miércoles, 7 de marzo de 2012


El PRD, un cochinero

Cuando todo era felicidad y armonía.
Por Víctor Galván

La lucha por el poder en el Partido de la Revolución Democrática ha llevado a sus principales protagonistas a descubrir su verdadero rostro y a desnudar sus ambiciones sin ningún tipo de límites. Con el panorama de abierto enfrentamiento se evidencia que la unidad es una falacia en el sol azteca.
Julián, el ex discípulo de Greg, de quien fue director de Servicios y Obras Públicas primero, y de Desarrollo Social después en el pasado trienio, se sirvió de este puesto, y de Greg también, para catapultarse a la candidatura a la presidenta municipal de Benito Juárez. Y es que, aunque ahora reniegue de él, en campaña Julián Ricalde aprovechó el “efecto Greg Sánchez” para sumar votos y llegar a la silla del Ayuntamiento. Seguramente ya se le olvidó que en los mítines levantaban juntos sus manos, en medio del éxtasis de sus simpatizantes, que en su gran mayoría (debe reconocerlo Julián) eran seguidores de Gregorio.
Ricalde Magaña, de la expresión Alternativa Democrática Nacional (ADN),
declaró el pasado 2 de marzo que “existen elementos para inhabilitar” a Gregorio Sánchez y afirmó que su candidatura al Senado por la primera fórmula es “de riesgo”. Ha movido cielo, mar y tierra para quitar del camino al ex alcalde, mientras que por otro lado apoya a Luz María Beristain, quien carga el pesado estigma de aprobar, junto con los priistas Laura Fernández Piña y Luis González Flores, el dictamen de la Cuenta Pública de 2010 como parte de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta del sexenio que encabezó Félix González Canto.
Precisamente Sánchez Martínez ha afirmado que Julián ahora sirve al PRI para quitarlo del camino, y a González Canto quien, coincidentemente, también aspira al Senado. Lamentablemente para Julián, estos hechos generan muchas suspicacias. Como quien dice, Julián parece ser el punto exacto donde el agua y el aceite se unen.
Sánchez Martínez es investigado por la Unidad Jurídica de la Secretaría de Hacienda. Se indaga la forma en que logró hacerse de una fortuna millonaria y cómo adquirió diversas propiedades en Cancún y Playa del Carmen, A nivel local, la Auditoria Superior del estado emitió una denuncia en la que se le involucra en una presunta malversación de fondos por 89 millones pesos, derivado de la revisión de la cuenta pública del ejercicio fiscal 2009.
Toda esta trama parece ser sólo el principio de una telenovela a la que le faltan aún muchos y conflictivos capítulos, en los que todo parece indicar que el gran perdedor será el PRD, partido que se cae a pedazos y que posiblemente sufra su peor descalabro electoral. Así como están las cosas, el sol azteca no representa a la izquierda ni a las fuerzas progresistas, sino única y exclusivamente a las ambiciones personales de sus líderes.

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