Cómo
y dónde nos informamos
Un
estudio estadístico del Gabinete de Comunicación Estratégica muestra que el
27.9 por ciento de los mexicanos tiene la televisión por favorita, mientras que
de la prensa escrita sólo se fía el 19.9 por ciento. Los portales de internet
tienen la confianza del 12.3 por ciento de la población nacional, mientras que
la radio ocupa un 10.3 por ciento de la audiencia y el 14 por ciento de la
población mexicana no le tiene confianza a los medios de comunicación tradicionales:
prensa escrita, radio y televisión.
En
tanto a los periódicos impresos y online, según datos del INEGI en México
aproximadamente 63 millones de personas
de 6 años de edad o mayores utilizan internet y sólo 27 millones consultan
online periódicos o revistas.
Los
periódicos impresos son el material más consultado por mexicanos de entre 35 a
64 años de edad.
En
cambio, los mexicanos de entre 18 a 34 años acuden más a las páginas web, foros
de internet y blogs para informarse que a los periódicos impresos.
Respecto
al uso de las redes sociales para informarse Iberoamérica es la región del
planeta en que los internautas más utilizan las redes sociales, pues le dedican
en promedio (según comScore) 8.6 horas diarias, casi cuatro veces más que en la
región Asia-Pacífico, donde el tiempo promedio dedicado a éstas es de 2.4 horas
al día.
Y
México vendría a ser país del mundo con mayor dependencia a Whatsapp, Facebook,
Twitter, Instagram, etc., pues del total de los internautas mexicanos las usa
el 98.2 por ciento.
1)
Para mantenerse al tanto de sus familiares y conocidos.
2)
Para informarse de los sucesos políticos o públicos.
3)
Para ver y compartir videos, chistes o cosas graciosas.
4)
Compartir denuncias ciudadanos, criticar el trabajo de las autoridades y
enterarse de rumores o chismes.
La
desinformación de los medios tradicionales: prensa escrita, radio y televisión
tiene sus consecuencias.
Algunos
ejemplos de lo ocurrido en tiempos recientes deja ver cómo el mal uso de los
medios de comunicación (callando, diciendo verdades a medias o inventando)
puede tener efectos de todo tipo (políticos, mercantiles, emocionales, etc.) que
afectan a la sociedad.
Situación
que se debe a que vivimos en la sociedad de los desarraigados, tal como lo
señala el novelista Francisco Prieto con una larga trayectoria en los medios de
comunicación, que afirma sobre la importancia de la verdad en tiempos en que la
verdad informativa parece brillar por su enorme ausencia.
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