Jorge Yam Salazar,
27 años entregando
historias
Konaté
Hernández
Con
27 años en el Servicio
Postal Mexicano (Sepomex), Jorge Yam
Salazar, hombre devoto a las creencias religiosas bien arraigadas, es
oriundo de Dzitas, Yucatán- Llega a Cancún hace casi 40 años para fincar su
hogar.
Jorge Yam Salazar, cartero cancunense desde hace 27 años. |
Debido
a la necesidad imperiosa que había por aquellos años de prestar sus servicios
como cartero, ingresa a Correos de México en 1986, época que recuerda
gratamente, pues la urbe se encontraba en pleno crecimiento y había gran
cantidad de personas que enviaban y recibían cartas de familiares desde sus
lugares de origen, explica Yam Salazar.
Por
aquellos años algunas cartas llegaban con aroma a perfume de “siete machos”,
como él mismo las llamó, procedentes de varios destinos nacionales e
internacionales, de mujeres que tenían trabajando a sus esposos o prometidos en
esta ciudad, por lo que con gusto realizaba su labor de entregar cada una de
las misivas a sus respectivos destinatarios. Por esos años, recuerda, eran
cientos de cartas que se entregaban todas o casi todas en el menor tiempo
posible.
Es
curioso ver que los actuales medios de comunicación, llámese servicios de
mensajerías o electrónicos, han rebasado por mucho a los medios de comunicación
tradicionales, como correos y telégrafos, que hoy cuentan con modernos aparatos
para transmitir a una mayor velocidad los mensajes que los usuarios deseen
hacer llegar a cualquier parte del país o del mundo.
Incluso
en las mismas comunidades rurales la gente ya cuenta con medios electrónicos, como
las famosas redes sociales o el whatsapp, que con unos pocos teclazos
envían o reciben mensajes a cualquier parte del país, por lo que ahora los
principales clientes con que cuenta Sepomex son las empresas bancarias, las de
telefonía y una conocida empresa de revistas nacionales, que hacen llegar todos
los servicios que prestan a sus usuarios a través del medio tradicional que es
el correo, mientras que las cartitas de amor y desamor ya muy poca gente las
envía.
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