miércoles, 5 de febrero de 2014

Prelatura Cancún: escándalos
a la sombra de los altares

Obispo Pedro Pablo Elizondo.
Marcos Chi Cahun

Es indudable que una de las principales preocupaciones del prelado quintanarroense Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, de elevar a diócesis el estado de Quintana Roo, aún dista mucho de la realidad.
Entre las razones están los escándalos y excesos de su fundador, el pederasta Marcial Maciel, traidor además de las agrupaciones del Regnum Christi y de los Legionarios de Cristo, por lo que han empezado a desligarse de éste, ante la desesperación de que el Papa Francisco les envíe una comisión para fiscalizar sus propiedades.

Por tal motivo Elizondo Cárdenas se ha dado a la tarea de asignar sacerdotes diocesanos, que sin embargo dejan mucho que desear en los templos católicos del estado, muchos de los cuales tienen dudoso proceder, tal como el presbítero Gonzalo Ulises Aguilar Fernández, quien se encuentra en la recién remodelada iglesia de la Supermanzana 30, denominada "Sagrada Familia", obra realizada con recursos de procedencia ilícita, la cual dejó inconclusa el desaparecido Fernando García Zalvidea.
Ante la falta de carácter del párroco Aguilar Fernández, dejó como encargado no tan sólo de la administración de la iglesia a uno de sus allegados, un joven a quien sólo se le conoce con el nombre de “Juan”, no obstante el principal problema es que este personaje con lujo de violencia, prepotencia y altanería se ha dedicado a correr a todas las personas que siempre han prestado sus servicios a la parroquia, aunado a que se autonombró coordinador de acólitos, lo que ya despertó temor entre los padres de estos niños, dadas sus evidentes preferencias sexuales, lo que no deja de ser un riesgo latente debido al tiempo que los pequeños permanecen encerrados con esta persona.
Ante tal situación el presbítero Aguilar Fernández sólo muestra una actitud indiferente, al dedicarse a asuntos que no le competen, ya que ni siquiera se hace cargo de la Comisión de Jóvenes que su Obispo le encargó, prefiriendo dejar en manos de su administrador Juan la toma de decisiones de la parroquia.
La renovada parroquia de la Supermanzana 30.
Mientras en la Iglesia Católica de Quintana Roo  no se erradique la pederastia, el abuso del poder y otros vicios que hoy han heredado los presbíteros Legionarios de Cristo a los diocesanos, la Prelatura quintanarroense continuará siéndolo muchos años más, ya que no basta tener la intención de servir al pueblo desde el presbiterado, sino respetar la integridad física de los infantes, que de buena intención sus progenitores les permiten ayudar en las actividades del acolitado.
Por tal motivo, si lejos de resolverse la problemática al interior de las comunidades eclesiales subsisten los sacerdotes pederastas, sean de la orden que sea, esto significa que continuará disminuyendo el número de fieles que asisten a la Iglesia Católica, aunado a la prepotencia de muchas de las personas que supuestamente prestan sus servicios “gratuitos” en las parroquias, debido a que muchas de ellas se han dedicado a correr a la gente.
Y es que no se puede tapar el sol con un dedo, pues Pedro Pablo Elizondo Cárdenas carece de autoridad, ya que supuestamente todos le deben obediencia a su Obispo, sin embargo no ha sabido imponerse a ninguno de los presbíteros de su orden y menos a los diocesanos. Tenemos también el caso del sacerdote Luis Alberto Chavarría, quien es párroco de la iglesia de la zona hotelera, personaje que es el encargado de solicitar grandes cantidades de dinero al empresariado, y por ello al término de cada una de sus misas baja corriendo del altar para despedir y darle la bendición sólo a los que aportan fuertes cantidades de dinero, en un acto que refleja humillación y sumisión al poder del dinero.

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