Cancun News

Hernán Villatoro pagó muy

caro su desdén a la militancia

Bárbara Barquet/

Konaté Hernández

Lejos de sentir consternación por la extinción del Partido del Trabajo, ex militantes lo ven como algo positivo, porque Hernán Villatoro dejará por fin de ser un lastre para los bolsillos de los quintanarroenses, mientras que ellos buscarán acomodo en otros partidos políticos, como Morena, PAN, o cualquier otro donde tengan la oportunidad de participar activamente en los procesos electorales, esperando que al fin se le cierren las puertas al dirigente petista, que vivió y se benefició a manos llenas de la política en Quintana Roo.

Mario Dzul, integrante del PT y habitante del municipio de Felipe Carrillo Puerto, aseguró que la militancia estaba harta de las imposiciones de Villatoro Barrios en las candidaturas a cargos de elección popular, pues siempre designaba a sus familiares y si otros integrantes querían contender, nunca los dejaba argumentando que no servían para nada y recibían un trato de desdén.

Dzul Uc afirmó que ahora los integrantes del Partido del Trabajo ya están listos para unirse a otros partidos políticos, como Morena y el PAN, pero no dejaran que Villatoro Barrios entre a donde ellos vayan a militar porque repudian toda la corrupción y malos manejos que representa y no quieren tener la misma experiencia, por lo que cerrarán filas para cerrarle el paso.

Pero mientras el PT se resquebraja Hernán Villatoro hace rabietas ante las instancias federales electorales para intentar seguir con su clásico estilo de vida, pese a que él fue el principal responsable de la pérdida del registro, pues sus malas decisiones llevaron al partido a la bancarrota y desaparición. Y es que mientras el líder petista continúa dando patadas de ahogado lo único que logra es hundirse más.

Ni Greg pudo salvar a un partido destinado a desaparecer.

Ante esta situación los ex militantes celebran con agrado el que las autoridades hayan anulado el registro al PT, que no alcanzó el porcentaje requerido para mantenerse a nivel nacional.

Nicolás Balam Ku, ex militante de este partido, molesto como el resto de sus compañeros, destacó que las decisiones sobre la participación en las elecciones siempre se tomaban a nivel cupular, sin tomar en cuenta la opinión de los demás. Entre las pésimas acciones recuerda la imposición de Lorena Martínez Bellos, pareja sentimental de Villatoro, en cargos de elección popular, quien no tenía los conocimientos requeridos para legislar a favor del pueblo al que supuestamente decían que representaba, o la inclusión del ex presidente municipal Gregorio Sánchez Martínez, que fue colocado en la posición dos de las candidaturas plurinominales a diputado federal pero que, como se vio, lejos de atraer a las masas, reflejó la pérdida de credibilidad entre el electorado hacia el ex alcalde y hacia el PT. Estas decisiones terminaron por sepultar al instituto político.

Aseguró haber sido testigo de las negociaciones de Villatoro Barrios para lograr mantenerse en el cargo por muchos años, sin darle la oportunidad a ningún otro petista o ex petista de dirigir los destinos de su partido en la entidad, así como imponer candidatos destinados a perder en las diferentes contiendas en las que participaron solos o en alianza con el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano. Recordó que en la última contienda electoral, que al no haber arreglo para contender en alianza con dichos institutos políticos, el líder petista molesto se sintió lo suficientemente fuerte para que el PT fuera solo, lo que terminó de cavar su propia tumba.

La "unidad popular", una falacia

El Partido del Trabajo fue fundado el 8 de diciembre de 1990. En la legislatura actual cuenta con seis curules en la Cámara de Diputados y seis en el Senado. Fue un partido de izquierda y contó con el apoyo de diversos sectores populares. Su lema fue "Unidad Popular, ¡Todo el poder al Pueblo!". Su dirección era colectiva. Sin embargo dicho lema siempre fue una falacia, pues mientras por un lado enarbolaban la unidad popular y todo el poder para el pueblo, lo cierto es que fue un nido de sinvergüenzas vividores como Hernán Villatoro Barrios, aseveró Balam Ku.