Política
ruin
Eduardo Lara Peniche
Los
últimos acontecimientos en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, me
obligan a expresar mi opinión sobre el actuar de quienes dicen gobernar para el
pueblo y en beneficio de la gente, pero que en realidad tan sólo buscan el
poder por el poder mismo, así como los jugosos beneficios económicos que éste
les aporta, saqueando las arcas públicas y vendiendo al mejor postor el futuro
de la ciudadanía.
La
lucha por el poder público en Benito Juárez ha alcanzado límites nunca antes
imaginados por quienes nos mantenemos vigilantes de las acciones de los
políticos de Quintana Roo, sin embargo, las condiciones electorales actuales
nos permiten comprender con suma claridad la clase de personas que ocupan los
cargos públicos de elección popular, así como el nivel de desprecio que le
tienen al pueblo.
Tratando
de ocultar sus actos anticipados de campaña, Roberto Borge Angulo implementó
dos programas supuestamente sociales, pero en realidad electorales, el llamado
“Basura
por Alimentos”, el cual no es otra cosa que un acto totalmente populista y
con repercusiones que el joven cozumeleño no imagina sucederán, al cancelar
dicho programa al terminar el proceso electoral, así como sus “Brigadas
del Bienestar”, que con el pretexto de mejorar las condiciones de vida de
los habitantes de este municipio, se ha infiltrado en acciones que le
corresponden por Ley al Ayuntamiento, sin embargo, su última hazaña no tiene
madre y perdón por la expresión, pero la indignación me gana.
Para
la gran mayoría de los habitantes de Benito Juárez y en particular a quienes
vivimos en Cancún, Roberto
Borge y sus medios comprados no nos han podido engañar con su estrategia
irresponsable, soez y humillante para el pueblo, puesto que el sentir público
ante el incremento al precio del transporte público es de total indignación,
quedando muy claro que este abuso de los transportistas concesionados no es otra
cosa que una más de las tropelías electorales de quien dice gobernar el estado,
puesto que hay datos que evidencian con claridad las verdaderas intenciones de
quienes se han involucrado en esta artera afrenta social.
Es
sabido de muchos que las dos empresas de transporte público (Autocar y Turicún)
no han tenido la autorización, por parte del Ayuntamiento, de subir sus precios
debido al incumplimiento de sus compromisos, entre los que se debe de recordar
la mejora de sus unidades, así como la reorganización de sus rutas, las cuales
duplican para competir, poniendo en riesgo la vida de quienes transitamos por
las calles de Cancún, sin embargo, todos podemos ver que ambas empresas tienen
un negocio extra en sus autobuses, la publicidad, por lo que si observamos con
detalle, descubriremos que la mayor parte de la publicidad que portan las
unidades es de apoyo al PRI, simulada mediante portadas de periódicos en las
que principalmente se puede leer un sinfín de críticas y denostaciones hacia el
gobierno municipal, encabezado por Julián Ricalde Magaña,
situación que a todas luces demuestra el servilismo de las empresas
transportadoras hacia los intereses políticos de Roberto Borge para recuperar
el poder del Ayuntamiento de Benito Juárez.
Por
otra parte, el hecho de que los transportistas subieran, de la noche a la
mañana, dos pesos en sus tarifas y que inmediatamente Roberto Borge, en
declaración radiofónica, anunciara su intervención para bajar el aumento de dos
a un peso, es muestra inequívoca de que el incremento fue planeado con miras
electorales, puesto que el mismo día, brigadas de jóvenes estuvieron
repartiendo volantes con consignas contra Julián Ricalde, en clara alusión
política, por lo que desde esta columna, con todo respeto, le exijo al señor
Roberto Borge Angulo que deje de jugar a la política sucia y cumpla con su
obligación constitucional, ya que a nadie engaña y sí asegura perder con mayor
diferencia electoral el Municipio de Benito Juárez.
Críticas,
comentarios y mentadas, se reciben en: larapeniche@hotmail.com
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