Me duele mi sociedad
Eduardo Lara Peniche
Me
duele mi sociedad nacional, la cual, después de poco más de cien años, se ha
tenido que armar de valor para protestar ante los abusos del gran capital, de
la gran corrupción que impera en el gobierno, de la irracional represión que
los gobernantes ejercen contra el pueblo que exige sus derechos a vivir con
dignidad, exige poder vivir en condiciones que garanticen un trabajo que nos
permita satisfacer nuestras necesidades de alimentación, salud, educación y
recreación, que pide, en forma desesperada, se frenen las agresiones a su
propiedad e integridad física, que la gran corrupción en el gobierno fomenta
por medio de la impunidad.
Me
duele mi sociedad quintanarroense, dividida por intereses aviesos que promueven
el encono entre hermanos, me duele la actitud que mis hermanos han tomado
contra quienes intentan cumplir con su responsabilidad social, combatiendo la
ignorancia que nos hace presa de los ambiciosos y fementidos; en su mayor parte
políticos, que lucran y viven con lujos que no merecen, me duelen mis hermanos
policías; quienes por la necesidad de poder sobrevivir en un mundo de
injusticias, rentan su fuerza física para golpear, lastimar y humillar a sus
semejantes, apoyando esas injusticias contra las que sueñan eliminar; me duelen
todos aquellos quienes ávidos de lograr alcanzar una vida digna, venden su
conciencia traicionando a sus hermanos y familia, me duelen los políticos;
quienes subidos en una nube de fantasía, desprecian la vida humana y se atreven
a dar órdenes para aniquilar a los ciudadanos que con su fuerza de trabajo
pagan impuestos para que ellos vivan con excesos ofensivos para un pueblo con
hambre.
Me
duele mi sociedad plagada de abusos, corrupción, ignorancia, ambición y
traición, que sólo promueve odio, rencor y sentimientos de venganza, entre el
pueblo y los gobernantes.
Me
duele la ignorancia de mi pueblo; engañado por el gran capital, que se deja
llevar por la publicidad que en los grandes medios de comunicación promueve
para dividirnos y hacernos presa fácil de sus maquiavélicos
proyectos de depredación a la naturaleza y la sociedad, en busca de más
riqueza; la cual no alcanzarán a gastar en su vida terrenal.
Me
duelen mis hermanas y hermanos; quienes por la gran necesidad económica por la
que atraviesan, se prestaron a servir de promotores electorales para que un
partido político se apodere del estado y como pago recibieron el despido de sus
fuentes laborales y con ello la sentencia a vivir en la miseria.
Me
duelen todos mis hermanos y hermanas; quienes de buena fe, apoyaron a los
candidatos a puestos de elección y hoy son despreciados e ignorados por esos
mismos que hace unos cuantos meses les ofrecían maravillas y a cambio les
golpean en lo más sagrado que es el bienestar de nuestros hijos.
Me
duele el desprecio a la vida que los políticos demuestran al aprobar leyes
injustas que sólo benefician a los más poderosos y perjudican a los más
necesitados; por medio de las cuales el pueblo tiene sentencia de muerta por la
falta de alimentación y servicios de salud suficientes.
Me
duele la impotencia de poder hacer entender a los gobernantes que su obligación
es velar por el bienestar del pueblo y recibir como respuesta su total
indiferencia y represión brutal. Me duele la manipulación que desde los medios
se realiza; para que el pueblo se enfrente entre sí y con ello se oculten las
verdaderas razones del estado en que vivimos quienes soñamos con una vida
justa, libre y digna.
Me
duele Quintana Roo, México y el Mundo.
ES
CUANTO
Críticas y
sugerencias, se reciben en larapeniche@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario