jueves, 14 de abril de 2016

Abstencionismo, el reto a
vencer en las elecciones

Konaté Hernández 

El proceso electoral en Quintana Roo ha iniciado con pasos lentos, con poco interés hasta ahora por parte de los ciudadanos, debido a que los candidatos no han despertado el interés suficiente en la ciudadanía, que permanece apática al desarrollo de las campañas políticas, y aunque se espera que al sumarse los candidatos a presidentes municipales y diputados la contienda suba de intensidad. Aún así, el abstencionismo podría ser superior al de hace tres años.

Una clara muestra de lo anterior han sido las imposiciones arbitrarias de las cúpulas partidistas, de los aspirantes sin consultar a las bases, o a la asamblea en el caso de partidos como Acción Nacional y de la Revolución Democrática, cuyas instituciones siempre han realizado aunque de manera imperfecta sus prácticas democráticas, mismas que siempre terminan en jolgorios
Los partidos políticos, sobre todo los de oposición, se encuentran desacreditados ante un electorado cada vez más exigente pero incapaz de participar y hacer valer sus derechos y obligaciones en las urnas, situación debida a la falta de formación de cuadros, es decir a la falta de capacitación de sus miembros, tal es el caso de Acción Nacional que entre sus estatutos establece en su artículo 11 inciso f, que todos los miembros deberán de acceder a la formación y capacitación necesaria y continua para el cumplimiento de sus deberes como militante del Partido, mientras que el inciso e de este mismo artículo determina que quienes  soliciten por escrito podrán ser aspirantes, precandidatos y candidatos para los cargos de elección popular o a la dirección de la misma institución.

Debido a lo anterior y como sucedió en la última jornada electoral de Quintana Roo, en 2013, cuando se eligieron 10 presidencias municipales y 15 diputaciones por mayoría, el gran triunfador fue el abstencionismo, con cifras entre un 66 y 68 por ciento, la cual podría ser superada con un electorado renuente a ser más participativo en la toma de decisiones, situación que se ha vivido en los últimos procesos electorales, producto del mal manejo de las autoridades electorales para incentivar una mayor participación de la ciudadanía, aunado a la falta de liderazgo de los candidatos a los cargos de elección, así como las imposiciones cupulares. Por tal motivo las presentes elecciones locales a desarrollarse el 5 de junio podrían ser las más cuestionadas en la historia de la entidad, precisamente por la falta de participación.

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