lunes, 18 de enero de 2016

Portomorelenses pasan de mal
a peor como nuevo municipio


Texto y fotos
Konaté Hernández

Los portomorelenses han experimentado en tan solo 12 días el júbilo de convertirse en un nuevo municipio y ahora, tras la embriaguez inicial llegó de golpe la resaca, en la que el despertar muestra la cruda realidad con carencias visibles, como calles en pésimo estado y la recoja de basura prácticamente inexistente.

Si con Paul Carrillo se sentían abandonados a su suerte por la falta de atención de las autoridades de Benito Juárez, ahora que ha tomado las riendas el Concejo Municipal de Puerto Morelos, con Leonel Medina Mendoza a la cabeza, la sensación sigue siendo la misma, pero con un sabor más amargo porque ahora son un municipio nuevo, el cual fue creado bajo mucha polémica por la delimitación territorial, continuó con la designación de los integrantes del Concejo y sigue con la prevalencia de deficiencias en los servicios públicos, lo que tiene a la población exasperada y molesta.
Y es que lejos de preocuparse tanto las autoridades municipales como quienes aspiran a un cargo por elección popular, tal parece que lo que más les importa es saciar sus apetitos personales por sobre los intereses de la comunidad.
Vecinos de Puerto Morelos señalaron que entre sus principales problemas se encuentra la recoja de la basura, pues si bien es cierto cuando pertenecían a Benito Juárez no era tan oportuna, ahora ha salido peor este servicio, ya que los escasos camiones recolectores no se dan abasto, ocasionando que los tambos donde la gente deposita sus desechos estén a punto de rebozar, con el riesgo de que la fauna callejera destroce las bolsas y tiren el contenido, lo que podría convertirse en un grave riesgo para la salud de los habitantes.
A este problema hay que sumarle los encharcamientos de calles y avenidas, que las convierte en intransitables para vehículos de todo tipo, pesados, ligeros y para los peatones, que se ven en la necesidad de caminar expuestos al riesgo de conductores irresponsables; y por si fuera poco está la falta de alumbrado público, lo que hace peligroso transitar durante la noche y ponerse a merced de los vándalos.
Por todo ello los portomorelenses manifiestan un tempranero hartazgo hacia sus autoridades municipales, pues aunque apenas llevan doce días de vida independiente, todo continúa igual. Los habitantes del puerto cuestionan a los principales actores de la vida política, a quienes al parecer sólo les preocupa el saqueo de los recursos destinados a obra pública y por ello sólo esperan el momento en el que la actual administración termine su gestión para elegir a otros gobernantes, quienes deberán ser fiscalizadas por todos los ciudadanos para evitar la desaparición indiscriminada de recursos y que sean utilizados para lo que realmente fueron etiquetados.

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