Prelatura Cancún: escándalos
a la sombra
de los altares
Obispo Pedro Pablo Elizondo. |
Marcos Chi Cahun
Es indudable que una de las principales
preocupaciones del prelado quintanarroense Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, de
elevar a diócesis el estado de Quintana Roo, aún dista mucho de la realidad.
Entre las razones están los escándalos y
excesos de su fundador, el pederasta Marcial Maciel, traidor además de las
agrupaciones del Regnum Christi y de los Legionarios de Cristo, por lo que han
empezado a desligarse de éste, ante la desesperación de que el Papa Francisco
les envíe una comisión para fiscalizar sus propiedades.
Por tal motivo Elizondo Cárdenas se ha
dado a la tarea de asignar sacerdotes diocesanos, que sin embargo dejan mucho
que desear en los templos católicos del estado, muchos de los cuales tienen
dudoso proceder, tal como el presbítero Gonzalo Ulises Aguilar Fernández, quien
se encuentra en la recién remodelada iglesia de la Supermanzana 30, denominada "Sagrada Familia", obra
realizada con recursos de procedencia ilícita, la cual dejó inconclusa el
desaparecido Fernando García Zalvidea.
Ante la falta de carácter del párroco
Aguilar Fernández, dejó como encargado no tan sólo de la administración de la
iglesia a uno de sus allegados, un joven a quien sólo se le conoce con el
nombre de “Juan”, no obstante el principal problema es que este personaje con
lujo de violencia, prepotencia y altanería se ha dedicado a correr a todas las
personas que siempre han prestado sus servicios a la parroquia, aunado a que se
autonombró coordinador de acólitos, lo que ya despertó temor entre los padres
de estos niños, dadas sus evidentes preferencias sexuales, lo que no deja de
ser un riesgo latente debido al tiempo que los pequeños permanecen encerrados
con esta persona.
Ante tal situación el presbítero Aguilar
Fernández sólo muestra una actitud indiferente, al dedicarse a asuntos que no
le competen, ya que ni siquiera se hace cargo de la Comisión de Jóvenes que su
Obispo le encargó, prefiriendo dejar en manos de su administrador Juan la toma
de decisiones de la parroquia.
La renovada parroquia de la Supermanzana 30. |
Mientras en la Iglesia Católica de
Quintana Roo no se erradique la
pederastia, el abuso del poder y otros vicios que hoy han heredado los
presbíteros Legionarios de Cristo a los diocesanos, la Prelatura
quintanarroense continuará siéndolo muchos años más, ya que no basta tener la
intención de servir al pueblo desde el presbiterado, sino respetar la
integridad física de los infantes, que de buena intención sus progenitores les
permiten ayudar en las actividades del acolitado.
Por tal motivo, si lejos de resolverse
la problemática al interior de las comunidades eclesiales subsisten los
sacerdotes pederastas, sean de la orden que sea, esto significa que continuará
disminuyendo el número de fieles que asisten a la Iglesia Católica, aunado a la
prepotencia de muchas de las personas que supuestamente prestan sus servicios
“gratuitos” en las parroquias, debido a que muchas de ellas se han dedicado a
correr a la gente.
Y es que no se puede tapar el sol con un
dedo, pues Pedro Pablo Elizondo Cárdenas carece de autoridad, ya que
supuestamente todos le deben obediencia a su Obispo, sin embargo no ha sabido
imponerse a ninguno de los presbíteros de su orden y menos a los diocesanos.
Tenemos también el caso del sacerdote Luis Alberto Chavarría, quien es párroco
de la iglesia de la zona hotelera, personaje que es el encargado de solicitar
grandes cantidades de dinero al empresariado, y por ello al término de cada una
de sus misas baja corriendo del altar para despedir y darle la bendición sólo a
los que aportan fuertes cantidades de dinero, en un acto que refleja humillación
y sumisión al poder del dinero.
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