PaLibrArte, un festival digno
a pesar
de los inconvenientes
Por Víctor Galván
El domingo 22 de abril se llevó a cabo
por tercer año consecutivo el Festival
Palibrarte en el Parque
Luum Pakul, con el que se celebró en Cancún el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor.
Personas de todas las edades se dieron
cita en el parque, ubicado a un costado de la iglesia Cristo Rey, para
disfrutar del espectáculo que se preparó. Fue grato ver a niños acompañados por
sus papás, a muchos jóvenes que tuvieron la oportunidad de acercarse de esta
forma a las diversas expresiones artísticas que se programaron. Hubo danza, música,
performance, representaciones teatrales, lectura en voz alta de cuentos y poesía,
se habló sobre el fascinante proceso de la creación literaria, hubo intercambio
de libros y rifas. Con todo ello se fomentó la importancia y el valor de la
lectura y, sobre todo, del arte en general.
Mención especial merecen la presentación de Librélula
Editores, sello editorial cancunense que dio a conocer al público el
poemario Tregua, así como la entusiasta participación de las salas de lectura: Alas para leer, coordinada
por María Osorio; Los Gigantes, a cargo de Emmanuel Meléndez; La Tlacuila en el Tokonoma, bajo la
coordinación de Lizbeth Peña; Colores al Viento, de Carmen Becerril; Punto de
Luz, de Carmen Alvarado y Barcos de Papel, coordinada por Alejandra Flores,
quien además fue coordinadora del evento.
Pero lo más valioso es que a lo largo
de tres años la organización y ejecución ha sido mérito de la iniciativa propia
de artistas, participantes y coordinadores de salas de lectura locales, quienes
con su esfuerzo y motivados por el amor a la literarura, a las artes y a los
libros han hecho posible este evento.
El negrito en el arroz
Todo en cuanto a organización por parte
de los participantes merece el reconocimiento de la comunidad, sin embargo, el
punto negro y lamentable en el arroz lo puso el Ayuntamiento de Benito Juárez, a través de Servicios Públicos Muncipales, que se comprometió a aportar el
equipo de sonido, mesas y sillas. Los organizadores acudieron al parque Luum Pakul
desde antes de las 2 de la tarde para comenzar a organizar el evento y esperar el equipo de sonido para iniciar las pruebas, pero como la burocracia
no tiene horario, fiel al estilo oficial, que no cambia cualquiera que sea el
color de la administración en turno, tuvo un “ligero” atraso de más dos horas
en la entrega del equipo, tanto de sonido como de mesas y sillas para la concurrencia.
Cuando los organizadores se habían resignado a improvisar con lo que tuvieran a
la mano, por fin el Ayuntamiento se acordó que tenía en su agenda el compromiso
con el Festival Palibrarte y se apareció en el lugar.
Obvio, montar el equipo, las sillas,
checar el sonido, todo ello llevó tiempo y el festival, que debió de iniciar a
las 4 de la tarde, arrancó hasta las 5:20. Un significativo atraso “cortesía” de la burocracia del Ayuntamiento de Benito Juárez,
que no conforme con haber fallado en su puntualidad, a las
9:30 pm tuvo la desfachatez de acudir, esta vez sí puntualmente, a recoger el
equipo. Sobra decir que los presentes, público, organizadores y artistas, se
quedaron con un palmo de narices al ver que los trabajadores del Ayuntamiento
prácticamente levantaron de sus asientos a la gente para recoger las sillas y
desconectar el equipo de sonido (claro, son trabajadores y cumplen las órdenes
que reciben, pero hay formas).
Después de este lamentable incidente,
los organizadores de Palibrarte recibieron el apoyo solidario de los vendedores
del parque Luum Pakul, quienes gentilmente prestaron dos bocinas y una consola,
con lo que el evento pudo continuar y llegar a feliz término.
Vale decir que salvo este
inconveniente, el festival fue todo un éxito y el público asistente quedó más
que satisfecho con el espectáculo cultural ofrecido por quienes, ante todo,
participaron con el único interés de compartir su arte.
Librotón
Pero eso sí, un día después, el lunes
23 de abril las autoridades municipales, encabezadas por el regidor Rafael Quintanar González, presidente
de la Comisión de Desarrollo Social y
Participación Ciudadana, y el coordinador de Bibliotecas Públicas, Juan
Carlos Núñez Fernández, se dieron cita en la Sala de Juntas del palacio municipal para pararse el cuello
diciendo que fomentan la cultura y la lectura, y de que se preocupan por hacer
conciencia del valor e importancia de leer libros, al poner en marcha el
programa “Librotón
2012”. Pero claro, para ello se pidió la colaboración ciudadana para que
done libros al sistema de Bibliotecas Públicas Municipales. O sea que por un
lado restringen su apoyo cuando se trata de eventos no oficiales en los que no
participan como organizadores, pero no tienen problema para pedir el apoyo
ciudadano para una causa que, sin lugar a dudas, debe ser totalmente noble y
desinteresada.
Un poco de equidad y congruencia en las
acciones no estaría nada mal de parte de las autoridades municipales.
Comentarios: jon64_vic@hotmail.com