la gente. Estuve en la zona atendida por médicos cubanos.
Monseñor Pedro Pablo Elizondo.
Conozco y me conocen en las colonias populares porque ahí vivo y las recorro en bicicleta. Por las mañanas me coloco cerca de las puertas de las escuelas públicas para saludar a las familias, esa es mi oficina, ahí atiendo muchas de las consultas de la gente que no tiene otro modo de acceder al sacerdote porque pasa más de doce horas trabajando en los hoteles de lujo y a eso hay que añadir otras dos o tres horas de transporte.
Usted conoce la opción preferencial de los Legionarios, y por tanto comprenderá el abandono pastoral en que se encuentran los poblados mayas y las colonias marginales de Cancún y Playa del Carmen.
No sé de Derecho Canónico. Pero tengo la certeza de que usted con el Evangelio en la mano encontrara una opción para que yo pueda seguir atendiendo a los pobres de Playa del Carmen.
En Roma estuve más de 20 años en la Casa General de los Legionarios. Lo que debía declarar o denunciar, ya está dicho. La reforma de la Legión está fuera de discusión. Demos vuelta a la pagina, y que el pueblo de Dios no sufra por las diferencias que haya entre nosotros.
Solo pido que me dejen ejercer el ministerio sacerdotal, para poder llevar jóvenes adictos al alcohol y la droga a los centros de rehabilitación. Para buscar los caminos legales para liberar de la cárcel a pequeños delincuentes que tienen esposa e hijos. Para seguir apoyando a los grupos que aplican las pruebas rápidas para detección oportuna de VIH-Sida. Para impartir la pláticas pre bautismales. Celebrar las misas dominicales en las comunidades que carecen de iglesias. Para promover la preparación para la confirmación y la primera comunión. Para impulsar las bodas colectivas gratuitas. Para trasmitir la alegría del Evangelio a la gente asfixiada por los problemas que genera una sociedad viciada por la ganancia económica.
Por amor a Dios y a Su Pueblo, le suplico que como María, usted desate los nudos que amenazan mi ministerio e identidad sacerdotal.
Servidor en Cristo sacerdote
Pablo PEREZ GUAJARDO
Correo electrónico: padrepabloperez@gmail.com
Celular (52) 984 100 06 37
Playa del Carmen (Caribe Mexicano)

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