miércoles, 26 de febrero de 2014

En la “izquierda” todos se
apuntan para ser candidatos


Marcos Chi Cahun

No cabe duda que el fin justifica los medios, es decir que la ambición de los políticos no tiene límites al pretender continuar a la luz de los reflectores.
Y es que aunque se diga que el pastor ex presidente municipal, Gregorio Sánchez Martínez, más conocido como “gazmoño” (cuya definición se aplica a la persona que finge ser muy virtuosa o cuidadosa en cuestiones de moral), haya renunciado a la candidatura para ocupar una curul en el Senado de la República, lo cierto es que ya no convence ni siquiera a su propia congregación religiosa.
Lady Senadora y su bochornoso escándalo
al amparo del fuero.
Hoy se disputan la senaduría personajes de dudosa reputación como el regidor neopetista y yerno del pastor, Alejandro Luna López, así como la “lady” quintanarroense Luz María Beristain, conocida ampliamente por el escándalo que protagonizó hace un año en el Aeropuerto Internacional de Cancún; pero el colmo de la ambición es la regidora Latifa Muza Simón, quien fungió como primera regidora de la administración gregoriana y se convirtió en usurpadora de la presidencia municipal de Benito Juárez cuando sólo le tocaba ser “encargada de despacho” y no arrebatar un puesto que le correspondía a Jaime Hernández Zaragoza por derecho legitimo, quien era suplente a dicho cargo.

Latifa Muza. Alcaldesa interina sin derecho.
Pero dentro del PRD quien parece que quiere “hueso” a toda costa es Julián Ricalde Magaña, a quien ubican como candidato a una senaduría o a una diputación federal e incluso llevando las riendas de lo que queda del sol azteca como dirigente estatal oficial, pues de facto ya lo es. Lo ungiría “democráticamente” como candidato Emiliano Ramos Hernández, como pago de favores pendientes.
Triste realidad para una institución que está completamente desecha, la cual ha dejado de tener credibilidad y representatividad, al no contar con los cuadros idóneos para los cargos de elección popular, por lo que Julián Ricalde Magaña, al saber que tiene líos con las autoridades actuales, no busca representar ni a su partido y menos a la sociedad, sino cobijarse con el fuero de la Senaduría para de esta forma evadir la acción de la justicia. Más claro ni el agua.
Julián Ricalde se frota las manos
por una curul.
Sin embargo aunque digan los perredistas que todos serán “uno”, lo cierto es que eso es una falacia, ya que como es bien sabido cada miembro del Sol Azteca representa una expresión y entre ellos mismos se han dedicado a desmantelar lo poco que queda del perredismo local. Lo que es totalmente contradictorio es que pretendan aceptar la imposición de Julián Ricalde Magaña y no hacer gestos, caras ni vetos, cuando a los perredistas lo que se les da son estas tres características. Gestos y caras tienen de las más variadas y ridículas maneras para ser el hazmerreir de la sociedad; y en cuanto al veto, son los primeros en vetarse a sí mismos.

Es indudable históricamente que sólo aparentaran tener una falsa democracia, pero finalmente prevalecerá el dedo democratizador del títere Emiliano Ramos cuando salga ungido su ex patrón Julián Ricalde. De tal manera sólo se logra visualizar un panorama gris al interior de este instituto político, del cual sus propios afiliados se están encargando de desaparecer, si no es así, al menos que tengan la decencia de dar la cara al pueblo que engañaron durante las dos últimas administraciones el “gazmoño” Greg Sánchez y su sucesor Julián.

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