Buen Fin, compras de locura
Eduardo Lara Peniche
En
lo que no es más que la implantación de una cultura consumista, centrada en las
compras desmedidas, de artículos banales pero de moda, el sistema económico
mundial, dirigido por la OCDE,
impuso en México, desde ya hace tres años, la copia del llamado “viernes negro”
de los Estados Unidos, el cual se inició en Filadelfia en el año 1966, como una
estrategia comercial para resarcir las bajas ventas de los centros comerciales
que en esos años asolaban en el vecino del norte, para que diez años después,
el modelo se difundiera por todo su territorio y se convirtiera en una
tradición eminentemente económica, en la que las grandes cadenas comerciales
lograban limpiar sus inventarios de mercancías que generaban pérdidas,
identificadas en el argot contable como números rojos y que con la estrategia
esas pérdidas se recuperan para dar como resultado ganancias que se asientan en
libros contables con número negros, de ahí el concepto de “Viernes Negro”; es
decir, el viernes en que las grandes cadenas comerciales recuperan sus
pérdidas.
El "Viernes Negro" en Estados Unidos |
Con
el pretexto de mejorar la economía de nuestro México, Felipe Calderón Hinojosa, quien ocupara la Presidencia de la República
entre 2006 y 2012, siguiendo a pie juntillas las instrucciones de la OCDE,
implementó el programa “Buen Fin”, el
cual no es más que un engaño al pueblo para beneficiar a las grandes
corporaciones multinacionales (cadenas comerciales y bancos) que se han
apoderado del sistema económico del país, mediante una estrategia que tiene
como principal objetivo, esclavizar más a los trabajadores, puesto que desde la
implementación de este engaño, por disposición gubernamental, el aguinaldo de
los trabajadores se adelanta para que estos sientan que tienen el poder
adquisitivo de comprar artículos que en otras épocas del año les son
inalcanzables.
Sin
embargo, y debido a que los salarios son insuficientes para los gastos
superfluos, la estrategia comercial incluye la dotación de tarjetas de crédito
al por mayor, así como promociones a meses sin intereses o cargos fijos
diferidos, que al final de cuentas, por la misma condición salarial, quienes se
atreven a realizar compras de chácharas que harán realidad los sueños que se
venden en los medios masivos de comunicación, principalmente por la televisión,
terminan pagando mucho más de lo planeado.
Logo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. |
Para
que el truco logre alcanzar los objetivos deseados, vender mercancías
embodegadas por mucho tiempo; es decir, inventarios vencidos y con riesgo de
pérdida, las grandes cadenas comerciales no escatiman en gastar millones de
pesos en publicidad enajenante, por medio de la cual hacen creer a la población
que comprar durante esta temporada comercial, les permitirá alcanzar los
niveles de vida que se presentan como reales en los programas televisivos o las
condiciones sociales que se viven, principalmente en el vecino del norte. Todo
esto gracias a que la educación que se imparte en el sistema educativo nacional
tiene como principal objetivo, crear una sociedad consumista, esclavizada a las
atracciones del mundo comercial basado en el uso exagerado del crédito,
fanatizando a nuestros niños y jóvenes mediante ideas de desarrollo social
totalmente enajenantes, motivo por el cual, ahora podemos observar con verdadero
asombro, cómo la sociedad mexicana se vuelca a las tiendas de los corporativos
multinacionales a hacer largas filas para comprar un sueño que en unos pocos
meses los enfrentará a la realidad de la vida miserable y de explotación a la
que los gobernantes nos tienen sometidos, puesto que en la llamada “cuesta de
enero”, una gran cantidad de esos productos comprado en el Buen Fin, irán a
parar a las casas de empeño, para tratar de saldar las deudas por haber
comprado artículos que no hacían falta en casa, pero que dan estatus social,
aunque para comer no alcance.
Así
que, estimado lector, le invito a reflexionar sobre las necesidades reales de
consumos familiar y con la realidad enfrente, tome usted la mejor decisión,
entre vivir con lujos innecesarios o comer lo mejor posible, porque el próximo
año 2014, las condiciones económicas del pueblo mexicano son de pronóstico
reservado, pues tan sólo con el incremento a los impuestos, el futuro económico
de las familias mexicanas, es más negro que el viernes negro de los
norteamericanos.
ES
CUANTO
Críticas
y comentarios, se reciben en larapeniche@hotmail.com
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