La
rosca de Reyes
En
México se denomina Rosca de Reyes y es adornada con higo y ate.
El
roscón de Reyes (denominado también rosca de Reyes en Hispanoamérica, rosco de
Reyes o pastel de Rey) es un bollo elaborado con una masa dulce con forma de
toroide adornado con rodajas de fruta cristalizada (escarchada) o confitada de
colores variados, suele rellenarse de nata montada o crema, en la
actualidad también de moca, trufa o
chocolate, y se introducen en su interior "sorpresas" que los
comesales llegan a encontrar en alguna rebanada, las "sorpresas" que
contenga el bollo varían dependiendo la región: En España y la mayoría de
lugares suelen ser figuritas de virgen y San José y el Haba, señal de que a
quien le caiga debe pagar el roscón). En México se introducen figuras de
plástico alusivas al niño Jesús, quien encuentre esta dentro de su porción del
roscón es nombrado "padrino" del niño Jesus, y deberá invitar a los
presentes, los tamales en el día de la candelaria para el 2 de febrero. Se
sirve para merendar el día 6 de enero denominado día de Reyes.
Por
influencia posterior este bollo navideño se sirve igualmente en otros países
hispanohablantes (principalmente en Argentina y en México) durante las mismas
fechas, así como en Portugal. Es frecuente que se acompañe de una taza de
chocolate. Se puede servir en el desayuno o en la merienda. La masa con la que
suele estar elaborado se aromatiza con agua de azahar, que le proporciona un
aroma característico.
El
origen del roscón parece estar relacionado con las saturnales romanas, aunque
en la actualidad algunos lo relacionan con una representación complementaria y
comestible de la corona de adviento, aún cuando la tradición de la corona de
adviento es muy posterior en España, lo que hace muy dudosa esa relación. Estas
eran fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano en
general pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el
solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas tortas redondas
con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y
esclavos. Ya en el siglo III, en el interior del dulce se introducía un haba
seca, y el afortunado al que le tocaba era nombrado rey de reyes durante un
corto periodo de tiempo establecido de antemano. Desde los romanos existían
juegos del haba en la península ibérica.
Julio
Caro Baroja recoge, en su obra El Carnaval, dos testimonios del siglo XII sobre
el Roscón de Reyes o el Rey de la Faba. El primero corresponde al Reino de
Navarra, donde en 1361 se designaba Rey del Faba al niño que encontraba el haba
en el roscón (como en la actualidad); el segundo testimonio corresponde a Ben
Quzman, poeta andalusí, quien en su Cancionero describe una tradición similar
con una torta (hallón o hallullo, vocablo que permanece en Granada) en el año
nuevo, que contenía una moneda. Tradiciones ambas que se han conservado durante
siglos.
En
Francia, toman le Gâteau des Rois, también llamado Couronne des Rois, que es
idéntico al roscón, y la Galette des Rois, propia del norte del país, que se
hace con masa de hojaldre y se puede rellenar con una crema a base de almendras
molidas, azúcar, algo de mantequilla y yema de huevo.
Es
muy probable que esta tradición con diversos nombres en Navarra, Andalucía,
Valencia, Cataluña (Tortell de Reis, tenga un origen común, y no existen
documentos que atestigüen la prevalencia de alguna (salvo la referencia a Ben
Quzman). En cualquier caso, la popularidad del roscón de Reyes en el conjunto
de España es relativamente reciente.
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