viernes, 17 de febrero de 2017

Una Feria en La Habana

N. Mario Rizzo M.

LA HABANA.— Varios días lleva funcionando ya la tradicional Feria Internacional del Libro de La Habana en su habitual sede principal del complejo Morro-Cabaña, dos antiguas fortificaciones que bordean la entrada de la bahía donde se ubica el faro que identifica mundialmente la ciudad.
A diferencia de otras ferias no se trata solamente de un evento comercial sino de una fiesta de la cultura donde asisten cientos de miles de ávidos lectores que tienen la oportunidad de intercambiar con los propios escritores, editores e ilustradores, al tiempo que participan de conferencias, premiaciones, y hasta de presentaciones teatrales y musicales.

La Feria no se limita a su espacio principal pues tiene subsedes en organismos culturales, importantes librerías y, en su segunda fase, recorre las cabeceras de todas las provincias de la nación, por lo que se extiende a varias decenas de días su duración.
Cada año se invita a un país, en 2017 ha sido Canadá, que refuerza su asistencia y promueve importantes intercambios, lo que no excluye concurran editoriales de otros muchos países.
Los libros impresos en Cuba, de indiscutible calidad por sus variados y ricos contenidos, se venden a precios que oscilan entre 0.20  y 2.50 dólares, mientras que los traídos por editoriales extranjeras se venden en moneda convertible a precios propios de sus naciones de origen, por lo que suelen ser mucho más caros, no obstante lo cual gozan también de amplia aceptación.
Cada año la Feria se dedica a intelectuales destacados, este año correspondió al Dr. Armando Hart Dávalos, emblemático hombre que fuera en 1961 el Ministro de Educación que dirigiera la Campaña Nacional de Alfabetización la cual permitió eliminar el analfabetismo desde los inicios del proceso revolucionario. Hart fue también Ministro de Cultura en 1975 con la principal tarea de poner fin a lo que aquí han llamado “El Quinquenio Gris”, período durante el cual numerosos intelectuales fueron relegados y hasta socialmente reprimidos.
Con motivo del fallecimiento a fines del pasado año del líder Fidel Castro Ruz se han puesto a disposición del público numerosos títulos que o bien son reimpresiones de algunos editados cuando se celebrara su 90 cumpleaños o son nuevas ofertas que tratan una gran diversidad de temas.
El actual Ministro de Cultura, Abel Prieto, ha criticado cierto mercantilismo que desde hace algunas presentaciones han venido opacando el gran objetivo social y cultural de la Feria, en lo cual ha coincidido con algunos de los asistentes.
Lo cierto es que muchos concurrentes internacionales declaran no conocer otra feria de libros con tan amplios objetivos, masiva asistencia de público de todas las edades y estratos, así como amplitud de oportunidades.
La Feria Internacional del Libro de La Habana es un evento cultural, quizás el mayor de todos los que Cuba realiza, esperado cada año por toda la población, en resumen, una gran fiesta.

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