La alianza
de izquierda
se fractura en Quintana Roo
Luz María Beristain |
Salvador Ramos Bustamante |
Joaquín González C. |
Incapaces de consolidar candidaturas propias por falta de figuras políticas sólidas, producto de la desmedida ambición que les lleva a pensar primero en sus intereses personales, los perredistas han tenido que echar mano en diversas ocasiones de personajes ajenos al partido y ahora no es la excepción. Sin embargo, como no se han visto beneficiados por las reglas del juego que ellos mismos aceptaron (sabían que la dirigencia nacional era la que finalmente iba a “palomear” al candidato), se oponen bajo el argumento de que Joaquín González Castro es un ex priista y de que esa posición le correspondía a un perredista local, no obstante que muchos de los que ahora se dicen de izquierda tienen un pasado priista, empezando por el clan de los Ramos en Quintana Roo, así como de los fundadores del PRD a nivel nacional: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, o del mismísimo Andrés Manuel López Obrador, y ni qué decir de Manuel Camacho Solís y Manuel Bartlett Díaz, autor de la famosa “caída del sistema” en las elecciones presidenciales de 1988, quien contradictoriamente ahora fue postulado por la coalición de izquierda a senador por mayoría relativa. No cabe duda que el PRD no tiene memoria.
Y precisamente
quien se asume como el patriarca del clan en el estado, Salvador
Ramos Bustamante, ex priista y tristemente célebre ex croquista, asume su
papel de tal forma que personaje y persona se han fundido en uno solo, en una
matusalémica imagen de largas barbas (tal vez para ponerlas a remojar, por si
acaso), con sus vástagos y yerno como brazos ejecutores de quien
antidemocráticamente se siente “Tatich”
del sol azteca.
Nada más
alejado de la “democracia” que pretenden defender Luz
María Beristain, Beatriz García
Villanueva, Jaime Hernández Zaragoza
y Hugo González Reyes, quienes en
rueda de prensa se presentaron como los paladines de la justicia del partido.
La “Güera” Beristain cree tener los
méritos suficientes para competirle la candidatura al Senado en primera fórmula
a Joaquín González Castro, quien
además de haber sido presidente municipal de Benito Juárez, ya ocupó una curul en
la Cámara Alta, fue secretario de
Gobierno y de Finanzas, ambos a nivel estatal, y presidente del Tribunal
Superior de Justicia del Estado. Además, a nivel federal fue Oficial Mayor de
la Secretaría de Turismo y visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Y si bien su
pasado es priista, su figura polìtica, capacidad y experiencia son exponencialmente superiores a las pretensiones de la “Güera” Beristain. Es la
candidatura más digna que podría presentar la izquierda en medio del caos que
la fractura, con un PRD totalmente dividido, con un Movimiento Ciudadano que por su parte apoya a González Castro y con
un Partido del Trabajo que lo
rechaza.
El PRD parece
estar destinado a vivir eternamente en una lucha fratricida. Por ello, salvo el
Distrito Federal, después de 23 años
no ha sido capaz de consolidarse como una alternativa seria de cambio en el
país.
Comentarios: jon64_vic@hotmail.com
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