martes, 3 de julio de 2012


Otra vez las “benditas”
casillas especiales
Texto y fotos: Víctor Galván

De nueva cuenta las casillas especiales dieron de qué hablar en las elecciones federales,  evidenciando que las 750 boletas asignadas a cada una son insuficientes para satisfacer la alta demanda de ciudadanos que se encuentran fuera de la ciudad donde se ubica su lugar de votación.
En Cancún se ubicaron cinco casillas de este tipo: dos en el Palacio Municipal, y una en el Cancún Center, en la representación del Gobierno del Estado, y en Plaza América (ubicada en la avenida Cobá, no confundir con Plaza Las Américas)
Desde muy temprana hora los ciudadanos comenzaron a hacer fila en estas casillas, aún antes de que abrieran, pues de antemano se sabe, por experiencias pasadas, que en Cancún hay un alto flujo de votantes de otras latitudes, ya sea porque se encuentran aquí por cuestiones de trabajo, visitando a su familia o en plan turístico.
Y otra vez la historia fue la misma, las 750 boletas asignadas se terminaron en un abrir y cerrar de ojos y, como era de esperarse, este hecho enfureció a cientos de personas que habían esperado durante horas para ejercer su derecho ciudadano. La muchedumbre enardecida exigía a gritos votar y criticó al Instituto Federal Electoral por asignar un número tan bajo de boletas y que en cada elección se deje a tantos ciudadanos sin la posibilidad de sufragar.
Los ánimos se caldearon por momentos en estos centros de votación y parecía que los funcionarios de casilla no podrían controlar a la muchedumbre. De hecho, es tal la cantidad de electores que llegan que la capacidad de organización de los funcionarios queda totalmente rebasada, al punto que ciudadanos votantes por cuenta propia tuvieron que organizar las filas y ayudar a apaciguar los ánimos para que la situación no se saliera de control.
Esta situación se vivió especialmente en las casillas ubicadas en la representación del Gobierno del Estado y en el Palacio Municipal, donde por cierto quienes no pudieron sufragar organizaron a manera de protesta una espontánea e inusual “votación ciudadana”, para lo cual habilitaron una caja de cartón como urna que instalaron al pie del asta bandera, y usaron crayones y papel tamaño carta o de libretas como “boletas”. De esta forma expresaron su inconformidad y de alguna forma ejercieron su derecho de voto.
Cabe señalar que por disposición del IFE se autorizó la instalación de 895 casillas especiales en todo el país, con un máximo de 5 en cada Distrito Electoral y con 750 boletas en cada una.
Siendo muy generosos con las cifras, por lo menos 500 personas se quedaron sin votar en cada casilla especial, lo que multiplicado por 5 casillas da un total de por lo menos 2 mil 500 personas en Cancún. Si los  500 electores por casilla los multiplicamos por las 895 casillas especiales que se instalaron en todo el país, nos da un total de 447 mil 500 ciudadanos que se convierten, sin quererlo, en cifras del abstencionismo, sin tomar en cuenta que hay ciudades y sitios con un intenso movimiento de personas, como las urbes fronterizas o el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Lamentablemente este tipo de situaciones reiterativas en cada periodo electoral van desalentando la participación de la gente.
El IFE se “lava las manos” diciendo que para votar cada ciudadano tiene asignada una casilla y por lo tanto no se hace responsable por quienes se encuentran en tránsito. Sin embargo, pasados los comicios y viendo la amarga frustración de miles de ciudadanos que en cada elección no pueden ejercer su derecho, sería prudente que el IFE revisara y modificara la cantidad de boletas asignadas a las casillas especiales, pues es evidente que se necesitan muchas más en un país que, según cifras del IFE, cuenta con 79 millones 454 mil 813 ciudadanos en edad de votar y, como es lógico, una población y un territorio tan grandes presentan una gran movilidad interna.
Comentarios: jon64_vic@hotmail.com

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