Charlie, el tecladista del Mercado 23
Charlie tiene 20 años viviendo en Cancún. Es de Chetumal,
donde aprendió a tocar el órgano de forma empírica, pues nunca tomó clases de
música ni asistió a ningún curso, sólo contó con la guía de un amigo que le
enseñó los acordes y lo demás lo aprendió por sí mismo.
Apoyado en una caja grande de plástico, se instala en la
zona central del Mercado 23, frente a su viejo órgano para amenizar el ambiente
de quienes acuden a hacer sus compras. Transpira sencillez y buen humor
mientras recuerda que desde hace cinco años toca en el mercado, desde un 12 de
diciembre cuando lo invitaron a cantarle a la Virgen de Guadalupe llegó para
quedarse.
Presume orgulloso que también toca la guitarra y que ha
grabado discos de cumbia, los que aprovecha a promocionar por el micrófono. También
le gusta complacer a visitantes y locatarios con las canciones que le pidan
pues, como todo artista, se debe a su público. Recibe una remuneración de los
locatarios por ponerle ambiente al mercado, además de que aprovecha para hacerle
publicidad a los comercios anunciando las promociones del día. Y por si fuera
poco, también toca en fiestas, pues no falta quien le guste su música y se
acerque para contratarlo.
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