sábado, 19 de agosto de 2017

Pech manipula a Morena para
imponer a sus candidatos

Sin visión de Estado y preocupado sólo por sus ambiciones personales, a José Luis Pech Várguez le interesa más mantener el pequeño coto de poder en que ha convertido a Morena, olvidando su gran responsabilidad como dirigente del partido de preparar la mejor estrategia para posicionarlo de cara al proceso electoral de 2018.
Se ha vuelto común el discurso de Pech Várguez en contra de quienes denomina “traidores”, a los que amenaza con expulsarlos del partido, no obstante que obtuvieron para Morena las primeras posiciones de representación popular en unas elecciones en Quintana Roo.

Pero mientras el Dr. Pech se debate en discursos en contra de personajes no gratos para él y su camarilla, él mismo no satisface la mínima exigencia de la militancia y de la sociedad que apoya a Morena de trabajar para garantizar el triunfo electoral en 2018 en Quintana Roo.
A Pech Várguez se le ha criticado por sus propuestas de candidatos enviadas al CEN de Morena, pues contienen nombres de arribistas más que de personajes que garanticen el crecimiento del partido.
El pasado 16 de agosto, en Cancún, la XV Legislatura dio inicio a los trabajos de la reforma político electoral, para lo cual se convocó a todos los representantes de los partidos políticos acreditados en el estado, sin embargo Pech Várguez jamás se presentó ni mandó representante alguno a dicho evento, que tiene gran importancia para el proceso electoral 2018, puesto que las reglas del proceso electoral estatal están a revisión y por lo que demuestra el delegado de Morena en Quintana Roo, para él es más importante imponer candidatos, que la base social de Morena desprecia, que atender un tema toral que puede hacer perder a su partido el próximo proceso electoral.
Otra muestra de la falta de compromiso que el Dr. Pech tiene con Andrés Manuel López Obrador es la restitución de los derechos partidistas que el Teqroo ordenó a la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena para la diputada Silvia Vázquez Pech, quien fuera sancionada a iniciativa del dirigente estatal y que en los hechos y por la resolución del Tribunal Electoral, fue un capricho o estrategia del representante estatal, que hoy le cuesta al partido una llamada de atención que puede ser de un alto costo político, y por cómo se ven las cosas al interior de Morena en Quintana Roo, muchas impugnaciones que Pech Várguez ha presentado contra los regidores a solicitud de su testaferro Omar Sánchez Cutis, tendrán que ser revisadas minuciosamente por el CEN para evitar más reveses políticos, provocados por la ambición desmedida de estos dos personajes, quienes manipulan a Morena en el estado pasando por encima de las bases.
Al interior de Morena se sabe que Pech Varguez ha estado haciendo acuerdos oscuros para colocar a algunos personajes a modo, como el caso de Othón P. Blanco, con Luis Protonotario Sabido; con Eduardo Ovando Martínez para Benito Juárez, con quien venía simulando un pleito para engañar a la militancia y al mismo López Obrador el 2 de julio pasado.
Asimismo y por el acostumbrado comportamiento mercenario de Pech, se especula que tenga algún acuerdo con la familia Beristain Navarrete, con quienes comparte su filiación al equipo de Félix González y Roberto Borge.

De esta forma, pese a que las expectativas electorales para el año 2018 indican que Andrés Manuel López Obrador es el mejor posicionado a la Presidencia de la República, en un entorno nacional de inseguridad, corrupción e impunidad, José Luis Pech Várguez con sus malas decisiones está tirando por la borda toda esa labor que ha realizado en todo el país el líder nacional de Morena, lo que hace pensar que el Dr. Pech lleva a cabo la estrategia de jugar a perder en lo colectivo, mientras que él y su camarilla ganen.

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