La
Cumbre de Panamá,
sí fue un nuevo tipo de Cumbre
N. Mario Rizzo Martínez
LA
HABANA.— La Séptima Cumbre de las
Américas Panamá 2015 ha sido, sin duda alguna, un nuevo tipo de Cumbre. Las
palabras iniciales del Presidente cubano, Raúl
Castro Ruz, así lo confirmaron: “Ya era hora que yo hablara aquí a nombre
de Cuba” para continuar comentando que le habían solicitado hacer un discurso
de ocho minutos pero que “como me deben seis Cumbres de las que nos excluyeron,
seis por ocho, cuarenta y ocho”. No tomó tanto tiempo pero su discurso tuvo que
ser caracterizado por el Presidente Panameño como muy emotivo.
Luego
de saludar a los presentes, agradecer la solidaridad de toda la América Latina
y el Caribe que permitió la presencia de Cuba en estos eventos, recordar el
sueño de Bolívar de “una gran Patria Americana”, hizo en síntesis la relación
histórica de los EEUU y Cuba aún antes de que la isla se independizase de
España, y también con el resto de América.
No
faltó la solidaridad con Chile tras las graves inundaciones, donde por cierto
ya se encuentra un grupo de médicos cubanos, así como con la Argentina que
reclama su soberanía sobre las Malvinas y lucha contra los fondos buitres, el Ecuador
con su Amazonía herida por las transnacionales, Venezuela incomprensiblemente
declarada peligro para la seguridad nacional por los EEUU, Colombia luchando
por la paz interna.
Luego
vendría el tema de la normalización de relaciones con EEUU y en medio de su
análisis calificó a Obama de “hombre honesto” al cual admira por “su origen
humilde” que le hace pensar que a ello se debe “su forma de ser”. Tras todo
esto aún dedicó tiempo a los temas que preocupan a toda la América Latina y el
Caribe y a la necesidad de trabajar juntos para enfrentarlos.
Por
sí sólo este discurso, pronunciado tras el del propio presidente Barak Obama, sin dudas una buena pieza
oratoria también, hubiesen servido para confirmar que la VII de Panamá era un
nuevo tipo de Cumbre. Pero hubo más, mucho más.
Obama
habló por teléfono con Castro a poco de llegar a Panamá, el canciller cubano,
Bruno Rodríguez Parrilla, sostuvo entrevista con el Secretario de Estado Kerry,
ambos Presidentes se dieron la mano antes de iniciarse el maratón de discursos,
y por último hubo una entrevista de más de media hora entre ambos líderes. De
hecho una verdadera ofensiva diplomática que acaparó la atención de los
presentes y de los medios.
Obama
encontró oportunidad también para entrevistarse con Maduro, parecía como sí los
tiempos del garrote y la zanahoria hubiesen quedado atrás, sustituidos por algo
diferente que sin dudas responde a los nuevos tiempos que vive la región.
No
es que no hubo intentos de enrarecer el ambiente. Los organizadores de los
eventos paralelos habían entregado credenciales de participación a oponentes al
régimen cubano, pero desafortunadamente entre ellos había hasta personas
vinculadas a hechos vandálicos y terroristas, y tal como podía esperarse hubo
pequeños combates callejeros y la retirada de Cuba y Venezuela del Foro de la
Sociedad Civil.
Tampoco
hubo Declaración Final, la oposición intransigente de EEUU y Canadá a un 3% del
documento lo impidió.
Funcionaron
los foros de Empresarios, de Rectores Universitarios, y la llamada cumbre
paralela o de los pueblos donde concurrieron movimientos sociales y obreros,
estudiantiles, y de otros tipos, en la cual intervinieron algunos jefes de
gobierno como Evo Morales y Correa.
También se realizó la llamada Cumbre Paralela o de los Pueblos. |
En
la práctica funcionó lo que el Presidente de Ecuador ha propuesto para salvar a
la OEA. Que América Latina y el Caribe debatan en la CELAC sus intereses y
luego como bloque vayan a la OEA a confrontarlos con el norte desarrollado,
EEUU y Canadá.
Los
discursos de los mandatarios fueron desde posiciones fuertemente
antiimperialistas hasta relativamente conciliadores, pero sin dudas se pudo
apreciar un gran esfuerzo por fortalecer la unidad en busca de soluciones para
los problemas migratorios, la droga, la reducción de la pobreza, la protección
del medio ambiente, y todo aquello que aqueja a la América Latina y el Caribe.
Como
siempre hubo foto oficial, encuentros bilaterales, conferencias de prensa,
cenas ceremoniales, y hasta hubo algún presidente que se atrevió a visitar el
barrio del Chorrillo, donde hace casi 25
años hubo tantas bajas civiles cuando la intervención militar norteamericana,
Maduro de Venezuela, a quien los pobladores le pidieron entregara a Obama una
carta donde solicitan reparación histórica por este hecho.
Sí,
definitivamente fue un nuevo tipo de Cumbre, los tiempos por venir demostrarán
hasta que punto los EEUU pueden avanzar en la aplicación de políticas que,
ellos mismos lo reconocen, pueden ser tácticas más eficientes para conseguir
los mismos objetivos estratégicos. También está por ver cómo influye todo esto
en los rejuegos electorales norteamericanos; no olvidar que 2016 es año
electoral y los demócratas harán todo lo posible por mantener a su partido en
la Casa Blanca, aún cuando los republicanos controlen el Congreso.
Son
nuevos tiempos, Obama quien dijo gustar del estudio de la historia apeló a los
presentes a no estancarse en el pasado y darle oportunidad a esos nuevos
tiempos. Todos los allí presentes han sido y continuarán siendo actores de
estos cambios, y en buena medida de ellos depende continuar por un camino que
puede ser el buen camino.
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