La
Nueva Era inició y seguimos aquí
Víctor
Galván
El
sol volvió a salir en el horizonte, como lo ha hecho desde hace millones de
años. Desperté, abrí los ojos. Es 21 de diciembre. La mirada recorre la
habitación. Muevo los brazos, me toco. Mi cuerpo sigue en este planeta llamado
Tierra. Estoy vivo. Todos seguimos vivos. Mi hija despierta también. Los perros
ladran, corren de aquí para allá, saludan. Afuera los sonidos habituales se
escuchan como todos los días: los vendedores de pozol, de agua purificada. Los
niños corren en la calle, las madres salen a hacer el mandado.
No hubo sismos, tsunamis, huracanes, ni cayó un meteorito sobre la Tierra. Ningún evento devastador que acabe con el mundo ocurrió, sólo entró un nuevo frente frío a la Península de Yucatán.
No hubo sismos, tsunamis, huracanes, ni cayó un meteorito sobre la Tierra. Ningún evento devastador que acabe con el mundo ocurrió, sólo entró un nuevo frente frío a la Península de Yucatán.
Un
nuevo día inicia. ¿Inicia una nueva era también?, ¿los mayas se equivocaron?
No. Los mayas no se equivocaban en sus cuentas. De hecho, su cuenta del tiempo
es la más exacta que se conoce. Ellos no se equivocaron. El hombre occidental
es el que cambió el sentido de la realidad maya y la ajustó a su visión
occidental apocalíptica.
Miles
de personas en las zonas arqueológicas de todo el Mundo Maya realizaron todo tipo de rituales, elevaron las manos al cielo y rezaron plegarias. Por supuesto no todos
creían en la posibilidad del fin del mundo, pero estaban ahí tal vez por curiosidad,
por la fascinación que provoca una cultura milenaria que aportó a la humanidad
grandes conocimientos, o porque en realidad creían que sería el último día del
planeta Tierra.
Lo
que inicia, según la cultura maya, es un nuevo ciclo ¿Por qué pensar entonces en
cuestiones apocalípticas? Tal vez por desconocimiento.
El Tortuguero
Todo
inició en un sitio arqueológico de la cultura maya llamado Tortuguero,
ubicado en el municipio de Macuspana,
en el estado de Tabasco. Su nombre se debe a que se ubica en las faldas del
cerro llamado "El Tortuguero".
Estela 6. El Tortuguero |
Mide
1,9 m de altura, tiene 92 cm en la parte más ancha y 65 cm en la menor; su
grosor varía entre 12 y 13 cm, solo una cara está labrada. Según el Museo
Pellicer de Villahermosa, donde se conservan tres de sus fragmentos, fue
encontrada en 1958 cubriendo una tumba en el sitio arqueológico de Tortuguero.
Hay un fragmento en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York y dos en una
colección privada de Boston. En su conjunto -al parecer- formaban parte de una
forma de "T", de la que no se ha ubicado su ala izquierda, por sus
rasgos pudo localizarse en el interior de un santuario.
El
Monumento 6 no dice que se vaya a terminar el mundo, señala el fin de un
ciclo y la llegada de otro. La nueva era estaría a cargo de un nuevo señor, Bolon Yookte K'uh -"Dios de los
nueve pasos" o "Dios de los nueve árboles"-, también presente en
Palenque, del que no hay certeza de su significado dentro de la cosmología
maya.
En
todo caso, la nueva era que de acuerdo al calendario maya ha iniciado este 21
de diciembre, debemos de tomarla como un punto de partida para asumir una nueva
actitud en nuestras vidas, para crear consciencia de que este planeta que
habitamos no nos pertenece, ni a nuestros hijos, sino que es el lugar en donde
tenemos un paso momentáneo y por ello debemos preservarlo, cuidar el medio
ambiente, la naturaleza, que son la fuente de donde obtenemos todo lo necesario
para nuestra subsistencia.
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